Jujuy: Comenzó sexto juicio de lesa humanidad

  • 25 de junio, 2018
La megacausa concentra juzgamientos como "La Noche del Apagón", la de mina El Aguilar, entre otras. Quedará en evidencia la resposabilidad de Blaquier y los delitos sexuales contra las ex detenidas y desaparecidas.
Mauro Tabak Se inició la primera audiencia oral y pública en el Tribunal Oral Federal N°1 de Jujuy presidido por el Juez Díaz Federico. Se encuentran imputados 23 genocidas que pertenecían al Servicio Penitenciario Federal, Gendarmería, Ejército, PFA y Policía Provincial por los delitos cometidos en la última dictadura cívico-militar contra 113 víctimas de las cuáles 38 aún están desaparecidos/as. Hay dos militares que están siendo juzgados, Mariano Braga y Jones Tamayo, este último fue jefe del Servicio de Inteligencia del Área 323, estuvo prófugo durante tres años hasta que en octubre de 2014 fue detenido en Buenos Aires, actualmente cumple prisión domiciliaria, que le fue otorgada en septiembre pasado, este no es el único beneficio que se les otorga, todos los represores ingresaron sin esposas al juicio. Genocidio para beneficiar a los capitalistas Esta megacausa es un paso importante para dilucidar el rol que cumplieron los empresarios y dueños de la Provincia de Jujuy con la complicidad de la Iglesia utilizando el brazo armado del Estado para enriquecerse y aumentar los niveles de explotación de la clase trabajadora, persiguiendo a azucareros del Ingenio Ledesma, mineros y estudiantes. Se juzgan hechos ocurridos durante el golpe de estado de 1976 pero también anteriores durante el gobierno peronista de 1975. En el banquillo no estaba Carlos Pedro Blaquier, sin embargo en la primera audiencia se hizo referencia en reiteradas oportunidades al conocido hecho del uso de las camionetas de la empresa para detener a los trabajadores en la Noche del Apagón. De las pruebas de juicio surge que el Ingenio servía de centro de operaciones dónde a pocos metros estaba una sede de gendarmería dónde permanecían los detenidos para ser trasladados luego, en una gran cantidad de casos, al Centro Clandestino de Guerrero. Del relato de los sobrevivientes como Ernesto Reynaldo Saman surge que fue detenido en la misma fábrica siendo llamado por el Jefe de Sección recordando que estando en el penal de Gorriti, el Obispo de Jujuy, Monseiñor Medina, "ofreció una misa y en el sermón nos expresó que conocía lo que estaba pasando, pero que todo eso ocurría en bien de la Patria y que los militares estaban obrando bien y que debíamos comunicar todo lo que sabíamos para lo cual él se ofrecía a recibir confesiones..." Disciplinamiento de género Un importante eje que atraviesa este juicio es el reclamo por el particular ensañamiento del terrorismo de estado contra las mujeres y la monstruosidad de los crímenes que padecieron. Norma Castillo e Hilda del Valle Figueroa son sobrevivientes que pudieron testificar la brutalidad y crueldad que sufrieron física y psicológicamente, esta última estudiante de derecho en Tucumán sufrió violaciones en reiteradas oportunidades pero recuerda particularmente el 28 de julio de 1976 "Día de la Gendarmería" dónde varios represores la sometieron. La violencia sexual implementada sistemáticamente por los genocidas contra las detenidas en los Centros Clandestinos de Detención fue una parte indispensable de ese plan. Por ello se exige que sean considerados crímenes de lesa humanidad y de esta forma ser imprescriptibles. En el quinto juicio, este mismo tribunal resolvió rechazar el pedido fallando con penas muy bajas. Es la fuerza de las mujeres y del movimiento feminista que viene creciendo, junto a los organismos de DD HH levantando las banderas de abuelas y madres de plaza de mayo que puede permitir avanzar también en este sentido poniéndose al frente de la batalla contra la impunidad. La Izquierda Diario