Científicos logran fabricar magnesita, mineral que frena el cambio climático

  • 19 de octubre, 2018
Su formación natural demora entre 100 y 1.000 años. Profesionales de la Universidad Canadiense de Trent lograron acelerar el proceso a 70 días.
La magnesita es un mineral natural de la corteza terrestre que funciona como una esponja confiable y eficiente. Se estima que una tonelada de dicho elemento puede eliminar alrededor de media tonelada de dióxido de carbono de la atmósfera, constituyéndose como una ayuda incalculable para combatir el calentamiento global. El problema radica en que su formación natural demora entre 100 y 1.000 años, es por eso que científicos de la Universidad Canadiense de Trent iniciaron un exitoso proyecto a través del cual lograron sintetizar y fabricar magnesita en el laboratorio a muy bajo costo, obteniendo el ansiado mineral ecológico en un periodo de sólo 70 días. "Anteriormente se aceleraba la formación de magnesita con reactores de altas temperaturas, pero esto significaba mayores gastos de energía y dinero. Nuestra investigación demostró que se puede formar a temperatura ambiente y en un corto período de tiempo", explicó Ian Power, líder del proyecto y profesor de la Universidad Canadiense de Trent. Y continuó: "La clave del procedimiento es destruir la capa de hidratación alrededor de los iones de magnesio que dificultan la formación del mineral. Y puede hacerlo en tan solo 70 días. El salto que falta es pasar de las pruebas de laboratorio a un proceso industrial. Tengo mucha fe en este proyecto ya que actualmente hay muchos investigadores estudiando tecnologías para capturar y almacenar CO2 y muchas funcionan. Sin embargo, el gran desafío es cómo podemos implementarlas económicamente a gran escala para beneficiar al ambiente", detalló el profesional. La noticia sobre la producción de magnesita en laboratorio parece llegar en buen momento, ya que según el informe anual de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU, (elaborado a partir de contribuciones de más de 500 científicos de 65 países), la concentración media de gases de efecto invernadero en la atmósfera batió récord en 2017: llegó a las 405 partes por millón, la más alta desde que comenzaron los registros modernos. Además, fue uno de los tres años más calurosos desde 1880. "Definitivamente el nuevo hallazgo no será un golpe de nocaut al cambio climático, porque los factores negativos son muchos (combustión de carbón y petróleo, deforestación, emisiones de otros gases nocivos) que implicará la necesidad de tomar medidas conjuntas y programas estructurales a largo plazo. Pero es un avance en la dirección correcta", indicó Power. Y concluyó: "Soy muy optimista, nuestro gran desafío sigue centrado en cuánto y cómo podemos mejorar este tipo de tecnología. Sin embargo, demostramos que existe una nueva vía y que puede tener un gran impacto". Proceso de obtención Según indicaron los profesionales canadienses, la magnesita utiliza el dióxido de carbono del ambiente para poder cristalizarse. El proceso de aceleración en la formación de este mineral se logró agregando microesferas de poliestireno a modo de catalizador (sustancia que acelera o retarda una reacción química sin participar en ella). A diferencia de los estudios científicos anteriores que buscaban acelerar el proceso mediante el calor extremo, el equipo comandado por Power descubrió que agregando las mencionadas microesferas de poliestireno, la magnesita lograba captar el dióxido de carbono mucho más rápido y generar la cristalización en poco tiempo. Proceso. La magnesita es un mineral que se cristaliza mediante la absorción de dióxido de carbono del ambiente, logrando purificar el aire de la atmósfera de modo natural. 500 es la cantidad de metros cúbicos de dióxido de carbono que puede captar del ambiente una tonelada de magnesita. Herramienta para el futuro Todavía queda un largo camino para pensar en grandes extensiones de tierra cubiertas con magnesita producida industrialmente desde el laboratorio para contrarrestar los efectos del dióxido de carbono en el ambiente. Sin embargo, esta futura producción podría convertirse en una herramienta útil en la lucha contra el cambio climático. Otros métodos de captura de carbono conocidos son la utilización de algas marinas, fábricas que absorben dióxido de carbono del aire o almacenamiento de hielo. "La opción más beneficiosa sigue siendo plantar árboles, pero sabemos que por si solo no alcanza para luchar contra el aumento de dióxido de carbono. Por eso, la técnica de magnesita es muy prometedora", indicó Power. Diario de Cuyo