Por Marcelo Álvarez, Presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM)
La industria minera es uno de los principales sectores productivos y exportadores del país. Sin embargo, durante los últimos años, estuvo en la mira de la opinión pública que siguió de cerca su desarrollo, planteando objeciones y dudas sobre su conveniencia. Frente a esto, el sector minero comprendió la necesidad de generar diálogos constructivos, a partir de escuchar y comprender que los objetivos de las comunidades que la albergan suelen ir más allá de los beneficios de corto plazo.
Crear estos espacios de comunicación y acuerdo es fundamental, teniendo en cuenta el gran aporte de la actividad minera para movilizar la producción y el empleo, en un momento en que esto es tan necesario para los argentinos.
Por eso, la industria minera debió repensar sus esquemas de sustentabilidad productiva, incluyendo desde el primer día de los proyectos mineros una planificación de largo plazo, que contemple incluso la etapa posterior al cierre de mina. E impulsando instancias de diálogo, a fin de informar adecuadamente cuál es su impacto y cuáles son sus propuestas para contribuir con esquemas de desarrollo capaces de generar sustento a futuro.
Desde el sector se trabajó para generar procedimientos y buenas prácticas, que garanticen que la actividad se efectúe acorde a los más altos estándares internacionales.
En 2016 la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), entidad que nuclea al sector a nivel nacional, adhirió a la iniciativa "Hacia Una Minería Sustentable (HMS)" que fija estándares internacionales de calidad y control para garantizar una actividad responsable, transparente y confiable. De esta forma, Argentina se convirtió en el primer país en América Latina en sumarse a este programa.
En la actualidad, la industria se encuentra en un proceso de cambio de paradigma. Esto implica que la minería de calidad es aquella realizada con conciencia ambiental y focalizada en el bien común, apoyada en el diálogo multi actor, partiendo de la base de que los conceptos de sustentabilidad y desarrollo son complementarios, en tanto ambos apuntan al bienestar de las comunidades y las personas que las componen.
El HMS consta de un conjunto de herramientas e indicadores que representan las mejores prácticas mineras, aplicadas a nivel internacional. Plantea además parámetros e instancias de control externo para las compañías. Es el único en el mundo que realiza un seguimiento de información y control a nivel de cada proyecto. Adicionalmente, exige a las empresas tener instancias de comunicación y diálogo con las comunidades donde operan.
Otro de los aspectos distintivos de este programa es que es supervisado por un panel consultivo interdisciplinario, independiente y voluntario, compuesto por miembros de distintos sectores de la sociedad civil, incluyendo organizaciones académicas, ambientales, Gs y representantes de las comunidades, entre otros.
El HMS tuvo excelente recepción por parte de las empresas, ya que además de abordar la transparencia y la minimización del impacto ambiental, también ayuda a implementar procesos más eficientes desde el punto de vista productivo y del entorno social.
Las compañías deben evaluar su situación en relación a los indicadores de cada protocolo. Para garantizar la transparencia, el programa exige que los resultados de sus mediciones sean públicos y queden a disposición de la sociedad en forma online. Los resultados de las primeras mediciones realizadas en Argentina estarán disponibles para fines de año.
Presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM)
(Télam)
Grupo La Provincia