Aumenta conflicto social vinculado a minería en América Latina

  • 18 de junio, 2019
Informe 2018 de Observatorio que analiza 10 países de la región
18:02, 17 jun?SANTIAGO DE CHILE?Redacción ANSA (ANSA) - SANTIAGO DE CHILE, 17 JUN - América Latina sufre más que nunca la presión internacional por minerales, cuya extracción al costo que sea están alterando sus ecosistemas y tensionan cada vez más la convivencia local. Así lo advierte el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL) en un análisis de 10 países de la región. La entidad sostiene que "la profundización del modelo productivo mundial de bienes, ampliado con la participación de China, pone en jaque el suministro de materias primas que deben sostener una producción y un consumismo altamente insustentable". Plantea que el cambio tecnológico que lidera el norte "pone sus ojos" en los recursos minerales del sur global "y América Latina es un polo de concentración en esta tendencia", como lo muestra por ejemplo la electromovilidad. Para este proceso son necesarios el litio y el cobalto, escribe en un informe de 112 páginas. "Es preciso señalar que la minería de litio en los salares altoandinos de Argentina, Bolivia y Chile no está exento de riesgos socioambientales por la inminente destrucción de ecosistemas complejos, frágiles e insuficientemente estudiados", que incidirán en que "su valor para la humanidad quedará para siempre fuera del saber humano". OCMAL muestra como la conflictividad socioambiental ha ido en incremento poniendo en jaque la "aparente estabilidad institucional, empresarial y comunitaria". A la vez, esta mayor cantidad de conflictos por extracción de minerales es respondida con "criminalización, represión y violencia por parte de gobiernos y empresas mineras". Pero la conflictividad socioambiental por minería va acompañada de crisis hídrica, afectación de páramos y cabeceras de cuenca, destrucción de glaciares, cambio climático y pérdida de condiciones de vida y sustento para las comunidades locales. Dice OCMAL que "por más evidencias que se generan para criticar el extractivismo minero y se demuestre que la actividad minera empobrece nuestros pueblos, mayor es la insistencia de gobiernos de todas las corrientes para sostenerlo y profundizarlo". Recordó la alerta hace unos años de Naciones Unidas sobre una "multimillonaria evasión tributaria minera" a partir de casos de Africa y Chile. Mencionó la grave situación de diques de colas que se sostienen en ventajas ambientales, tributarias, financieras y legales, y goza de la impunidad nacional e internacional allí donde se desarrolla, "ante los atónitos ojos de las comunidades afectadas". Destacó asimismo los cambios en las estrategias de las empresas mineras para legitimar su actividad y las alianzas con los gobiernos extractivistas. Pero a la vez hay un fortalecimiento de las comunidades en resistencia, lo que hace presumir que los conflictos mineros en la región "seguirá siendo el panorama que nos acompañe en los próximos años". Así lo confirman además el detalle de los casos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua, Panamá y Perú. A veces vinculadas a provincias o regiones, como en Argentina; o a la presencia extranjera incluso en cooperativas, como en Bolivia. Las fuertes multinacionales en Brasil, los peligros en Ecuador, en particular en áreas que estaban protegidas. Los graves episodios de contaminación en Chile asociados a la minería y que han traído problemas a la salud de la población. En El Salvador surge un movimiento pro defensa del agua frente al avance de la minería transnacional en la frontera. En México se dio cuenta de las realidades del extractivismo minero; mientras de Nicaragua el aumento del territorio a concesiones mineras extranjeras frente a una débil legislación ambiental y autoridades que buscan el mal entendido desarrollo a cualquier costo. (ANSA).