La firma suizo-chilena argumentó la imposibilidad de pago de sueldos en las restricciones financieras dispuestas por la Nación y el fallecimiento de un socio. Los trabajadores se declararon en estado de alerta porque observan que puede ocurrir lo mismo que Andacollo Gold que se fue sin dar aviso.
Por Andrea Durán
Los trabajadores de la mina de Andacollo se declararon en estado de alerta y detuvieron las actividades en el yacimiento metalífero del norte neuquino ante el retraso en el pago de sus salarios y el temor a un nuevo vaciamiento.
Como si se tratara de un deja vu, los operarios del proyecto de oro y plata que ahora gerencia la empresa Trident Southern Explorations de Argentina SRL, comenzaron a temer la posibilidad de que la firma abandone las instalaciones y vuelva a ocurrir lo mismo que con Andacollo Gold, que vació la mina a fines del 2014 sin pagar sueldos ni indemnizaciones.
"Desde el jueves estamos con medidas de fuerza. Bloqueamos el yacimiento y las oficinas en el pueblo hasta que se aclare la situación y algún responsable con poder de decisión venga a dar explicaciones", planteó ayer el representante de Aoma, Javier Montañez.
El dirigente minero sostuvo que, hasta ahora, sólo se les depositaron 3.500 pesos por los sueldos de agosto, aunque aclaró que los problemas no sólo son por retraso salarial sino por falta de inversión. "El proyecto viene decayendo hace rato. Para nosotros, la situación es muy similar a la que ya atravesamos con Andacollo Gold y la falta de claridad genera mucho miedo", planteó.
"Ya se habló de la posibilidad de un receso. La última vez que ocurrió eso, con la anterior empresa, cuando volvimos del receso no quedaba nada", sostuvo Montañez, quien aseguró que los bloqueos son para "resguardar los bienes" del proyecto.
"Esta es una SRL, tienen responsabilidad limitada los inversores y por eso tomamos esta medida de tomar todo porque, en el caso de que esto empeore, vamos a cobrar de los activos invertidos acá y nada más", advirtió.
Recursos
u$s 164
millones debe volcar Trident en los 25 años de contrato. La firma dijo que invirtió, pero la mina aún no es sustentable.
En un comunicado que la empresa envió a los trabajadores y a sus representantes sindicales, el presidente de la firma, Mischa León Aleksander, reconoció que "la empresa se encuentra transitando circunstancias difíciles en orden a cuestiones estructurales". "No estamos en condiciones de pagar las remuneraciones del mes de agosto en su totalidad. Vamos a pagar un porcentaje inferior en relación al mes anterior", argumentó.
El empresario suizo chileno, quien fue la cara visible del proyecto cuando se firmó la adjudicación con el gobernador Omar Gutiérrez, justificó la situación en las medidas de control de capitales dispuestas por el gobierno nacional que "generaron cautela adicional en los inversores y una alerta que se extendió a la totalidad de los bancos locales que esperamos aclarar". A ello sumaron "el fallecimiento de un inversor" como circunstancia que detuvo el ingreso de dinero.
"Dejamos en claro que lo acaecido en el pasado no se corresponde en ninguna medida con los principios que seguiría Trident", afirmó en el texto para intentar llevar tranquilidad.
Dijo que "Trident y sus socios han realizado importantes inversiones en exploración, estudios geológicos, compra de equipos y la instalación de la planta procesadora" aunque aclaró que la producción "no es suficiente para su sustentabilidad".
Los trabajadores sumaron a la incertidumbre la sospecha por unos movimientos supuestamente "raros" de empleados que responden a León Aleksander a quienes vieron entrando y saliendo de la "gold room" o sala de oro con maletines. La denuncia la hicieron el jueves a la tarde en la Comisaría 30 de Andacollo y solicitaron que se pidan las imágenes de las cámaras de seguridad que hay en el cuarto para comprobar si retiraron materiales.
La trama de la gestión de un préstamo
"Río Negro" publicó en septiembre de 2016, luego de que se adjudicara el proyecto minero de Andacollo a la empresa Trident, que la empresa se financiaría a partir de un préstamo que le otorgaría una firma de bienes raíces con asiento en Nevada, Estados Unidos.
En el contrato figuraba un acuerdo en donde la sociedad Transcontinental Realty Advisors Inc indicaba que "prestará a Trident SE para el desarrollo del Proyecto Minero 100.000.000 dólares por medio de una línea de crédito".
Lo firmaba Steven Shelley, vicepresidente de Transcontinental, aunque el principal hombre detrás de la compañía era Gene E. Phillips, un magnate de los negocios inmobiliarios, con base en Texas. Su muerte el 16 de agosto a los 82 años ahora pondría en jaque todo el proyecto.
Cuando Trident se presentó en la licitación para operar el yacimiento, había destacado entre sus fortalezas la "liquidez" de sus inversionistas en Estados Unidos y su vínculo con refinerías suizas.
Diario Río Negro