Catamarca: El triunfo antiminero

  • 31 de octubre, 2019
El intendente electo de Andalgalá, Eduardo Córdoba, no esperó para asentar públicamente su posición contraria a la minería. A 48 horas de consagrarse, consideró que el proyecto Agua Rica es impracticable en las condiciones actuales. En diálogo con el programa "Cae el Telón", de Radio Ancasti, especificó el impedimento: la comunidad que acaba de ungirlo con el voto lo rechaza y él, que también teme por el impacto ambiental que podría tener la explotac

El intendente electo de Andalgalá, Eduardo Córdoba, no esperó para asentar públicamente su posición contraria a la minería. A 48 horas de consagrarse, consideró que el proyecto Agua Rica es impracticable en las condiciones actuales.

En diálogo con el programa "Cae el Telón", de Radio Ancasti, especificó el impedimento: la comunidad que acaba de ungirlo con el voto lo rechaza y él, que también teme por el impacto ambiental que podría tener la explotación del yacimiento, no puede más que atenerse a tal mandato.

Pura y contundente lógica política. Le ganó la elección a Miguel Morales, candidato del peronismo que contó no solo con un respaldo muy enfático del Gobierno provincial. Sobre todo, jugó a fondo a su favor, con financiamiento incluido, la empresa Minera Agua Rica, interesada en que se derogue la ordenanza que prohíbe la minería cielo abierto en Andalgalá aprobada por unanimidad por el Concejo Deliberante en septiembre de 2016 y promulgada sin vetos por el intendente, Alejandro Páez.

La impugnación judicial de la norma está en trámite, pero el entuerto, viene a recordar Córdoba, no es de orden jurídico. Lo que debe revertirse no son ordenanzas o sentencias, sino el sentimiento antiminero que cunde en la Perla del Oeste, sobre el que se sustenta una militancia sistemática y permanente, autónoma de los calendarios electorales.

Podrá Minera Agua Rica reunir todos los requisitos legales y reglamentarios, ordenar a la perfección sus papeletas, acomodar arriendos con YMAD, pero la licencia social es indispensable y el resultado de los comicios del domingo marca lo lejos que se encuentra de alcanzarla.

Si bien formó parte del gabinete de Páez como secretario de Producción, Córdoba se distanció de él para disputar la sucesión y le ganó la candidatura en primarias a su esposa, Ivana Flores. Tanto Páez como Flores provenían de la militancia antiminera. Córdoba los enfrentó, pero resulta que coincide con sus adversarios coyunturales en esta postura.

El sentido del voto mayoritario andalgalense es unívoco desde 2011, año de la asunción de Páez, y nada ha podido modificarlo hasta la fecha: no a la minería. Por si más claridad hiciera falta, están las enérgicas y permanentes movilizaciones populares con eventuales ataques a la sede de Minera Agua Rica, las guardias de la Asamblea El Algarrobo en el camino al yacimiento y la sostenida pelea en el frente judicial de los vecinos andalgalenses, que produjo el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que anuló el informe de impacto ambiental de la firma y ordenó confeccionar otro con la participación de la comunidad afectada.

La unanimidad de la ordenanza que prohíbe la minería a cielo abierto es otro indicio. En sus minuciosos fundamentos, señala que "si bien el Municipio de Andalgalá no es la autoridad de aplicación de las leyes mineras, es el principal actor del estado en el área de emplazamiento del proyecto y por lo tanto, responsable en dar respuestas a la población, debiendo resguardar por los intereses de la comunidad y propiciar un desarrollo sustentable en todo el ámbito regional".

Córdoba no va a inmolarse antes de asumir con manifestaciones contrarias a un sentimiento popular tan claro. Su percepción de lo sensible del asunto, aparte, queda expuesta en la celeridad con que explicitó de qué lado se ubica.

"Antes de la decisión que puede tener el intendente electo está la autodeterminación de los pueblos. El ciudadano andalgalense tiene mucho recelo a la actividad minera en la cuenca del río Andalgalá, más si tenemos en cuenta que desde el punto de vista legal están alineadas las posibilidades: tenemos un fallo de la Corte Suprema que impide toda acción de la actividad minera en la cuenca y una ordenanza del Concejo Deliberante contundente en el mismo sentido", dijo.

La frustración electoral de los pro-mineros desnuda un fracaso mucho más profundo. La aguerrida antiminería no compra espejitos de colores. 

El Ancasti