Mendoza: Vitivinicultura y un nuevo capítulo de la crisis, con quejas mineras incluidas

  • 21 de enero, 2020
Tras la polémica desatada por el intento de reformar la ley 7722, la aprobación de los cambios propuestos por el Ejecutivo provincial, las posteriores masivas protestas populares y la final derogación de la nueva norma y consecuente restitución de la ley que prohíbe la utilización de sustancias contaminantes para hacer minería metalífera, en los ámbitos políticos y económicos de la provincia por estos días se vuelve a hablar mucho de la matriz productiva provincial. En ese marco, la crisis que atraviesa (una vez más) la vitivinicultura ocupa un lugar neurálgico. Con excedentes de caldos que se reiteran en cada temporada y un mercado que cada año se contrae más, los precios del producto en general tienden a bajar y, así, lo que era una de las más importantes patas de la

Tras la polémica desatada por el intento de reformar la ley 7722, la aprobación de los cambios propuestos por el Ejecutivo provincial, las posteriores masivas protestas populares y la final derogación de la nueva norma y consecuente restitución de la ley que prohíbe la utilización de sustancias contaminantes para hacer minería metalífera, en los ámbitos políticos y económicos de la provincia por estos días se vuelve a hablar mucho de la matriz productiva provincial. En ese marco, la crisis que atraviesa (una vez más) la vitivinicultura ocupa un lugar neurálgico.

Con excedentes de caldos que se reiteran en cada temporada y un mercado que cada año se contrae más, los precios del producto en general tienden a bajar y, así, lo que era una de las más importantes patas de la economía provincial muestra hoy ?y desde hace varios años- una realidad cada vez más difícil de sostener.

Resulta un dato incontrastable que el consumo de vino a nivel nacional (el mercado interno supone el 75% de las ventas) se viene achicando en las últimas décadas. Las exportaciones también bajaron y el mundo ya no compra vinos genéricos sino que exige una mejor relación precio-calidad, lo que obviamente va en contra de los volúmenes de comercialización.

La macroeconomía nacional tampoco es ajena: la inflación y los aumentos en los insumos han jugado un papel clave para la pérdida de rentabilidad de productores y elaboradores.

Por estas horas, el Ejecutivo provincial piensa en un nuevo plan de rescate de vinos para mantener el precio, tal como ocurrió el año pasado. Algunos otros sectores productivos de Mendoza, sobre todo los relacionados con la minería que se vieron involucrados en la discusión planteada al comienzo, se quejan de lo que, según entienden, son "privilegios" de los que goza la actividad, algo que no ocurre con casi ningún otro polo económico mendocino. La discusión promete varios capítulos y se enmarca en la tan mentada diversificación de la matriz productiva que, por ahora, tiene muchas controversias y muy pocos resultados positivos visibles. Mientras tanto, la crisis continúa.

Diario San Rafael