Catamarca: Hablar con fundamento científico

  • 17 de febrero, 2020
Con respecto a una carta abierta publicada en el Diario El Ancasti, y atendiendo las dudas y preocupaciones de algunos sectores de la comunidad en relación con el tema minero y, sobre todo, a la cuestión específica del agua, me permito escribir estas líneas, amparado en mi humilde experiencia, para aportar un poco de luz emanada de la ciencia, sobre las sombras que se plantean en el escrito. La carta hace referencia al agua fósil y su uso minero. Aclaramos la definición de agua fósil: Es agua atrapada en el terreno y que permanece en él durante miles a millones de años, la velocidad de circulación es extremadamen

Con respecto a una carta abierta publicada en el Diario El Ancasti, y atendiendo las dudas y preocupaciones de algunos sectores de la comunidad en relación con el tema minero y, sobre todo, a la cuestión específica del agua, me permito escribir estas líneas, amparado en mi humilde experiencia, para aportar un poco de luz emanada de la ciencia, sobre las sombras que se plantean en el escrito.

La carta hace referencia al agua fósil y su uso minero. Aclaramos la definición de agua fósil: Es agua atrapada en el terreno y que permanece en él durante miles a millones de años, la velocidad de circulación es extremadamente lenta, del orden de los cm a mm/siglo y tienen un recorrido por el subsuelo muy extenso. En general son aguas salinas debido al prolongado contacto con los materiales del subsuelo. Este término en ocasiones suele utilizarse inapropiadamente y se confunde con aguas meteóricas de alta salinidad. (Custodio y Llamas, 2001, Pág. 1.032)

En tanto que el acuífero del Campo Arenal, desde donde Alumbrera bombeó agua durante todo su proceso es un acuífero libre con recarga y por ende renovación permanente de los aportes de la Sierra del Aconquija a través de los arroyos y ríos en un ambiente de rocas volcánicas, lo que permite una infiltración efectiva mayor a cualquier medio poroso sedimentario. Esto figura en el informe del INA IT 169 (Instituto Nacional del Agua) solicitado por la Dirección de Recursos Hídricos dependiente del Gobierno de Catamarca. Consta, para los gustosos de la lectura científica, que se realizó la modelación matemática respecto al bombeo que realizaba Minera Alumbrera para su proceso productivo durante la vida productiva y que demostró que el nivel freático dinámico se mantenía constante con el bombeo de la batería de pozos para alimentar la planta de procesos y mina que produjo por casi 20 años.

Para más datos: el pozo PW9 bombeó ininterrumpidamente durante 8 años a una tasa de 543 m3/h produciendo un descenso localizado del nivel de agua de 55 m; por razones operativas se detuvo en mayo de 2013 y personalmente medí su recuperación la cual alcanzó la posición original en solo 48 hs. (Rizzo Assoc, 2013)

De todo esto se desprende que, para referirse a temas técnicos, hay que hacer referencia a datos reales y a estudios científicos que prueben lo que se dice o escribe ya que de otra manera y ante los errores groseros y sistemáticos que se vierten libremente, queda evidenciado el interés por desinformar con argumentos temerarios y malintencionados.

La ciencia y la técnica deben respaldar las aseveraciones con datos y estudios reales. El valor real del agua es aquel que mantiene el equilibrio de la flora y la fauna local más la que se agrega en el uso de procesos productivos que redundan en el interés del país, la provincia y la población en su totalidad. Esto es válido tanto para la minería, como para la olivicultura, la vitivinicultura, la ganadería caprina o cualquier tipo de industria.

El trasvase de agua desde una región a otra, de un país a otro y desde un continente a otro es una práctica indisoluble del comercio internacional. Debemos saber que por cada tonelada de carne que exportamos mandamos a otro continente 750 litros de agua, por cada tonelada de soja se van 560 litros, por la exportación de frutas se van unos 860 litros por tonelada, etc. Los números sorprenden. Conocerlos nos aporta luz. Argentina exporta un poco más de 100 millones de toneladas de granos, además de vino, fruta y otros commodities con contenidos de agua promedio del 70%. Se estima que por los puertos exportamos alrededor de unos 70 millones de toneladas de agua, es decir algo así como 70.000 millones de litros por año. Queda claro que por los puertos es donde se produce la migración más importante de agua. Como contrapartida, es oportuno señalar que el agua que se trasvasaba por el mineraloducto de Minera Alumbrera (uno de los puntos criticados en la carta en cuestión) quedaba en otra cuenca de Argentina? no se perdía, solo cambia de ubicación. A la vez, la humedad que forman las nubes las cuales precipitan en terreno catamarqueño proviene del territorio del Este, incluido Tucumán, por lo que entender el ciclo del agua es vital en el equilibrio natural.

Otro dato falso, sin rigor científico que se expresa en la carta dice que el agua que se trasvasaba por el mineraloducto podría satisfacer la demanda de 2 millones de personas al año. Primero, el agua, para que sea utilizada, debe estar en las cercanías del punto de consumo? porque en la Antártida hay agua para mil millones de personas, pero no por eso podemos decir que es derroche que se derritan los glaciares y vayan al mar. Podría darse agua a millones de personas? pero en la Antártida no hay comunidades con alto consumo hídrico. En el Campo del Arenal y en el salar de Pipanaco la cantidad de agua disponible alcanzaría para abastecer a la flora y fauna autóctonas y a varios millones de habitantes. Sin embargo su posición geográfica alcanza para abastecer al sector productivo y comunidades relacionadas cercanas. El costo de transporte del agua, ya sea en forma vertical como por bombeo o por conducción de cañerías dependerá de la condición económica de la región o la actividad productiva que lo afronte.

Andalgalá

En Andalgalá no hay escasez de agua. Solo hay una deficiente distribución, exceso de consumo, obsolescencia de la cañería, un sistema de desarenado del agua superficial completamente subdimensionado y escasos recursos para operar eficientemente la planta de potabilización. Como se destaca, se carece de todo menos de agua ya que por el río Andalgalá sigue circulando un módulo anual cercano a los 1.000 litros/seg. Es decir, 86 millones de litros por día? Agua suficiente para abastecer unas 432.000 personas que consuman 200 litros por día -unas cuatro veces más que lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud-. Madrid reglamenta un consumo diario por persona de 200 litros.

Veámoslo de esta manera: el río Andalgalá derrama, en promedio, 86 millones de litros de agua por día, considerando solo el agua para consumo y adoptando un uso confortable de 200 litros persona día, sería capaz de abastecer a unas 432.000 personas, es decir, podría satisfacer la demanda de los 370.000 habitantes de todo el territorio catamarqueño y aún habría un excedente para abastecer a unas 62.000 personas más.

No se puede argumentar sin malicia o desconocimiento brutal que en Andalgalá no hay agua. Son simples temores infundados y el resultado del manejo imprudente de los datos, que derramados con cierto sesgo ocasionan un enorme daño y confunden al lego.

Por otro lado, y para hablar de Agua Rica, se hace referencia al consumo hipotético de agua por parte de un proyecto anterior (mina independiente) que nunca obtuvo permiso. Ahora, con la posibilidad de la integración del yacimiento Agua Rica y la infraestructura de Alumbrera, donde se procesaría el mineral, se presume que la obtención del agua para el proceso será la misma cantidad que se emplea hace 20 años, sin ninguna consecuencia (datos científicos) para el acuífero del Arenal. Sin embargo, ni siquiera este proyecto integrado tiene hoy un diseño propuesto.

Es por esto que lo que se menciona en la carta al respeto es otro dato incorrecto basado en la falta de información.

En definitiva, en términos hídricos y con basamento científico, plantear de forma catastrofista hipótesis aterradoras como las que menciona la carta al Gobernador publicada por el diario El Ancasti es desconocer no solo la normativa ambiental vigente sino también preceptos básicos del manejo del agua, información de base de las comunidades, datos científicos, etc.

Obviamente, la peor consecuencia es alarmar con datos falsos a la población que espera información de calidad y con riqueza técnica.

Rubén Norberto Gianni, Hidrogeólogo- Matrícula Profesional J?120

Investigador Ado INA- CRAS (Instituto Nacional del Agua- Centro Regional de Agua Subterránea)

DNI: 8.309.346

El Ancasti