Acueducto Los Patos: El conflicto por la megaminería en Catamarca

  • 27 de febrero, 2020
El día jueves 20 de Febrero, en las afueras de la ciudad de Antofagasta de la Sierra, se dio un corte de ruta organizado por la Comunidad Indígena Atacameños del Altiplano y vecinos de la zona. El reclamo radicó en el rechazo generalizado a la realización de las obras en el Acueducto Los Patos, cuyo origen está en el proyecto de desviación de los ríos para explotar la megaminería en la zona. En tensión, y al día de hoy, las comunidades aún continúan resistiendo ante la intención de ejecutar un plan, sin haber hecho estudios de impacto. *Por Juan Patricio Méndez Asambleas, pueblos, organizaciones catamarqueñas y comunidades originarias denunciaron, durante todo el 2019, la existencia de empresas mineras de f

El día jueves 20 de Febrero, en las afueras de la ciudad de Antofagasta de la Sierra, se dio un corte de ruta organizado por la Comunidad Indígena Atacameños del Altiplano y vecinos de la zona. El reclamo radicó en el rechazo generalizado a la realización de las obras en el Acueducto Los Patos, cuyo origen está en el proyecto de desviación de los ríos para explotar la megaminería en la zona. En tensión, y al día de hoy, las comunidades aún continúan resistiendo ante la intención de ejecutar un plan, sin haber hecho estudios de impacto.

*Por Juan Patricio Méndez

Asambleas, pueblos, organizaciones catamarqueñas y comunidades originarias denunciaron, durante todo el 2019, la existencia de empresas mineras de firmas internacionales que, en complicidad con el Gobierno de Catamarca, tienen la intención de canalizar y desviar el Río Los Patos, elemento indispensable para el desarrollo de la vida de las comunidades catamarqueñas. Es por ello que el pasado jueves 20 de Febrero organizaron un corte parcial en la ruta 43, a 4 kilómetros de la ciudad de Antofagasta.

El Río de los Patos es un río de curso permanente de agua, que proviene del deshielo de la Cordillera de los Andes, y que atraviesa de sur a norte a las provincias de San Juan y Catamarca. Su caudal medio es de 48 metros cúbicos, y su ancho promedio es de 40 metros, generando en su camino de 190 kilómetros más de un decena de islas. La fauna, que no es un dato menor, se conforma de truchas y percas, en su mayoría. Al mismo tiempo, la flora es abundante en algas y plantas acuáticas, y árboles del valle lo van bordeando. En todo sentido, cualquier alteración a este equilibrio natural entre flora y fauna, desequilibra la temperatura en el cual los elementos mencionados conviven. Una desviación, que implicaría una reestructuración total del ecosistema, sería devastador para la zona.

Al respecto de lo mencionado, los Pueblos Catamarqueños en Resistencia y Autodeterminación (PUCARA) expresaron en un comunicado: "Los ecosistemas de la Puna son muy sensibles y su desequilibrio hídrico es de alto riesgo. Luego de vivir las consecuencias de la extracción de agua en el río Trapiche y ver la muerte de nuestras especies, no vamos a dejar que nos hagan lo mismo con el río Los Patos. Las empresas mineras y el gobierno avanzan con estos proyectos, los cuales no cuentan con audiencias públicas ni con licencia social". La amplitud térmica cordillerana es una cualidad propia de la región, en donde los vientos y la altura juegan un papel fundamental en el equilibrio. El agua, componente central para la vida de las especies, además de humedecer el espacio lindante, merma las temperaturas y refresca a los seres del sol y la sequía. Imaginemos, a partir de lo dicho, lo que implicaría la desviación del río: un nuevo conflicto como el del Río Atuel en La Pampa.

En su momento, la secretaría de Minería de Catamarca informó que la Empresa "Minera del Altiplano" ya había avanzado con la presentación del Informe de Impacto Ambiental (IIA) para desviar el río, plan que fue evaluado por dicha secretaría, pero que aún no hay registros ni publicidad de la resultante. La competencia, en este caso, corresponde a la institución mencionada, ya que es a quien le compete aprobar la trazabilidad del entubado. Lo demás, es decir, la realización de la obra y la confección del acueducto, quedó en manos de Recursos Hídricos de la Provincia. La polémica aprobación y la petición por el cese de las mismas es la causal principal del corte de la ruta 43.

La "Minera del Altiplano", ahora gestionada por la empresa Livent, es una vieja conocida de la zona. En sus yacimientos viene extrayendo litio desde la década pasada (fines de 2011), y mantiene relaciones comerciales con entidades extranjeras. Dicho sea de paso, la firma mantiene una deuda millonaria con la provincia de Salta, por regalías mineras a partir de la explotación de dos yacimientos de litio ubicados en el Salar del Hombre Muerto, zona que históricamente se disputan Salta y Catamarca.

En Marzo del 2019, el ex presidente Mauricio Macri encabezó la "mesa del Litio" donde, entre otras cosas, habrían negociado acuerdos comerciales con el Director Ejecutivo de la firma Livient, Paul Graves. Entre muchas cosas, el sector le alcanzó algunos de los reclamos al ex mandatario y lograron algunos objetivos como ciertas reducciones impositivas (agua y gas, por ejemplo) y facilidades a la hora de trasladar los productos. En otras palabras, financiaron en una mesa chica el saqueo territorial del cual es víctima, históricamente, la República Argentina.

Volviendo al informe, este nunca fue presentado ante las comunidades. Dicho esto, como sucedería en cualquier espacio de legitimidades, ni la empresa ni el Estado estarían habilitados para avanzar con el proyecto mencionado. Sin embargo, la denuncia radica en que, permanentemente, camiones y maquinarias van y vienen con elementos para continuar con la excavación y confección del acueducto, situación que pone en riesgo la biodiversidad y la continuidad de los pueblos que el río atraviesa.

En relación a lo acontecido, el avance de las obras mencionadas llevó a que comunidades realicen el corte de ruta anteriormente mencionado. Expresaron "queremos agua para la vida, no agua para las empresas". Ya es reiterada, en todo el país, la demanda por el elemento fundamental de la vida. Las marchas en Mendoza, Chubut, La Pampa y el Norte del país han repetido la consigna. El mensaje es claro. Sin embargo, la escucha parece no ser activa.

Durante el mes de febrero, la Comunidad Indígena de Antofagasta presentó dos recursos para solicitar la suspensión de todas las obras del Acueducto de Los Patos. El primero fue presentado hace dos semanas en el Juzgado de Minas a cargo del Dr. Raúl Cerda, acompañada por más de 50 firmas. El segundo, por su parte, fue presentado el día miércoles 19 ante el ministerio de Minería de la provincia de Catamarca, a cargo de Rodolfo Micone, y avalado por más de 150 firmas de antofagasteños.

Quienes llevaron a cabo el corte expresaron que "hasta no obtener una respuesta contundente y relativamente coherente, no levantaran el corte". El gobernador Raúl Jalil, así como el ministro Micone, habían anunciado la no continuidad de la obra. "Sin embargo, faltaron a su palabra y lo iniciaron de manera Ilegal sin realizar las Audiencias Públicas obligatorias por ley y derecho", expresó el comunicado publicado por PUCARA.

Del mismo modo, las comunidades del PUCARA expresaron: "Queremos agua para la vida, no para las empresas. Convocamos a toda la sociedad catamarqueña a defender el territorio y los bienes comunes. Necesitamos posicionamientos firmes y concretos en defensa de la madre tierra". En una petición que se ha vuelto recurrente en la región, es menester incluir la necesidad de relevar los resultados del informe de impacto ambiental, puesto que su ocultamiento es el generador de la ilegitimidad.

El estudio y su publicidad es menester para validar la posibilidad de llevar a cabo este tipo de obras. El caso del Río Atuel y La Pampa es una prueba material y concreta que la desestimación de los impactos ambientales produce graves consecuencias. Así como lo ha hecho siempre, el pueblo sostiene la lucha por la soberanía acuífera y territorial. El avasallamiento en este orden de cosas, contiene en su esencia la violación y la anulación de los derechos de los ciudadanos a gozar de un ambiente sano. La sustentabilidad de las prácticas, en este sentido, debe primar en un contexto donde el planeta es la principal víctima de un sistema insustentable.

*Columnista de Abramos La Boca

Radiográfica.com.ar