Plata y silicona, materiales básicos en la nueva generación de dispositivos ?wearables?

  • 5 de marzo, 2020
por José Ángel Pedraza Desde hace unos años, la evolución tecnológica ha puesto de moda la palabra ?wearable?, que designa a toda una serie de dispositivos electrónicos que se incorporan a alguna parte del cuerpo del usuario e interactúan c

por José Ángel Pedraza

Desde hace unos años, la evolución tecnológica ha puesto de moda la palabra ?wearable?, que designa a toda una serie de dispositivos electrónicos que se incorporan a alguna parte del cuerpo del usuario e interactúan con él. Estos dispositivos ?vestibles? ya son habituales entre nosotros, como las pulseras de actividad o los GPS, pero su evolución requiere la flexibilidad y conductividad que solo pueden darle la silicona y la plata.

Llevar una pulsera de actividad que mida la distancia que recorremos y las calorías que quemamos se ha convertido en algo muy habitual. Los dispositivos portables o ?wearables? (su nombre en inglés) han evolucionado en los últimos años y se están incorporando incluso en las prendas de vestir.

Esta evolución tecnológica requiere, sin embargo, resolver algunos retos, como incrementar su flexibilidad sin perder por ello su conductividad eléctrica. El reto consiste en construir materiales que mantengan esta conductividad mientras se flexionan y retuercen centenares de veces al día, además de poder fabricarse de forma eficiente y a gran escala.

Como explican en el número de febrero de Silver News, publicación editada por The Silver Institute, un equipo de científicos alemanes ha dado con las claves para resolver estos problemas y avanzar en la evolución de los ?wearables?.

Desde el Centro de Materiales Inteligentes y Sistemas Adaptativos (CeSMA) del Instituto Fraunhofer, en la ciudad bávara de Wurzburgo (Alemania), han desarrollado una serie de sensores e interruptores a base de silicona y plata.

Los investigadores han probado a añadir nanocables de plata a la silicona, alternando capas de ambos (la plata es un excelente conductor, mientras que la silicona es aislante), obteniendo un material que puede conducir la electricidad mientras sigue manteniendo su flexibilidad.

Además, la producción mediante este sistema puede ser escalable. Ajustando la cantidad de plata que se combina con la silicona, la compañía obtiene productos con diferentes formas y varios grados de flexibilidad y conductividad.

Por ejemplo, se pueden crear tejidos calefactantes, en los que la menor conductividad provoca que los cables se calienten. En cambio, con una mayor cantidad de plata se obtienen sensores que monitorizan los cambios en el cuerpo humano, ya que permiten un mayor flujo de corriente eléctrica y, por tanto, una mayor sensibilidad.

Además de la plata, los ingenieros han añadido también nanopartículas de hierro a la silicona, en diferentes concentraciones, para dotarla de propiedades magnéticas. Al hacer pasar la corriente eléctrica a través del cable de plata, el dispositivo actúa como un imán que puede actuar como si fuera un interruptor.

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