Se agrava la escasez de dólares para el Gobierno

  • 12 de marzo, 2020
A tres meses de haber asumido, el Gobierno argentino se enfrenta con un escenario tremendamente desafiante. A la recesión y estado de "virtual default" se sumaron varios episodios que le generan a la economía serias complicaciones en el corto plazo: los efectos negativos del coronavirus para la actividad global, la renovada d

A tres meses de haber asumido, el Gobierno argentino se enfrenta con un escenario tremendamente desafiante.

A la recesión y estado de "virtual default" se sumaron varios episodios que le generan a la economía serias complicaciones en el corto plazo: los efectos negativos del coronavirus para la actividad global, la renovada disputa con el campo y ahora la debacle del precio del barril de petróleo de más del 20%.

El peligro es que esta situación agrave la escasez de divisas que ya sufría la Argentina y sean necesarias nuevas medidas para contener la fuga de dólares. El sector que es candidato obviamente es el comercio exterior, teniendo en cuenta que los importadores son los únicos que pueden acceder al tipo de cambio oficial, hoy levemente arriba de $ 62,50. Y queda flotando un interrogante que podría crecer si el contexto internacional no se tranquiliza: ¿alcanzará con el impuesto de 30% a la compra de dólares y uso de la tarjeta en el exterior?

Los tres acontecimientos que recrudecieron en las últimas jornadas (petróleo, coronavirus y paro del campo) impactan en lo inmediato en el flanco más vulnerable que tiene hoy la Argentina: la restricción externa, es decir la escasez de dólares. El derrumbe del petróleo genera un desafío enorme. Por un lado complica seriamente a las ocho provincias productoras, ya que recibirán menos recursos y podrían sufrir problemas de empleo. En Neuquén esto podría ser más complicado por el yacimiento de Vaca Muerta, pero en otras provincias donde se explota petróleo convencional la situación también podría tornarse dramática.

 Resulta fundamental conseguir nuevas fuentes generadoras de dólares a partir de un tipo de cambio competitivo. Pero todos los planes para conseguir mayor oferta de divisas por el momento no pueden ser llevados a la práctica.

Sin posibilidad de salir a competir a un valor del barril cercano a los USD 30, el impacto es doble: no solo no vendrán dólares para promover nuevas inversiones en el sector, sino que el plan de promover las exportaciones hidrocarburíferas quedará por ahora en una simple expresión de deseos. El presidente Alberto Fernández había adelantado en su discurso inaugural de sesiones ordinarias en el Congreso que se estaba trabajando en esa dirección, pensando también en el sector minero. Ahora entró todo en una suerte de "limbo"

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