Mendoza/San Juan: Coronavirus y recuperación de economía

  • 26 de abril, 2020
Tuvo gran repercusión nuestra nota sobre las distintas situaciones que enfrentarán Mendoza y San Juan durante y al salir de la crisis del coronavirus. Esa nota, que comparaba las realidades por las que pasarán ambas administraciones en los próximos meses por la cancelación de todas las actividades productivas y comerciales durante mes y medio o más, no estaba destinada a los mendocinos. Por Ricardo Olivera  Ellos tienen su independencia de criterio y la están usando, los de afuera somos de palo como bien nos escribió un lector en un comentario

Tuvo gran repercusión nuestra nota sobre las distintas situaciones que enfrentarán Mendoza y San Juan durante y al salir de la crisis del coronavirus. Esa nota, que comparaba las realidades por las que pasarán ambas administraciones en los próximos meses por la cancelación de todas las actividades productivas y comerciales durante mes y medio o más, no estaba destinada a los mendocinos.

Por Ricardo Olivera

 Ellos tienen su independencia de criterio y la están usando, los de afuera somos de palo como bien nos escribió un lector en un comentario. Agregó: "La minería es una discusión terminada en Mendoza". La finalidad era reafirmar lo que se está haciendo bien en San Juan y uno tiene dos formas de definirse, por lo que es y por lo que no es. Una parte del artículo estaba destinada a recordar que no somos Mendoza y por qué. Esta otra parte trata de analizar cómo espera cada cual la salida de esta crisis. San Juan goza la ventaja de haber desarrollado una actividad que florece junto a los problemas mundiales, como es el precio de los metales y particularmente los preciosos como el oro. Mendoza sufre el capricho de mantenerse al margen de lo que hacen todos quienes viven al lado de una montaña, que es explotar ese recurso natural. La gran ventaja que tiene todo producto que se exporta es que ingresan divisas de afuera del país para luego gastarse adentro. Cada dólar que ingresa (el dólar es la moneda del comercio mundial) se convierte a pesos al cambio del día y entra a circular en las diferentes transacciones multiplicándose cerca de 5 o 6 veces. Hay un ejemplo que suele darse. Un pasajero llega al mostrador de un hotel, pregunta por alojamiento, piensa quedarse algunos días y paga por anticipado. Deja las valijas y parte a hacer trámites. Con ese dinero, el dueño del hotel paga al proveedor de insumos para el desayunador, éste a su vez cancela su alquiler, el propietario del local la cuenta del diariero, el diariero a la tintorería y el tintorero, quien había quedado debiendo un préstamo en el hotel, trae al hospedaje los billetes de regreso. En eso, el pasajero vuelve de sus trámites y dice que no se quedará porque pudo resolver todo, pregunta si le pueden devolver lo entregado y el hotelero dice que sí. El hombre parte de regreso sin haber gastado un centavo pero, sin saberlo, había generado una economía 6 veces superior al monto original con solo permitir la circulación. Ese ejemplo explica los problemas creados por la falta de movimiento del dinero que será lo que más demore en restablecerse luego de la cuarentena, la famosa "cadena de pagos".

El papel que cumple el dinero que llega de afuera por ventas directas, no préstamos, en situaciones extremas como la actual es mucho más importante que en épocas normales y más cuando proviene de exportaciones de bienes de atesoramiento. Los bienes de consumo diario, carnes, granos etc., puede que bajen de precio por falta de demanda, lo está viviendo Mendoza de manera trágica con el petróleo. Nadie viaja y el precio del "oro negro" se ha reducido a lo mismo que la basura, las grandes petroleras están pagando para bajar su stock al haberse saturado sus depósitos. La basura es una de las pocas cosas por las que uno paga para que se lleven, en el caso único de la pandemia el petróleo ha entrado en la misma categoría. En cambio el oro siempre tiende a subir cuando hay incertidumbre al igual que las piedras preciosas, las obras de arte y las propiedades. ¿Razones? Muy sencillo, quien tiene plata trata de conservarla y se aleja de toda volatilidad. Una moneda de sobra no encuentra nada seguro para invertir y pocas cosas en qué gastar. A causa de la minería del oro, la plata y algunos otros metales semi preciosos que se extraen en menor proporción, a San Juan seguirá fluyendo más o menos el mismo dinero fuerte que antes del coronavirus, no así a destinos que no disponen de bienes de atesoramiento para vender. Luego de la suspensión de actividades, nadie podrá decir que esta fue una oportunidad, todos perderemos algo pero en esa malaria generalizada algunos sobrevivirán y podrán recuperarse rápido. Otros deberán esperar que alguien los saque del ahogo y en el mejor de los casos quedarán endeudados monetaria o políticamente. San Juan tiene todas las condiciones para estar en el primer grupo. Una administración prudente ha permitido conservar un fondo anticíclico equivalente a dos masas salariales completas, lo cual garantiza un flujo de dinero importante como es el que mueven todos los empleados públicos y municipales. Un precio en alza de nuestro principal bien exportable asegurará salarios altos y dinero fuerte a buena parte del sector privado asociado con la minería. Un manejo adecuado de esa liquidez tal vez permita una asistencia financiera barata para dar arranque al motor de otras actividades que hoy están totalmente paradas. Esto nos debería dejar una gran enseñanza, la de tener una mirada panorámica. La explotación minera ha debido superar largas batallas contra el conservadurismo local atado a las producciones tradicionales, la uva y la chacra. No todo debe quedar aquí, hacia adelante están las energías alternativas y la tecnología, con la ventaja de ser renovables. Vamos aprendiendo lo que nuestros hermanos mendocinos, otrora progresistas y hoy conservadores, nos enseñaron décadas atrás.

Diario de Cuyo