El oro y el material sanitario se disputan el escaso espacio disponible en los aviones

  • 5 de mayo, 2020
Uno de los mayores quebraderos de cabeza de la industria del oro durante la epidemia de Covid-19 ha sido la logística. Con la mayoría de los vuelos cancelados y restricciones en todo tipo de transportes, las refinerías no podían enviar sus cargamentos de oro a los principales mercados. Además, en los escasos vuelos disponibles, las empresas productoras de oro se han tenido que disputar el espacio con el material sanitario necesario para combatir la epidemia. por José Ángel Pedraza Según revelan desde Bloomberg, la refinería suiza Valcambi estuvo intentando sacar de Hong Kong un cargamento de oro durante cinco días seguidos en

Uno de los mayores quebraderos de cabeza de la industria del oro durante la epidemia de Covid-19 ha sido la logística. Con la mayoría de los vuelos cancelados y restricciones en todo tipo de transportes, las refinerías no podían enviar sus cargamentos de oro a los principales mercados. Además, en los escasos vuelos disponibles, las empresas productoras de oro se han tenido que disputar el espacio con el material sanitario necesario para combatir la epidemia.

por José Ángel Pedraza

Según revelan desde Bloomberg, la refinería suiza Valcambi estuvo intentando sacar de Hong Kong un cargamento de oro durante cinco días seguidos en el pasado mes de abril. El oro fue cargado hasta en dos ocasiones en la bodega del avión, para ser descargado de nuevo.

Tras varios días de negociaciones y discusiones, el cargamento de oro llegó a Suiza de forma inesperada, sin aviso previo, según reveló a la agencia británica de noticias el CEO de la refinería suiza, Michael Mesaric, quien confirmó que "ni siquiera habíamos solicitado un slot".

En efecto, la crisis del coronavirus ha puesto de relieve un aspecto de los mercados de metales preciosos que habitualmente pasa inadvertido: la logística del transporte del oro y la plata de unos países a otros.

Como explican desde Bloomberg, esta área de negocio está dominada por una serie de compañías (Brink?s, G4S, Loomis, Malca-Amit), que trasladan el metal desde las minas y las refinerías a los mercados y puntos de distribución de metales preciosos en todo el mundo.

Habitualmente, los lingotes de oro se trasladan en las bodegas de los aviones comerciales, unos metros por debajo de la cabina de pasajeros. Una vez que llegan al punto de destino, se transportan a las refinerías y cámaras acorazadas en furgones blindados.

Todo este proceso se ha visto alterado por la suspensión de la mayoría de los vuelos comerciales debido a las restricciones impuestas para combatir la epidemia de coronavirus. Ello ha provocado efectos inesperados en una industria acostumbrada a mover los metales de un punto del globo a otro en apenas unas horas: los precios en los distintos mercados clave han comenzado a diverger e incluso el mercado de Londres se ha planteado la posibilidad de realizar las entregas de metal en otras ciudades.

Debido a estas restricciones, la industria de los metales preciosos está buscando fórmulas alternativas para mantener el flujo de oro y plata en los mercados. Y, como apuntan desde Bloomberg, se trata de un auténtico quebradero de cabeza para las compañías implicadas, ya que incluso cuando se encuentra espacio en un avión, el cargamento de metales preciosos puede ser desembarcado sin previo aviso en caso de que se necesite el espacio para un cargamento de suministros médicos.

Como señala el vicepresidente para Asia-Pacífico de Brink?s, Baskaran Narayanan, "en el reducido número de vuelos comerciales, chárter o de transporte de mercancías que estamos utilizando, tienen órdenes de dar prioridad a los cargamentos de equipamiento de protección médica, alimentos y otros productos esenciales sobre los metales preciosos".

Desde Malca-Amit, su director ejecutivo para Singapur, Ariel Kohelet, apunta que antes de la crisis sanitaria podían realizar cualquier envío en el plazo de 24 horas. "Ahora tardamos entre 48 y 72 horas, y los costes se han incrementado. Hemos comenzado a utilizar vuelos de transporte de mercancías e incluso hemos contratado algunos vuelos chárter", asegura.

Aunque algunos operadores señalan que están trabajando para realizar los traslados sin demoras, Robert Mish, presidente de Mish International Monetary, señala que está resultando especialmente complicado operar con Asia: "algunos clientes lo entienden y otros no. Unos prefieren pagar más y otros comprenden las dificultades y no les importa esperar durante dos semanas".

En el caso del transporte por carretera, los costes se han incrementado. Desde la refinería alemana C. Hafner solían trasladar en camiones los lingotes de oro hacia países vecinos como Polonia. Pero después del cierre de las fronteras por carretera y de que sus contratistas dejaran de operar, la compañía se ha visto obligada a enviar el metal por vía aérea por medio de FedEx, lo que ha incrementado los costes en un 60%

Oroinformacion.com