Crónicas para "el día después" de la pandemia en el sector minero, por Miguel F. Di Nanno
- 8 de mayo, 2020
Nunca antes nos enfrentamos a una crisis de características así de particulares, originada en una pandemia que aún no se resuelve y para la que debemos ir previendo su desenlace. Esta crisis no tiene bases económicas como la crisis del 2007/08. Esta ha puesto a la humanidad entera a merced de un atacante que no distingue status económico, ni creencias, ni situación geográfica. Nos colocó a
Nunca antes nos enfrentamos a una crisis de características así de particulares, originada en una pandemia que aún no se resuelve y para la que debemos ir previendo su desenlace.
Esta crisis no tiene bases económicas como la crisis del 2007/08. Esta ha puesto a la humanidad entera a merced de un atacante que no distingue status económico, ni creencias, ni situación geográfica. Nos colocó a todos los humanos en un mismo plano de igualdad ante la amenaza.
Como toda crisis, nos servirá para aprender y tomar los recaudos que correspondan para afrontar otra posible pandemia. La pregunta es: ¿nos estamos preparando para hacer que "el día después" exista?
Me caben algunos análisis para colaborar en el quehacer que debemos afrontar ahora.
Las economías, y sin entrar en detalles técnicos especializados, se sustentan en:
a.- Inversión del sector privado con producción de bienes y servicios.
b.- El gasto público
c.- El consumo
Hoy se hallan vulnerados estos tres puntos. Esto deja en claro que existe una población en situación también de vulnerabilidad, por ausencia o disminución drástica de los factores antes mencionados. Entiendo que debieran efectuarse las tomas de acción para intentar proteger esa población.
Nos estamos enfrentando con una crisis que no se soluciona como en el 2007/08 con aportes del Estado a determinados sectores de la economía. Aún con ayuda económica del Estado a esta población vulnerable, la misma se halla sujeta a una cuarentena, al aislamiento y distanciamiento social necesarios, por lo que la recuperación del consumo será muy lenta.
Entiendo que el Estado deberá asumir un rol más activo y empático con toda la población ? no sólo la vulnerable ? a los efectos de promover la puesta en marcha de la cadena productiva, y a su vez promover una mayor inversión. Es decir, comenzar a mover nuevamente la economía, tomando todos los recaudos que esta amenaza nos impone.
Deberíamos aprender de esta modalidad laboral, hoy impuesta, del trabajo desde la casa. Es una posibilidad que hoy se aplica y evita en contagio. ¿Por qué no mantenerla, promoverla y adecuarla? En aquellos sectores donde esto no sea posible, se deberán reformar arquitectónicamente los puestos de trabajo para adecuarlos al distanciamiento social, así como una modificación de las normativas que rigen a estos empleos. Aquí el Estado debiera impulsar ayudas a empresas que mantengan su dotación de trabajadores.
Entiendo que los gobernantes debieran reducir la presión financiera y fiscal, por lo menos para esta coyuntura y promover:
a.- Garantía de empleo para cubrir las necesidades básicas
b.- Reestructurar la normativa laboral
c.- Condonación y/o postergación selectiva de deudas en los sectores productivos
d.- Suspensión del pago de impuestos y servicios por un plazo determinado
e.- Ayudas económicas a trabajadores autónomos y estudiantes
f.- Obras públicas determinadas amigables con el medio ambiente
g.- Normativa cierta y creíble para promover la inversión
Hay una verdad que quedó visible al enfrentar la pandemia y esta fue la falta de preparación de los países en infraestructura médica adecuada y con capacidad de respuesta rápida. Habrá que invertir en una mejor preparación para la próxima (léase camas, personal médico y enfermería per cápita, así como los servicios de Policía, Bomberos y Ambulancias).
Desarrollar nuevas modalidades de comercio, dado el distanciamiento físico, aislamiento y cuarentenas para contener la pandemia lo que significó un colapso en la demanda de servicios y productos, aún en los esenciales.
En este estado de shock de demanda y oferta habrá que delinear la salida con ideas creativas y en conjunto con todos los sectores. Estamos frente a una emergencia sin precedentes que exige respuestas coherentes y sensatas. Es momento de preguntarnos si los basamentos de las economías nacionales deben ser ajustados ? por lo menos temporariamente ? niveles de deuda pública, déficit público, márgenes de ganancias, crecimiento del PBI, adecuándolo al período que denomino "la Postguerra". La diferencia radica en que la infraestructura productiva y de servicios no está destruida físicamente sino detenida por imposibilidad pandémica y/o problemas económicos/financieros.
Al proponer un rol más activo del Estado no estoy proponiendo reformas meramente impositivas, ni recetas keynesianas tradicionales. Aquí se trata de poner en marcha la economía productiva de base. Aquella que genera riqueza real y que posee un factor de multiplicación económico que moviliza a la economía toda.
Es aquí donde la minería, hoy reconocida como industria base necesaria e imprescindible, cobra valor preponderante. La cadena de valor que nuestra actividad moviliza es más que significativa y es aquí donde el Estado debiera poner su atención. Asistir a las Pymes que proveen a nuestra actividad, que hoy están golpeadas duramente.
La minería, que posee características propias para la generación de riqueza, es uno de los pilares económicos para una recuperación y puesta en marcha de las actividades productivas, traccionando a un gran sector de la vida económica.
"... Al proponer un rol más activo del Estado no estoy proponiendo reformas meramente impositivas, ni recetas keynesianas tradicionales. Aquí se trata de poner en marcha la economía productiva de base. Aquella que genera riqueza real y que posee un factor de multiplicación económico que moviliza a la economía toda..."
Sin lugar a dudas que deberá haber asistencia mutua y colaboración entre los distintos actores, empresas, Estado y comunidades.
Pareciera que hoy más que nunca cobra un significado profundo el término sostenible.
Para nuestra actividad, y para asegurar que exista el "día después", es necesaria la concurrencia de todos los sectores involucrados para arribar a tratamientos y/o soluciones novedosas y creativas.
El apoyo y el mayor desarrollo tecnológico favorecerán la producción, utilizando en mayor medida, por ejemplo, técnicas robóticas ? como las utilizadas en nuestra actividad productiva subterránea. El desarrollo y la creación de nuevas tecnologías que aseguren y preserven la salud de trabajadores y comunidades y que sean ambientalmente amigables, adecuados a la Postguerra.
Preservar, sostener y promover la cadena de valor será primordial para asegurar que exista "el día después". Así pondremos en marcha nuevamente la actividad minera productiva, movilizando la fuerza laboral que la asiste.
Aún es incognoscible la velocidad con la que la economía comience a recuperarse y curarse de esta pandemia, pero es seguro que sólo saldremos adelante con la concurrencia de todos los sectores, acordando soluciones creativas - ya que sólo con el estímulo fiscal y monetario, que deberá ser enorme y sin precedentes, no será suficiente.
La creación de una estructura ad hoc para diagnosticar, analizar, proponer soluciones y que nuclee a todos los involucrados de nuestro quehacer minero, creo que es imprescindible para asegurarnos que exista un "días después". Empresas productoras, exploradoras, Estado Nacional y Provincial, gremios, prestadores de bienes y servicios específicos, Cámaras, profesionales del área, académicos, investigadores, etc. que con profesionalismo y empatía aborden los requerimientos para poder mirar un horizonte que hoy no se ve tan cercano.
Miguel F. Di Nanno
Ing. de Minas. Consultor de empresas.