En nuestra industria no existe espacio para entidades dubitativas y sin compromiso. Por Iván Malla
- 8 de mayo, 2020
A nadie escapa dentro del sector minero argentino que los trabajadores de la industria enrolados en la Asociación Obrera Minera Argentina hemos sabido construir en los últimos dieciséis años una entidad gremial dinámica, proactiva, democrática y consistente. A esto se le suma una historia que detalla la presencia constructiva y proactiva de una organización que siempre tuvo muy claro su rol político y social. Desde su creación AOMA constituyó un perfil dinámico que
A nadie escapa dentro del sector minero argentino que los trabajadores de la industria enrolados en la Asociación Obrera Minera Argentina hemos sabido construir en los últimos dieciséis años una entidad gremial dinámica, proactiva, democrática y consistente.
A esto se le suma una historia que detalla la presencia constructiva y proactiva de una organización que siempre tuvo muy claro su rol político y social. Desde su creación AOMA constituyó un perfil dinámico que basó su despliegue en la innovación y la presencia constante en todo el país, logrando consolidar a través de sus seccionales una entidad sólida y presente.
Este legado que exhibe AOMA lo hace convincente detrás de un liderazgo positivo y conductivo por medio de la presencia de Héctor Laplace en su rol de Secretario General. De la misma forma, se ha sabido constituir un funcionamiento que pone a nuestro gremio dentro de la vanguardia del Movimiento Obrero Organizado y, sin temor a equivocarme, nos permite desarrollar la acción gremial con claros y precisos ejes para nuestro funcionamiento.
Esta realidad, es una particularidad que debe valorarse en toda la actividad. Ya que poseer un gremio muy bien posicionado permite despejar dudas y aplica, por medio de su conducta ética y moral, una verdadera muralla de contención para más de 32.000 afiliados y casi 40 mil trabajadores que se rigen por las conquistas sociales y resguardos legales que se han obtenido en 67 años de existencia.
No me caben dudas en afirmar que AOMA es una "marca certificada de responsabilidad y seriedad". Esto se puede comprobar en cuanta mesa de discusión se plantee dentro y fuera de la industria. Somos implacables a la hora de ejercer la defensa de cada derecho del trabajador minero. De la misma forma somos rigurosos cuando opinamos sobre lo lícito de nuestra actividad y cómo defenderla ante los infundados ataques de sectores carterizados encolumnados como falaces defensores del medio ambiente.
Es que, desde AOMA, hemos aprendido que defendemos el medio ambiente ya que nosotros somos parte de la transformación del mismo y que si ejercemos malas praxis atentamos contra nuestras vidas. Somos los primeros en ser afectados ante una crisis desatada en un yacimiento. Nosotros y nuestras familias, amigos, vecinos. Por eso ratificamos que los falsos ambientalistas persiguen otros ideales, esos que se encuadran en la dependencia cultural y económica que buscan sectores dominantes que pretenden manejar el mundo sin reparar cómo ni dónde. Por eso, reafirmamos, que los trabajadores mineros argentinos somos defensores del medio ambiente, de la misma forma que exigimos el uso racional de los recursos naturales y de la defensa irrenunciable de generar riquezas, mediante nuestro trabajo, para el beneficio de los argentinos.
Estas concepciones las traemos desde nuestra cuna. La asimilamos cuando crecemos en nuestras casas, escuelas, barrios y la reforzamos dentro de una entidad gremial que permite crecer mediante la participación y convocatoria constante a ser protagonistas del conocimiento. Aquí es donde debemos poner en un alto valor los acuerdos que desde AOMA nacional se realizaron con las Universidades Nacionales de San Juan, Jujuy, General Sarmiento, o las privadas como Kennedy o Católica. Junto a estas y otras como la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, Catamarca, Jujuy o Salta, a quienes permanentemente recurrimos para acordar capacitaciones ligadas a nuestra actividad y al universo de distintas temáticas que ellas abordan y que los dirigentes buscamos asimilar. Esta apertura se realizó desde el liderazgo de Héctor Laplace, quien abrió un escenario diferente para el dirigente de base: acceder a esa formación que le fue esquiva por diferentes situaciones.
Desde esta apertura, cada universidad, con el esmerado aporte de sus académicos, permitió a cientos de dirigentes mineros acceder al mundo del conocimiento. Sumando nuevas herramientas del campo de la comunicación, de la ciencia y de otras cuestiones empíricas de los más variados ítems que ofrecen nuestras unidades académicas. Esto se ha constituido en un verdadero éxito y logro, hecho sin precedentes en el sindicalismo argentino.
Mediante lo narrado es bueno comprender desde donde hablamos. A partir de nuestra pertenencia nos presentamos en sociedad para significar que una entidad gremial no es sólo una fuerza de choque anti patronal como se la quiere hacer ver.
El funcionamiento de los gremios se sustenta en la vida misma de sus componentes. Lo efectuamos desde el derecho establecido como normativa para defender a cada trabajador. Al mismo tiempo sustentamos complementos hacia una seguridad social que se presta a través de la obra social, o en las ventajas de las prestaciones gremiales como hotelería, becas y acompañamiento en caso de experimentar situaciones extremas.
La tarea gremial es mucho más que la participación en las mesas de las Convenciones Colectivas de Trabajo. Posee en su accionar un amplio abanico que nos exige esmerarnos y pensar siempre en las innovaciones de propuestas para que los trabajadores y su familia estén bien.
"... El funcionamiento de los gremios se sustenta en la vida misma. Lo efectuamos desde el derecho establecido como normativa para defender a cada trabajador. Al mismo tiempo sustentamos complementos hacia una seguridad social que se presta a través de la obra social, o en las ventajas de las prestaciones gremiales como hotelería, becas y acompañamiento en caso de experimentar situaciones extremas..."
Muchos hablan de los importantes salarios que se perciben en la actividad minera. Es una verdad a medias. Por ejemplo, en nuestra seccional de San Juan convivimos y trabajamos con las diferentes ramas que posee la industria. Nuestros afiliados perciben sueldos mensuales desde treinta mil a doscientos mil. Cada uno con una realidad muy diferente. Dispar e incómoda. El gremio, desde su accionar, les da los mismos beneficios a todos. Por eso, esta realidad nos exige ser solidarios, respetuosos y trasparentes.
Conjugamos la tarea gremial con mucha dedicación y sin renunciamientos. Defendemos cada fuente de trabajo y somos partidarios del diálogo y el consenso. Así aprendimos de nuestros mayores y esta es la línea operativa e ideológica que se emana desde AOMA nacional.
Pero a no confundirse. No somos un gremio de escritorio. Por eso nos van a ver recorriendo permanentemente nuestros yacimientos. Aplicando y exigiendo el cumplimiento de las normativas vigentes.
Entendemos que el diálogo permite acordar en forma ecuánime y al mismo tiempo entregarle al sector una definición muy precisa y elocuente que la tarea gremial es un complemento más de la vida de una industria.
Concebimos que un gremio fuerte asegura un sector activo. En la minería argentina no existe espacio parta entidades dubitativas y sin compromiso. Feliz Día de la Minería.
Por Iván Malla
Secretario General de la Seccional AOMA San Juan. Miembro del Secretariado Nacional de AOMA