Chubut: Roberto Avilés, enfermero y pastor de Gastre sostuvo que «Necesitamos producir, no el asistencialismo»

  • 31 de julio, 2020
El enfermero del Hospital Rural de Gastre y pastor evangélico, Roberto Avilés, un referente social de la meseta, se refirió a las carencias de la región, que van desde las vinculadas a infraestructura hasta las educativas, que existen en la región: «Necesitamos producir para tener, no el asistencialismo», dijo. En este sentido valoró las manifestaciones que se realizaron la semana pasada con la participación en las calles de vecinos que «rechazaron las imposiciones provenientes de las localidades más pobladas y desarrolladas de l

El enfermero del Hospital Rural de Gastre y pastor evangélico, Roberto Avilés, un referente social de la meseta, se refirió a las carencias de la región, que van desde las vinculadas a infraestructura hasta las educativas, que existen en la región: «Necesitamos producir para tener, no el asistencialismo», dijo.

En este sentido valoró las manifestaciones que se realizaron la semana pasada con la participación en las calles de vecinos que «rechazaron las imposiciones provenientes de las localidades más pobladas y desarrolladas de la provincia».

Avilés, oriundo de El Bolsón, llegó a Gastre en 2010 y fue presidente de la Cooperativa local en 2016.

«Desde que llegué siempre me había llamado la atención que Gastre era un pueblo tan callado. Había decisiones más de las localidades vecinas que de Gastre, a pesar de sus necesidades», dijo Avilés. Como ex presidente de la Cooperativa dijo que son evidentes las «falencias en la energía eléctrica», pese a lo cual «el acompañamiento del pueblo y a nivel provincial era muy poco».

Asimismo enumeró las necesidades generales como la del Hospital de Gan Gan que está sin gas, no hay una ruta asfaltada y hace 5 años que no se realiza mantenimiento.

«Somos el último pueblo de la provincia del Chubut, al norte. Es un pueblo muy poco visitado por los poderes». Por eso, la manifestación de la semana pasada, «es lo que se tendría que haber hecho desde un principio: que el pueblo tome las decisiones», porque «cada municipio, comuna, comisión de fomento, es dueña de decidir qué necesita y qué quiere para su futuro».

«No puede decidir por nosotros una comunidad que está a 400 o 500 kilómetros, porque las necesidades son distintas entre las regiones. Telsen, Gan Gan y Gastre son pueblos que tienen aldeas con necesidades básicas para satisfacer; y hay que salir del letargo en el que se encuentran», agregó.

«Acá hay que andar a caballo, no hay 4x4 ni tecnología de punta. ¿Qué nos pueden venir a decir desde Madryn, Trelew, Esquel o Rawson donde tienen vehículos y tecnología?».

«Duele cuando uno escucha desde Puerto Madryn que le dicen no a la mina. Con ese criterio, nosotros tendríamos que ir a Madryn a decirles no a las ballenas, o no a Aluar. O a la cordillera a decirle no al turismo. Esquel está a 300 kilómetros de acá. Es entrar en mezquindad. ¿En qué les afecta a ellos que Gastre crezca?».

«La verdad es que hay que felicitar a la gente de Gastre porque tomó las manceras del arado, y a partir de ahora va a ser otra la historia. Se va a acabar la historia del miedo, del letargo».

El Chubut