Criptomonedas versus oro, la batalla por la gran inversión a futuro
- 2 de agosto, 2020
En épocas donde el confinamiento es obligatorio, busquemos resignificar el verdadero concepto de independencia y libertad, valiéndonos de las posibilidades que nos brinda la tecnología , a los fines de resguardar e invertir nuestro capital. Por José Ignacio Trajtenberg Reformulando el ejercicio de la libertad en tiempos de cuarentena En tiempos de aislamiento, encuentro oportuno preguntarse por aquellos valor
En épocas donde el confinamiento es obligatorio, busquemos resignificar el verdadero concepto de independencia y libertad, valiéndonos de las posibilidades que nos brinda la tecnología , a los fines de resguardar e invertir nuestro capital.
Por José Ignacio Trajtenberg
Reformulando el ejercicio de la libertad en tiempos de cuarentena En tiempos de aislamiento, encuentro oportuno preguntarse por aquellos valores que son fundamentales en nuestras vidas. ¿Qué sostenemos cuando alzamos los valores de la independencia y la libertad? En una primera aproximación, diría que festejamos el gozar y ejercer los mismos en nuestra vida diaria.
Existen distintos ámbitos en donde la independencia y la libertad se ejercen, pero en otros se han visto desdibujados, y me gustaría ahondar en el plano económico-financiero. Estamos transitando momentos históricos en donde el Tesoro de los Estados Unidos lleva emitidos cerca de 4 billones de dólares a los fines de salvar la mayor economía mundial que se encuentra paralizada a causa del Covid-19 y sus consecuencias. Dichos bonos, que son títulos de deuda ofrecidos a los inversores, son considerados como los más seguros del planeta y extremadamente buscados en tiempos de crisis. Por supuesto, éste no será el momento de cuestionarse respecto del nivel de endeudamiento que está asumiendo EEUU y las consecuencias subsiguientes para la economía global, teniendo en miras mantener sus propias tasas bajas a los fines de sacar a flote su economía.
Lo cierto es que en tiempos de dependencia y colonialismo, lo que primaba era la voluntad del reinante por sobre sus colonias. Esto implicaba una serie de prohibiciones y limitaciones, entre las cuales se encontraba el no poder disponer de sus propias economías y el cúmulo de bienes y servicios que le permitirían emitir su propia moneda. De esta época, tenemos recuerdos de cómo la corona española llevó para sus arcas, alrededor de 185.000 kilos de oro, o lo que significaría hoy unos 10.8 billones de dólares. Esta referencia, sólo tiene como propósito el dejar planteado que España colonizando ??las Américas??, se llevó ese total de oro a lo largo de 158 años. Lo de EEUU corresponde a un 40% de dicho monto en poco más de 6 meses, y que lejos de acabarse, según palabras de Donald Trump, ??se emitirá lo necesario para levantar la economía??, lo cual deja un horizonte difuso en torno al tamaño de dicha deuda discrecional.
El buscar la independencia y ejercerla efectivamente en el plano económico-financiero, justamente tiene como propósito el depositar valor libremente sobre aquello que no está a merced de la voluntad de un mandatario o un estado. Tiene que ver con el valor subyacente que respalda la confianza de una moneda o activo transaccional. En esta misma línea, el oro lleva una suba acumulada de un 16% en lo que va del año, y la misma obedece a la devaluación del valor real que están sufriendo las monedas nacionales.
Las características de valor intrínseco y finitud o escasez que reviste el metal precioso, hacen que muchos inversores lo hayan elegido o incluso decidido incrementar sus posiciones sobre este activo. La escasez se debe a una cuestión natural debido a que existe una cantidad determinada de oro en el mundo, y es el que terminará negociándose en definitiva.
Qué ventajas tienen las criptomonedas sobre el oro
En la actualidad, las criptomonedas comulgan en gran medida con los atributos del oro, como el caso del Bitcoin que tiene un protocolo que le da origen, el cual especifica que sólo existirán 21 millones de ellos, y que se emitirán de manera deflacionaria hasta el año 2.140. Esto permite deducir que, el Bitcoin tiene una política de emisión monetaria cuya gobernanza responde a la soberanía de la tecnología.
Así también el mismo tiene como valor subyacente, la mayor red descentralizada de procesamiento de datos, la cual no está supeditada a ningún ente o persona en particular, sino a la suma de partes que la componen.
Resulta interesante saber que las criptomonedas tienen virtudes sobre el oro también, ya que las mismas son digitales, lo que facilita su portabilidad, trazabilidad y transferibilidad inmediata.
Además, presentan protocolos encriptados para protegerlas de posibles ataques a la propiedad o incluso fraudes de falsificación.
Y por último, no precisan de intermediarios ya que pueden transferirse de persona a persona, haciéndolas sumamente eficientes y útiles para la adquisición de bienes y servicios, o simplemente como un nuevo standard de valor en donde resguardar nuestro capital.
En épocas donde el confinamiento es obligatorio, busquemos resignificar el verdadero concepto de independencia y libertad, valiéndonos de las posibilidades que nos brinda la tecnología, a los fines de resguardar e invertir nuestro capital y depositar su consiguiente valor.
(*) CEO & Co-Fundador de Xcapit.
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