Catamarca/desde la bancada periodística: Un rumbo claro y definido

  • 17 de agosto, 2020
Uno de los obstáculos más frecuentes para el desarrollo de un Estado, es el cambio constante de objetivos, métodos y formas de acción de quienes circunstancialmente asumen la conducción política. Pocos países reflejan con tanta claridad esta situación como la República Argentina, donde cada período de transición política representa casi siempre la aniquilación de todo lo hecho por la gestión anterior.

Uno de los obstáculos más frecuentes para el desarrollo de un Estado, es el cambio constante de objetivos, métodos y formas de acción de quienes circunstancialmente asumen la conducción política.

Pocos países reflejan con tanta claridad esta situación como la República Argentina, donde cada período de transición política representa casi siempre la aniquilación de todo lo hecho por la gestión anterior.

Si bien la renovación periódica, la actualización y el aggiornamiento son imprescindibles para avanzar; instalarse en una constante etapa de "volver a empezar" equivale a permanecer eternamente en el mismo sitio, porque se transita una y otra vez la fase de los cimientos, que se demuelen y levantan alternativamente, sin que se llegue a ejecutar nunca la etapa siguiente del proyecto.

Lamentablemente, ese tramo que se reitera indefinidamente, es siempre el del sacrificio, el del esfuerzo, el del ajuste y las bonanzas prometidas nunca se concretan, porque a golpe de timón se decide marchar hacia otro lado.

Ciertamente no puede pretenderse que todas las fuerzas políticas o los diferentes dirigentes que acceden al poder piensen y actúen de la misma manera, porque no existe un pensamiento único y las distintas posturas ideológicas se expresan también en la gestión, ya que cada uno pondrá el acento en el aspecto que considera primordial.

Pero lo que se hace imprescindible, lo que hacen los países más consolidados, es definir ciertos lineamientos básicos resueltos desde el interés común y mantener un rumbo más allá de las improntas que las sucesivas autoridades puedan tener.

Esto no es otra cosa que una política de Estado, nacional, provincial o municipal; imprescindible para consolidar aspectos esenciales de un lugar determinado, independientemente de los apellidos o el color político de quienes ejerzan un mandato.

Catamarca minera

Catamarca, que necesita políticas de Estado viables y duraderas en el tiempo, parece haber consolidado al menos una de ellas y es la referida a la producción minera. No resultó un proceso fácil, pero hace casi una década que se observa un horizonte despejado y hacia allí se marcha sin contramarchas sin fisuras.

La figura clave en ese proceso fue sin duda la exgobernadora Lucía Corpacci, quien trazó una serie de claves y posicionó a la provincia como un centro relevante de la minería nacional e internacional.

Fiel a su estilo, Corpacci no cargó las tintas sobre gestiones anteriores, ya que su punto de partida fue el gigantesco y malogrado emprendimiento de Bajo La Alumbrera, cuyos réditos no se expresaron precisamente en una elevación de la calidad de vida de los catamarqueños, ni se cuenta con referencias claras sobre el destino de los multimillonarios ingresos que generó a partir de las regalías.

Quien fuera mandataria provincial entre 2011 y 2019, interpretó que muchas falencias crónicas de la postura catamarqueña, bien pudieron obedecer a la inexperiencia de un Estado pequeño, puesto a negociar con multinacionales poderosas y siempre con Nación en el medio, también interesada en tomar su porción de la torta.

Sentada a la mesa con comensales siempre más grandes y fuertes, Catamarca quedó estancada en un rol sumiso, sin hacer pesar el argumento más contundente: la Provincia era y es la propietaria de las riquezas que tanta expectativa generan.

Los cambios instrumentados fueron amplios y variados, y modificaron la postura provincial, posiblemente para siempre.

Nuevas reglas

Durante la gestión corpaccista se establecieron nuevas reglas de juego, abarcando desde pequeños detalles hasta grandes decisiones. Por mencionar solo algunas, las más sobresalientes, podemos recordar que:

* Se constituyó la empresa estatal CAMYEN, Catamarca Minera y Energética, una experiencia inédita que sirvió de modelo a otras provincias del país. Con CAMYEN, Catamarca se ubicó a la par de las grandes empresas y adquirió contextura para participar incluso como socio en más de un proyecto.

* Se impuso a todo inversor que trabaje en territorio catamarqueño, la obligatoriedad de cumplir con un cupo de personal contratado en la provincia, con lo cual se aseguró que toda actividad minera represente una fuente de empleo directo para las localidades donde están asentados los emprendimientos y su zona de influencia.

* Se fortalecieron y ampliaron las carreras terciarias y universitarias vinculadas con la minería, para contar con personal especializado de excelencia, que cumpla con labores importantes en futuros emprendimientos y que los catamarqueños no sean solo llamados como peones de obra.

* Se transparentaron los controles ambientales con participación ciudadana, para cortar de raíz los mitos de contaminación y llevar adelante estudios serios y permanentes de impacto ambiental.

* Se obligó a las grandes empresas a traducir las normas de la Responsabilidad Social Empresaria en obras tangibles dentro del territorio catamarqueño, por ejemplo, con los Hospitales de Andalgalá y Aconquija, o las obras hídricas en Antofagasta de la Sierra.

* Se otorgó a Catamarca una presencia internacional mediante la participación en todos los grandes congresos y ferias mineras alrededor del mundo, presencia que se tradujo en reconocimientos como la Presidencia cedida a la provincia dentro del Consejo Federal Minero.

* Se multiplicaron los trabajos de exploración y definición de áreas potables para eventuales explotaciones, ofreciendo propuestas concretas y firmes a potenciales inversores.

* Se jerarquizó el trabajo de los mineros desde espacios como Minas Capillitas o Farallón Negro, con mejoras acordes con la relevancia de la labor desempeñada.

Nueva etapa

Al asumir el poder Raúl Jalil, esta política se mantuvo muy firme. El propio gobernador señaló que la Provincia es inviable sin minería. Y un logro inmediato fue obtener para Catamarca la presidencia de YMAD, una empresa que durante años fue teledirigida desde Buenos Aires y hoy tiene como titular a Fernando Jalil, quien trasladó la sede a esta provincia.

Ahora se marcó otro hito con la asunción de Fernanda Ávila como primera mujer al frente de la minería en la provincia. Ávila, sucesora de Rodolfo Micone, tiene enormes desafíos por delante, comenzando por la próxima activación del megaproyecto de Agua Rica.

Es natural que los nombres cambien, que las personas pasen, que los tiempos evolucionen. Pero si Catamarca mantiene este rumbo claro y definido, las perspectivas solo podrán mejorar.

En una provincia donde la minería se menciona incluso en su himno, que la actividad haya logrado fortalecerse como política de Estado es una noticia alentadora y positiva.

Estamos así más cerca de lograr que la minería, que cuenta en esta parte del país con antecedentes de varios siglos, logre finalmente funcionar como debe. Esto es, un motor para el desarrollo de otras actividades, para el fomento de la producción, del trabajo, de la generación de recursos genuinos y la apertura al turismo, al emprendedurismo y la activación económica.

Se trata, recordémoslo siempre, de recursos no renovables. Esto impone obligaciones mayores, porque desperdiciar nuevamente las oportunidades que la actividad minera ofrece, sería un pecado sin perdón, por el cual habría que rendir cuentas a las próximas generaciones de catamarqueños.

El oro, la plata, el cobre y el mismo litio, por mucho valor que registren en los mercados, carecen de fuerza si su producción no reconoce como verdadero objetivo brindar un mejor futuro a los habitantes de este suelo.

Ese principio esencial, según entendemos, bien puede ser compartido por el actual gobierno y los que vengan. Crecer será así una posibilidad de avanzar mucho más firme y real.

El Esquiú.com