Mendoza: certezas y dudas que dejan Potasio Río Colorado y la empresa provincial minera

  • 22 de septiembre, 2020
El Gobierno de Mendoza confirmó que ya tiene un acuerdo con Vale para la transferencia de la propiedad de Potasio Río Colorado. Hasta ahí todo claro, pero las dudas surgen respecto a lo que pasará cuando pase a manos de la administración provincial. Edu Gajardo La historia de Potasio Río Colorado (PRC) está llena de altos y bajos, siendo los bajos la constante desde que comenzó a caer al precio del mineral y Vale decidió fre

El Gobierno de Mendoza confirmó que ya tiene un acuerdo con Vale para la transferencia de la propiedad de Potasio Río Colorado. Hasta ahí todo claro, pero las dudas surgen respecto a lo que pasará cuando pase a manos de la administración provincial.

Edu Gajardo

La historia de Potasio Río Colorado (PRC) está llena de altos y bajos, siendo los bajos la constante desde que comenzó a caer al precio del mineral y Vale decidió frenar la construcción, cerrar las puertas y buscar -sin éxito- un socio. Ahora, sin interés por seguir en Mendoza la minera brasileña entrega una inversión de más de US$1.500 millones en infraestructura en Malargüe y deja una cuenta de US$30 millones para la provincia.

Ya salió humo blanco y la provincia toma el control de la concesión minera -como accionista de PRC- a través de una empresa provincial minera que está por crearse. Lo cierto es el acuerdo, lo que aún genera duda está en lo que será la empresa y cómo se creará.

Un punto a favor que tiene la gestión de Emilio Guiñazú, subsecretario de Energía y Minería, es el acuerdo. Aún cuando están bajo confidencialidad varios puntos, el hecho de alcanzar un acuerdo aclara el camino, dejando todo en manos de un sólo actor. Hasta ahora Mendoza dependía de lo que podía y quería hacer Vale con el proyecto. Que la provincia tenga la propiedad no significa tampoco que ahora todo va a ir por un tobogán, porque las condiciones siguen siendo complejas.

Una certeza más es que se deja de lado cualquier opción de avanzar con el proyecto original o con la reingeniería que había hecho Vale para PRC. Son inversiones muy altas -como mínimo de US$1.500 millones- que no pudo conseguir la gigante brasileña y que de ninguna manera pueden estar en el radar de una empresa provincial.

Hay certeza respecto a la idea del Ejecutivo de avanzar con un proyecto de US$200 millones y 200 mil toneladas anuales. El proyecto original de Vale -cuando comenzaron a subir sus costos- llegó a considerar una producción anual de 4 millones de toneladas. Bajar muchísimo la vara abre más opciones para encontrar un inversor, pero tampoco hace fácil ese camino. Se amplía el espectro de empresas con capacidad de llegar a esos montos, pero tampoco están a la vuelta de la esquina.

El Gobierno calcula que la cuenta que dejará Vale alcanzará para mantener durante 6 años una parte de la infraestructura actual, es decir, sólo lo que puede servir para este proyecto de menor escala. Después de ese plazo si no se encontró un inversor, PRC comenzaría a ser un gasto y habría que estudiar opciones.

La empresa provincial de minería

Cuando se inició el proceso de negociación con Vale había dos opciones sobre la mesa para la transferencia. Ampliar el objeto de Emesa o avanzar con una empresa minera local. La segunda opción ganó la pulseada y es la elegida por el Gobierno.

La duda que surge es cómo se creará, porque según confirmó Emilio Guiñazú a Memo, desde el sector que encabeza van a poner sobre la mesa las opciones y será el gobernador el que decidirá qué camino seguirán para crear la empresa. El funcionario aseguró que no es necesario pasar por la Legislatura para hacerlo, pero hay algunos especialistas y dirigentes políticos que consideran que necesariamente para crear una empresa estatal tiene que ir un proyecto a la Casa de las Leyes.

Por ahora prefieren no pronunciarse públicamente sobre supuestos. Quieren esperar a saber qué decide Suarez y también conocer el contenido del acuerdo confidencial de transferencia que se hará público cuando llegue a la Legislatura -o antes- para dar una opinión específica.

El riesgo de un proyecto para crear la empresa provincial es que se pueda trabar por alguna cuestión netamente política o por la acción de grupos ambientalistas. Estos últimos están atentos y ven en la creación de una entidad de este tipo un avance encubierto para instalar la minería en Mendoza, por lo que no dudarían en actuar y presionar a los legisladores. La cuestión es que si no se crea la empresa no se puede firmar el proyecto de acuerdo con Vale, porque legalmente el Estado no puede tener la propiedad y todo está diseñado para que ésta vaya a esa nueva repartición.

Otro dato cierto es que en la oposición aún no tienen conocimiento oficial de la creación de la empresa provincial y tampoco de lo que dice el acuerdo. Sin embargo, en base a las publicaciones periodísticas, hay sectores que no logran entender la necesidad de crear una empresa específica para la minería en una provincia en la que se derogó una ley que la fomentaba hace menos de un año.

En ese sentido, las preguntas apuntan al por qué crear una empresa -con los nombramientos y estructura que significa- para atender sólo una empresa, porque según manifestó Guiñazú su único objetivo sería administrar PRC. Otra duda es por qué mejor no se avanzar con una ampliación del objeto de Emesa, algo que consideran más simple y rápido.

Cuando comenzó a conocerse la posibilidad de avanzar con la idea de la compañía provincial en el sector minero causó sorpresa, porque se avanza con una nueva entidad y aún sigue pendiente la recuperación y valorización de la Dirección de Minería.

La transferencia de PRC a la provincia permite terminar con una parte de la historia, pero se viene una que puede ser aún más complicada. El Gobierno espera tener finiquitada la firma del acuerdo y la creación de la empresa en 45 días. Plazos rápidos que confían en poder cumplir.

Memo.com.ar