Un ordenador de sobremesa contiene oro por valor de entre 9 y 12 dólares

  • 22 de septiembre, 2020
Los ordenadores y los dispositivos electrónicos en general contienen pequeñas cantidades de metales preciosos, entre los que se encuentra el oro. Localizado sobre todo en los circuitos impresos, procesadores y otros componentes, algunos aparatos pueden tener una cantidad relativamente alta de este y otros metales preciosos. El problema es el coste de recuperarlos. por José Ángel Pedraza En un reportaje publicado por Christopher McFadden en Interesting Engineering cuantifican el valor del contenido de oro en un ordenador personal

Los ordenadores y los dispositivos electrónicos en general contienen pequeñas cantidades de metales preciosos, entre los que se encuentra el oro. Localizado sobre todo en los circuitos impresos, procesadores y otros componentes, algunos aparatos pueden tener una cantidad relativamente alta de este y otros metales preciosos. El problema es el coste de recuperarlos.

por José Ángel Pedraza

En un reportaje publicado por Christopher McFadden en Interesting Engineering cuantifican el valor del contenido de oro en un ordenador personal: según unas fuentes, alrededor de nueve dólares, sin tener en cuenta el coste de recuperar el metal; según otras, alrededor de la quinta parte de un gramo, es decir, unos 12 dólares.

En el caso de los ordenadores portátiles, el contenido en oro es de algo menos: alrededor de un décimo de gramo, valorado en unos seis dólares. Otros dispositivos, como equipos industriales de vídeo, pueden contener una pequeña fortuna en oro, superando los 56 gramos que, al precio actual, valdrían más de 3.400 dólares.

Estas cantidades de metales se acumulan en partes muy concretas de los dispositivos: los contactos y conectores de las placas base y los circuitos impresos, e incluso un fino revestimiento en aquéllas; las CPU, que cuentan con cientos de conectores a su alrededor y en su superficie; los chips de memoria RAM, que también cuenta con numerosos conectores y un revestimiento de oro; los accesorios como módem interno, tarjeta PCI, puerto Ethernet, tarjeta gráfica y otros periféricos.

Además del oro, los dispositivos electrónicos como ordenadores también cuentan con pequeñas cantidades de otros metales preciosos.

Por ejemplo, hay plata en los circuitos impresos, los chips, la membrana del teclado y algunos condensadores. Se puede encontrar platino y paladio en los discos duros y en componentes de los circuitos impresos. Y otros metales valiosos como cobre, níquel, tántalo, cobalto, neodimio y aluminio en diversos componentes.

El problema del reciclaje

A pesar de la existencia de todos estos metales en el interior de los dispositivos electrónicos, su reciclaje no es sencillo ni resulta económicamente rentable a pequeña escala. De hecho, muchas veces los componentes de los ordenadores son más valiosos si están intactos y se pueden utilizar como recambio.

Para que este tipo de minería pueda ser un buen negocio, es necesario aumentar la escala y contar por toneladas. Según los datos de Interesting Engineering, cada tonelada de residuos electrónicos contiene entre 400 y 800 veces más cantidad de oro que el que se puede extraer de cada tonelada de material que se procesa en las minas. Teniendo en cuenta que cada año se generan alrededor de 50 millones de toneladas de residuos electrónicos (11 millones solo en los Estados Unidos), el negocio puede ser redondo.

En la actualidad, tan solo se procesa o recicla una parte muy pequeña de esos 50 millones de toneladas: alrededor de un 12,5%. En muchos casos, además, ese reciclaje se limita a enviar los residuos a países asiáticos o africanos, donde se clasifica y vende como chatarra, o se quema para eliminarlo o tratar de extraer los materiales valiosos.

Una práctica que no solo resulta antieconómica, sino también potencialmente dañina para las personas (en muchos lugares son niños los que se encargan de esta tarea) y para el medio ambiente, debido a la gran cantidad de residuos tóxicos que se generan (plomo, cadmio, dioxinas, arsénico, mercurio, cromo, antimonio, berilio?).

Éste es el motivo por el que los países occidentales se han movilizado y han aprobado regulaciones sobre los residuos electrónicos en las que se prohíben estas prácticas.

El oro en la electrónica

La industria electrónica es una de las que más oro consume. Los dispositivos electrónicos suelen utilizar una corriente de voltaje muy bajo, que se interrumpe con facilidad si los puntos de conexión se corroen u oxidan.

El oro ofrece una solución a este problema, ya que es un excelente conductor eléctrico y es inmune a la corrosión, por lo que es el metal adecuado para fabricar conectores eléctricos, relés, puntos de soldadura o cables de conexión, más seguros y resistentes.

También los dispositivos electrónicos más modernos, como teléfonos móviles, calculadoras, PDA, GPS y otros contienen una pequeña cantidad de oro. Lo mismo sucede con los televisores.

Se ha intentado reducir la cantidad de oro en algunos dispositivos utilizando otros metales revestidos en oro para abaratarlos. E incluso sustituir este metal por alternativas como el platino o el paladio. El problema es que, en algunas ocasiones, estos metales resultan incluso más caros que el oro, y son muy escasos.

Reciclaje sin elementos químicos

Una de las formas más eficientes de extraer el oro de los dispositivos electrónicos, en cuanto a costes y tiempo, es mediante el uso de productos químicos. Sin embargo, este método requiere experiencia y unas importantes medidas de seguridad, ya que se desprenden gases tóxicos.

Como señala el artículo de McFadden, algunos investigadores han ensayado métodos químicos que implican el uso de ácidos suaves como el vinagre. Estos métodos están en desarrollo para ver hasta qué punto pueden ser rentables económicamente.

Lo cierto es que éste es un negocio en desarrollo, que puede dar mucho juego durante los próximos años, dada la abundante cantidad de materia prima que se genera cada año.

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