La apuesta que hace China con inversiones en sectores estratégicos
- 2 de octubre, 2020
Las áreas más dinámicas de la economía, como energía, agroindustrial, minería e hidrocarburos, concentran el foco de atención de la agenda. La Argentina se convirtió en uno de los socios claves de China a nivel mundial. Y el gigante asiático afianzó su relación alentando inversiones en diferentes sectores.
Las áreas más dinámicas de la economía, como energía, agroindustrial, minería e hidrocarburos, concentran el foco de atención de la agenda.
La Argentina se convirtió en uno de los socios claves de China a nivel mundial. Y el gigante asiático afianzó su relación alentando inversiones en diferentes sectores.
Xinjiang Goldwind Science & Technology Co. Ltd. (Goldwind), el mayor fabricante chino de aerogeneradores, posee cinco parques eólicos, de los cuales uno ya se encuentra en operación. Cuatro están en Chubut y uno en Miramar. Todos juntos alcanzarán una capacidad instalada de 354 MW.
En San Juan, la compañía china Shandong Gold, propietaria del 50% de la operación en la mina Veladero junto a la canadiense Barrick Gold, comprometió u$s145,5 millones para extender la vida útil del yacimiento hasta 2030, lo cual permitirá recuperar 1,2 millones de onzas de oro. En 2017, los chinos adquirieron la mitad de Veladero por u$s960 millones. Antes de la pandemia, Shandong Gold tenía previsto crear 1.100 empleos y en sus planes también asoma comparar Pascua Lama a la Barrick.
En Jujuy, Gangfeng Lithium desembolsó u$s160 millones a Lithium Americas, con sede en Vancouver, por el 50% del proyecto de litio Caucharí-Olaroz, actualmente en construcción. La empresa china acordó un cronograma de financiamiento, que incluye una inversión de hasta u$s400 millones.
En La Rioja la londinense ECR Minerals vendió su filial argentina Ochre Mining a la china Hanaq Argentina, que también se especializa en litio, pero que al mismo tiempo controla el proyecto de oro Sierra de Las Minas.
China Metallurgical Corp. busca reactivar el depósito de mineral de hierro Sierra Grande, en Río Negro, y el proyecto de cobre Campana Mahuida, en la provincia de Neuquén.
Sergio Spadone tiene 53 años y vivió los últimos 14 en China. Trabajó en Beijing y Shanghái. Hoy es director ejecutivo de la Cámara Argentino-China, ya que el padre Carlos Spadone, a los 83 años, se mantiene a resguardo por el coronavirus. "Ojo, no está retirado, me llama cinco veces por día", aclara. Para el mayor de los cinco hermanos Spadone, la iniciativa del Gobierno chino es invertir en el exterior en cuestiones estratégicas: la seguridad alimentaria y algunos recursos básicos, como la energía.
"La Argentina tendría que ver cómo desarrolla su relación con China a la par de cómo la desarrolla con Estados Unidos. En muchos sectores estratégicos, que tienen que ver con las tecnologías, las telecomunicaciones, el 5G, en cuestiones en que China compite de igual a igual a Estados Unidos", recomendó Spadone.
En Entre Ríos la Corporación Nacional de Importación y Exportación Técnica de China (CNTIC) lleva adelante una inversión de u$s200 millones para construir 50 km de gasoductos, una línea de alta tensión de 132 kw y una extensión de fibra óptica, que permitirán concluir el cierre energético del norte entrerriano.
El analista internacional Patricio Giusto posee un Master en Estudios Chinos y es profesor visitante en la Universidad de Zhejiang. "La presencia de China en materia de inversiones en la Argentina no es algo novedoso, ya que tenemos más de dos décadas de fuertes inversiones en infraestructura, y uno de los mayores intereses de China en América Latina es infraestructura energética. La mayor inversión que han hecho es en la red eléctrica de San Pablo. En la Argentina, son las represas de Santa Cruz", expresó el director del Observatorio Sino-Argentino.
Giusto se refirió al complejo hidroeléctrico Cóndor Cliff y La Barrancosa -rebautizadas nuevamente Néstor Kirchner y Jorge Cepernic-, que construyen China Gezhouba Group Corporation (CGGC), Hidrocuyo y Electroingeniería sobre el río Santa Cruz, en la estepa patagónica. El proyecto costará u$s4.730 millones y el 85% de ese monto será financiamiento chino. Luego del rediseño, que implicó un achicamiento de la inversión de u$s1.300 millones, y tras la parálisis de las obras durante la gestión de Macri, ahora se retomó la actividad. Hasta ahora se avanzó un 15% del master plan. Ambas represas generarán 1.310 MW, lo que representará el 3% de la energía disponible a nivel nacional, con un pico máximo del 10%.
"Es una obra emblemática porque China le había puesto una cláusula cross default, que significaba que si no avanzaba se paraban las otras inversiones, como los ferrocarriles o minería. Eso te da la pauta de que la inversión energética es central para ellos", destacó Giusto.
Según el profesor de China Contemporánea de la UCA, para los chinos son estratégicas las energías renovables. "Es el sector que más le interesa desarrollar en los próximos años. Los paneles solares instalados en Jujuy son de los mejores del mundo, más eficientes y más baratos. Y ellos tienen interés en que cada vez más países los compren. Y lo mismo ocurre con los molinos de vientos, que ya están exportando", sostuvo.
Power China es el contratista más grande de energía renovable del país, con una cartera de proyectos valuados en más de u$s1.500 millones. Power China desarrolla el Parque Fotovoltaico de Caucharí de Jujuy, parques eólicos en Chubut y La Rioja, proyectos solares en Salta y Córdoba, y dos megaobras hidroeléctricas: el dique El Tambolar de San Juan y Portezuelo del Viento en Mendoza.
La experiencia de Spadone en el Oriente lejano le permite tener otra óptica de la situación. "La energía es un negocio netamente financiero. Si los chinos producen gas, energía solar o eólica en el país, no se la pueden llevar, es un negocio de venta de equipos y de renta financiera, o de las dos cosas juntas. Por un lado, un banco chino, con la renta financiera y por otro, un productor de paneles solares o generadores eólicos que vende equipamiento. Es un excelente negocio porque cobran de inmediato", soltó el experto dirigente empresario.
En materia nuclear, se analiza con la China National Nuclear Corporation la construcción de una nueva central nuclear en la localidad de Lima, partido de Zárate, que significaría sumar 1.200 megavatios, para abastecer de energía a 11 millones de argentinos. Los reactores Hualong ONE duran 60 años de generación continua de energía.
Gustavo Pérego, director de desarrollo de nuevos negocios de la consultora Abeceb, remarcó las ventajas que puede aportar el Acuerdo UE-Mercosur al interés inversor de los chinos. "Abre un puente de inversiones para la región, porque se abre más el mercado y lo hace más atractivo a China. El acuerdo ordena marcos institucionales que hoy no están y les dará una ventaja a los europeos con reformas, sube la vara, lo que ayudará a que los otros actores busquen inversiones. El gran tema es que Argentina tiene que ser competitiva y que no todo vaya a Brasil", consideró.
La asociación de empresas argenchinas
El año pasado las IED a nivel mundial fueron de u$s1,6 billones, por debajo de los años récord 2014 y 2015, cuando se llegó a u$s2 billones. "El flujo de inversión llega, se instala y alimenta un stock, y hoy el stock hundido es del 40% en todo el mundo. En los últimos años la Argentina no participó en eso, es un problema general, no es por la pandemia ni la situación general", analizó Marcelo Elizondo.
En este marco, los especialistas opinaron sobre el modelo de asociación de empresas argenchinas. "Es una muy buena idea, es una excelente idea de internacionalizar empresas argentinas, de recibir inversión", señaló Elizondo. "Muchas veces las firmas locales no reciben porque no tienen financiamiento ni atributos, y es una oportunidad de modernización de las empresas argentinas. Esto sucede en varias partes del mundo", añadió.
Spadone coincidió. "Es el modelo ideal, con ese modelo China está donde está. Que se asocie un inversor chino con un argentino es lo recomendable desde lo empresarial, el tema es encontrar alguien de confianza. Es el negocio ideal. El tema es que los chinos lo entiendan así".
¿Y los hidrocarburos? ¿Y Vaca Muerta?
En el rubro hidrocarburos Sinopec (con Oxy Argentina) opera yacimientos en Santa Cruz, Chubut y Mendoza. Pan American Energy, de British Petroleum y Bridas, que a su vez está integrada por el grupo Bulgheroni y la china CNOOC, fracturan en Vaca Muerta. En Mendoza la petrolera Petro AP anunció una inversión de u$s500 millones durante los próximos cinco años en Malargüe. En la provincia cuyana YPF y Sinopec tiene acuerdos de operación hasta 2027.
Pérego, miembro del CARI, recordó que el mercado petrolero es de grandes jugadores. "Con este sistema de concesiones argentinas sólo entran los grandes operadores globales, por la espalda financiera que tienen. No es como en EE.UU., que hay empresas chiquitas haciendo no convencional. Los chinos están interesados en desarrollar proyectos en Vaca Muerta, pero como objetivo de diversificar su cartera de inversiones energéticas", aseveró.
Para el consultor de Abeceb, sería clave que la Argentina ingrese a la ecuación de seguridad energética china, como ya lo hizo con la de seguridad alimentaria. "El gran proyecto de GNL en Vaca Muerta y tener un marco regulatorio propicio es la puerta de entrada a ese juego, y que China mire con buenos ojos hacer una inversión de magnitud", expresó Pérego.
El exsubsecretario de Integración de Políticas Productivas remarcó que para lograrlo es indispensable tener volumen de exportación del producto energético, ya sea crudo o GNL, y que la Argentina sea muy competitiva en el upstream. "Como sólo se genera gas para exportar a través del shale, hay que ser muy competitivo en boca pozo y en los costos de transporte (midstream), para que el barco que salga de Bahía Blanca lo haga con un contrato de mediano plazo. Por ahora se hicieron ventas spot. Pero tampoco tiene sentido que para exportar gas licuado se tenga que subsidiar con presupuesto nacional la producción para el mercado local", analizó el consultor y ex funcionario.
Según fuentes del mercado, una planta modular nueva de GNL, con capacidad para expandir en una segunda etapa, más los gasoductos con origen en Vaca Muerta y la terminal portuaria para la carga de buques, costarían entre u$s4.000 y u$s6.000.
La radiografía de las inversiones en la Argentina continuará en la medida en que las relaciones entre ambas naciones siguen en colaboración permanente.
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