"El 2022 podría ser el año en que los precios de los químicos de litio comiencen a subir"
- 4 de octubre, 2020
El ingreso de megafábricas de celdas de batería entre 2022 y 2024 y la falta de nuevos proyectos de producción de litio hace prever un déficit en el mercado en los años siguientes. Europa por sí sola necesitará 170.000t anuales de carbonato de litio equivalente, es decir, más de la mitad de la demanda actual de 300.000t anuales, lo que traerá consigo un repunte de los precios en 2022, según el analist
El ingreso de megafábricas de celdas de batería entre 2022 y 2024 y la falta de nuevos proyectos de producción de litio hace prever un déficit en el mercado en los años siguientes.
Europa por sí sola necesitará 170.000t anuales de carbonato de litio equivalente, es decir, más de la mitad de la demanda actual de 300.000t anuales, lo que traerá consigo un repunte de los precios en 2022, según el analista José Hofer, de Benchmark Mineral Intelligence, quien conversó con BNamericas sobre el mercado del litio y sus perspectivas futuras.
BNamericas: ¿Cómo se proyecta la industria minera y el mercado del litio en el contexto del COVID?
Hofer: La segunda mitad del 2020 se ve algo más positiva en términos de demanda, si bien se siguen empleando los protocolos por el tema de la pandemia. Hay un aumento en las faenas mineras y también en la producción.
En muchos de los casos, por ejemplo, en Sudamérica con el mercado de litio en Chile o Argentina, es muy probable que terminemos con producciones mayores que las del año 2019.
BNamericas: ¿El mercado de litio ofrece entonces buenas perspectivas que podrían llevar a reactivar proyectos?
Hofer: El año 2019 fue bastante duro en términos del mercado. Veníamos con una tendencia bajista de los precios incluso más fuerte que la de 2018, especialmente para los químicos de litio en China, y el carbonato en China también bajó una enormidad.
Muchos de los proyectos que iban a ejecutar las júnior no encontraban financiamiento.
Ahora las condiciones en 2020 están planas, los precios han bajado levemente durante el 1S20 y hoy en día se encuentran relativamente estables.
La sobreoferta que vimos en 2019 y parte del 2020 se ha empezado a atenuar. Es muy probable que el año 2020 termine con un mercado relativamente balanceado entre oferta y demanda.
BNamericas: ¿Qué podemos esperar para 2021?
Hofer: Para 2021 pronosticamos precios estables, quizás con leves mejoras hacia el segundo semestre; el 2022 podría ser el año en que los precios de los químicos de litio comiencen a subir.
El sulfato de cobalto, insumo para la fabricación de cátodos, entraría en déficit antes que los químicos de litio, con precios que subirán el 2021.
El sulfato de níquel probablemente entre en déficit hacia mediados del 2022, por lo que su precio se mantendría estable durante el 2021.
Nosotros pronosticamos un fuerte aumento para este insumo de cátodos, incluso mayor que en el caso de los químicos de litio.
Para el caso del litio, nosotros esperamos que entren en déficit en el 2S22 o principios de 2023 el carbonato de litio, por la demanda de cátodos de litio-ferrofosfato (LFP) en China, y el hidróxido de litio, debido a la demanda de cátodos de alto níquel en Corea, Japón y nuevas instalaciones de Europa.
BNamericas: ¿Qué se puede esperar de aquí a fin de año?
Hofer: El litio está en estado plano, todavía con coletazos de la baja demanda por el retroceso progresivo en los subsidios a vehículos eléctricos en China, que limitó la demanda en 2019, pero con perspectivas sanas para los próximos años.
Actualmente se están cerrando una enorme cantidad de contratos nuevos para 2021. Hay que recordar que el mercado de litio y el mercado de cátodos en general no solamente es China y el noreste de Asia. Existen una enorme cantidad de proyectos de baterías y vehículos eléctricos en Europa.
Europa es el siguiente mercado grande que va a entrar en ejecución y eso está a la vuelta de la esquina, entre 2022 y 2024. Solamente en esos 3 años deberían entrar en operación grandes proyectos de megafábricas de celdas para productores.
Solamente en Europa, para la cadena de suministro de batería de iones de litio en los próximos tres o cuatro años se requerirán 170.000t de carbonato equivalente; es decir, poco más de la mitad de la demanda actual, que son 300.000t anuales de carbonato equivalente.
Si pensamos que, dada la falta de financiamiento no van a entrar proyectos nuevos en 2020 ni en 2021, no hay proyectos greenfield ?todo proviene de expansiones? y nos encaminamos a una situación de déficit en el mercado.
BNamericas: Hablando de la revolución energética, ¿cuáles son los principales pilares que las empresas mineras deberían tomar en cuenta para el mediano y largo plazo?
Hofer: A lo que apunta este mercado de la revolución energética es al almacenamiento de energía, que se debe principalmente a tres submercados: transporte en vehículos eléctricos o electromovilidad; almacenamiento de energía para respaldo en redes eléctricas, que es básicamente el respaldo de parques solares y eólicos o reguladores de alta o baja potencia y otras utilidades como servicios; y finalmente portabilidad, en la que encontramos subgrupos de celulares, herramientas basadas en baterías de iones de litio, dispositivos como computadoras, tabletas, etc.
El almacenamiento de energía crecerá en promedio entre 22% y 26% anual durante los próximos 10 años.
BNamericas: ¿Cuáles son los países mejor preparados en Latinoamérica para hacer frente a los retos de la revolución energética?
Hofer: En términos generales, por la demanda del mercado de cobre, Chile, Perú y Ecuador, por supuesto. En cuanto a la demanda de hierro es imposible no mencionar a Brasil. Centroamérica y Cuba por sus yacimientos de cobalto.
Están todos bastante preparados y tienen una industria minera seria, madura, que ha enfrentado los desafíos que planteó la pandemia del coronavirus con una estrategia muy bien pensada.
En Latinoamérica es donde mejor se han enfrentado los desafíos logísticos que ha planteado el coronavirus.
BNamericas: ¿Qué pasa con el mercado del litio?
Hofer: En lo específico, Chile estuvo bien parado por ser el país que tiene las mayores reservas; sin embargo, el marco legal de la industria del litio no lo acompaña mucho por la enorme complejidad que supone para el país, a diferencia de Argentina, cuyo marco legal invita mucho más a las inversiones, pues es mucho más atractivo y flexible.
Eso se traduce al enorme nivel de inversiones que ha tenido el mercado minero de litio en Argentina durante los últimos 20 años.
Hoy en día en Chile hay un puñado de inversores que se pueden contar con los dedos, mientras que Argentina tienes más de 45 proyectos andando entre las tres provincias que tienen las mayores reservas de litio, Jujuy, Catamarca y Salta. Además, los gobiernos regionales son realmente muy buenos en Argentina para recibir de manera muy amigable las inversiones.
El caso de Perú es un poco distinto. Va muchísimo más atrás y hay ausencia en términos de legislación. porque no son muchos los depósitos que tienen. En el caso de Bolivia, la producción se topa con un depósito difícil de explotar técnicamente, Uyuni.
Bnamericas.com