El presidente Trump es bueno para el oro, ¿o no?

  • 11 de octubre, 2020
Opinión, Thorsten Polleit. Economista jefe de Degussa

Opinión, Thorsten Polleit. Economista jefe de Degussa

Desde que el presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, fue elegido para ocupar su cargo el 3 de noviembre de 2016, el precio del oro ha aumentado un 52%, el índice bursátil S&P 500 un 66% y el tipo de cambio del dólar de los Estados Unidos ha disminuido alrededor de un 6%. Pero la pregunta es: ¿tiene algún sentido sugerir que el presidente Trump es directamente responsable de la evolución de los mercados financieros y los precios de los productos básicos? ¿Es esta una pregunta razonable en absoluto?

Bueno, en cierto sentido lo es, ya que cualquier presidente de los EEUU ciertamente ha tenido un impacto en las condiciones económicas y financieras de su país y, por tanto, en los precios de los activos. En el caso del presidente Trump, fue votado para hacer una diferencia real. La mayoría de los votantes de EEUU se decantó por Trump porque les prometió que cambiaría sus asuntos económicos y sociales para mejor - como se ejemplifica en el lema de la campaña del presidente Trump "Haz que América sea grande de nuevo".

El presidente Trump prometió grandes cambios: "Drenar el pantano", hacer retroceder "el Estado profundo", traer las tropas a casa y poner fin a las acciones de la "élite política globalista" que tenía otros planes en mente que el bienestar del ciudadano americano medio. Al mismo tiempo, sin embargo, los factores inhibidores a los que se enfrenta la agenda política del presidente Trump siguen siendo colosales. No hay duda de ello.

No solo viene la feroz resistencia de los oponentes políticos. También hay, en primer lugar, un sistema de papel moneda sin respaldo que limita efectiva y severamente el margen de maniobra en un sistema republicano. La emisión durante diez años de nuevos dólares de los EEUU, creada de la nada, ha facilitado un crecimiento desproporcionado del Estado, con el Estado expandiéndose hacia un "Estado máximo".

Potentes grupos de interés especial, como las grandes empresas y la gran banca, han desarrollado un interés económico y financiero vital en mantener en funcionamiento el sistema de papel moneda sin respaldo, y en particular en la construcción de un Estado todopoderoso. Pues es el Estado el que les permite influir en la política (fiscalidad, regulación, etc.) a su favor; este fenómeno es bien conocido en economía, se llama "rentseeking".

Además, el sistema económico y financiero se ha vuelto adicto a inyecciones cada vez mayores de dinero sin respaldo. Una vez que la entrada de nuevos créditos y dinero se seca, el boom artificial se convierte en un fracaso, lo cual tendría un precio económico y social muy alto. Por eso, en la crisis de bloqueo políticamente dictada, la Administración Trump decidió ir "con todo", para rescatar a toda costa el tambaleante sistema de papel moneda sin respaldo.

En tiempos de emergencia aguda, esta es una decisión política comprensible. Sin embargo, sería ingenuo creer que alguna vez será posible hacer retroceder al Estado sin poner fin al monopolio de la producción de dinero del Estado. "Quien monta un tigre tiene miedo de desmontar". Y, de hecho, se necesitarían esfuerzos sobrehumanos por parte de los que gobiernan, así como de los gobernados para poner fin deliberadamente al sistema de papel moneda sin respaldo y aceptar felizmente sus horrores.

Cuanto más tiempo se mantenga vivo el sistema de papel moneda sin respaldo, mayores serán los desequilibrios económicos y financieros, y más grave será el fracaso final. Mantener tal sistema en marcha es como "patear la lata por el camino". Pero en algún momento, la patada debe terminar. No puede continuar para siempre. Esto es lo que el dinero sólido nos dice. Afortunadamente, hay cambios importantes en camino, que podrían cambiar las cosas para mejor.

En los últimos años, varios estados de EEUU - Arizona, Idaho, Texas y Utah, por ejemplo - han estado restaurando el oro y la plata como dinero. Han eximido al oro y a la plata del IVA y de los impuestos sobre las ganancias de capital para que puedan competir con el dólar estadounidense a la hora de hacer pagos y mantener los ahorros. Las monedas de oro y plata que son emitidas por los EEUU son reconocidas como dinero. La gente tiene la libertad de hacer sus pagos con dólares americanos o monedas de oro y plata.

Este es un desarrollo que de ninguna manera debe ser subestimado por aquellos que tienen o consideran comprar oro y plata. Si se permite que el sistema de papel moneda sin respaldo siga vivo (por la Administración Trump o cualquier otra administración), es probable que los precios del oro y la plata continúen con una tendencia al alza, ya que el poder adquisitivo del billete verde se verá erosionado, y en consecuencia la demanda de oro y plata, y por lo tanto sus precios aumentarán.

Y si el sistema de papel moneda sin respaldo se derrumbara - como resultado de un "accidente" o de esfuerzos políticos deliberados -, sólo quedaría un dinero, y es el dinero de metales preciosos en forma de oro y/o plata. En tal escenario, se puede esperar que el oro y la plata ganen poder adquisitivo con mucha fuerza y presumiblemente también con bastante rapidez.

"El presidente Trump es bueno para el oro, ¿o no?" Bueno, supongo que la respuesta es sí. En caso de que la administración Trump siga haciendo todo lo necesario para mantener el sistema de papel moneda sin respaldo, la consecuencia debería ser un aumento continuo del precio del metal amarillo, ya que esto requiere la emisión de nuevos saldos monetarios cada vez mayores, la supresión de los tipos de interés del mercado, y una mayor acumulación de cada vez más deuda.

Y en el caso de que el presidente de EEUU, en su segundo mandato, se tomara en serio la "deconstrucción del Estado administrativo", el precio del oro presumiblemente también se beneficiaría. Para entonces se tiene que imponer algún tipo de límite a la impresión de dinero y al estrangulamiento de las fuerzas del libre mercado, y el efecto sería con seguridad una crisis económica y financiera, que sería potencialmente letal para el sistema de papel moneda sin respaldo. Una vez más, esto sería positivo para el precio del oro.

La pregunta es: ¿tiene el oro una ventaja para todos? Bueno, los inversionistas con un horizonte a largo plazo tienen ciertamente, si se trata de estructurar su cartera de medios líquidos, buenas razones para poner su confianza en el "dinero oro" en lugar de las monedas de papel sin respaldo como el dólar de EEUU, el euro y compañía.

Atalayar.com