Mendoza: Ponen bajo secreto el acuerdo entre Vale y el Gobierno por la mina Potasio Río Colorado

  • 16 de diciembre, 2020
Vale transfirió las acciones del proyecto Potasio Río Colorado a la Provincia. Pero el contrato es confidencial. Un documento de más de 200 páginas quedará secreto por 5 años. Por Pablo Icardi La Provincia recuperó los derechos mineros de la mina Potasio Río Colorado, en Malargüe, tras un acuerdo con la empresa brasileña Vale que incluye el tras

Vale transfirió las acciones del proyecto Potasio Río Colorado a la Provincia. Pero el contrato es confidencial. Un documento de más de 200 páginas quedará secreto por 5 años.

Por Pablo Icardi

La Provincia recuperó los derechos mineros de la mina Potasio Río Colorado, en Malargüe, tras un acuerdo con la empresa brasileña Vale que incluye el traspaso de "gran parte" de los activos; es decir las instalaciones a medio hacer que quedaron en el predio. El acuerdo se firmó luego de que fracasaran los intentos de Vale por hallar un comprador y de varias prórrogas que le dio el Gobierno. Aunque en general el Estado mendocino retoma el control del lugar, no se conocen los detalles del pacto porque el contrato es secreto.

Así quedó establecido en el Decreto que fue firmado la semana pasada por Rodolfo Suarez y que deja expreso que el contrato es secreto. Recién dentro de 5 años se puede "desclasificar" el documento y conocer los detalles. Antes hace falta que la Legislatura lo refrende. El acuerdo hizo recordar otros contratos que se pusieron bajo cláusulas de confidencialidad, como el firmado entre YPF y Chevron, durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En ese caso la Corte Suprema de Justicia de la Nación luego obligó al Gobierno a informar. Entre las dudas que quedan están los problemas que puede arrastrar la transferencia de acciones, como los pasivos, las dificultades y problemas que tiene el proyecto para relanzarse.

El secreto que se impuso sobre el acuerdo incluye los términos y condiciones del contrato, la auditoría que se realizó, la información financiera y "cualquier información intercambiada entre las Partes". El secreto durará un lustro. "La Cláusula IX, Sección 9.12, "Confidencialidad" del contrato que por el presente Decreto se aprueba, establece que el Contrato y sus términos y condiciones, incluyendo los Materiales de Auditoría y cualquier información intercambiada entre las Partes son confidenciales ("Información Confidencial") y éstas se obligan a mantenerla confidencial por el plazo de cinco (5) años", dice el Decreto.

MDZ había revelado en enero de este año que el acuerdo que se negociaba con la empresa Vale tenía cláusulas secretas. Luego la empresa presentó la información financiera y un detalle de los activos que tenía, las dificultades del proyecto y también algunas proyecciones. Eso no fue difundido. Otras dudas que surgen tienen que ver con los "renunciamientos" de Mendoza ante cualquier problema no conocido (ambiental, financiero o logístico) y hasta el entramado de empresas que puede haber detrás de Vale.

En el decreto se menciona algo que sí fue comentado oficialmente: que el traspaso es gratuito para la Provincia. Sin embargo hay una ventana temporal que genera dudas. Es que la norma especifica que el traspaso de las acciones no es oneroso, pero por un plazo de entre 6 y 8 años. "La adquisición del paquete accionario no requiere en sí misma ningún aporte económico por parte del estado provincial, ni para la transferencia ni para las operaciones subsiguientes de la empresa, por un plazo estimado de entre 6 a 8 años", aclara el decreto de Suarez.

El proyecto Potasio Río Colorado tiene una larga historia. El yacimiento de sal de potasio fue descubierto por el Estado y los primeros sondeos se hicieron en la década de los 70. La empresa británica Río Tinto lo desarrolló y lo puso en proyecto ejecutivo. Con todo aprobado, lo vendió a la minera brasileña Vale, que por entonces era una de las empresas más grandes del mundo. La intención era montar una mina faraónica, con más de 2 millones de toneladas anuales de producción para exportar. Incluía hasta una línea de ferrocarril para sacar el producto por el puerto de Bahía Blanca.

La mina comenzó a construirse por parte de un consorcio llamado Potasio Río Colorado (liderado por Odebrecht). Pero comenzaron los problemas por la caída del precio del potasio y las dificultades de la propia empresa. Finalmente el proyecto se derrumbó; más de 3 mil personas perdieron el trabajo y las instalaciones quedaron a medio hacer. Desde entonces comenzaron negociaciones para relanzarlo. Vale en realidad nunca tuvo intención de hacerlo, sino que buscó venderlo.

El Estado evitó sancionar a la empresa y no le quitó la concesión minera. En cambio acordó un replanteo del proyecto para buscar o un socio inversor o un comprador. La ecuación económica nunca le rindió a Vale y finalmente se acordó el traspaso de las acciones y las instalaciones. Pero en condiciones secretas.

Las concesiones mineras son propiedad del Estado y se concesionan. En el caso de Potasio se regresan los permisos para las minas Guitarras, Don Roque, El Cruce, María Soledad, la Nube, entre otras. Vale igualmente tiene otros permisos mineros.

La intención del Gobierno es relanzar Potasio Río Colorado a una escala mucho menor (del 10% del proyecto original). Incluso se analiza cambiar el método de producción. Pero además quieren aprovechar las instalaciones para generar un polo energético y logístico.

Uno de los proyectos es que la petrolera YPF monte allí una planta de producción de polímeros que se usan para inyectar en pozos petroleros. Esa idea se instaló con la visita del CEO de la empresa, Sergio Affrontti.

Mdzol.com