Una nueva investigación revela que el oro puede acelerar la desalinización del agua

  • 9 de febrero, 2021
  • interes general
El desarrollo de la tecnología ha permitido implementar nuevas fórmulas para desalinizar el agua del mar y convertirla en agua potable.

 

Una reciente investigación ha revelado que el oro puede desempeñar un importante papel en el proceso de desalinización, que permite producir agua potable a bajo coste para las regiones más secas.

por José Ángel Pedraza

Un equipo de investigadores internacionales ha descubierto que es posible utilizar nanopartículas de dióxido de titanio con oro para acelerar hasta 2,5 veces la evaporación del agua en las plantas de desalinización y rastrear las moléculas y compuestos potencialmente peligrosos.

En un artículo publicado por la revista científica ACS Applied Materials and Interfaces, los investigadores afirman que las nanopartículas tienen la capacidad de absorber alrededor del 96% del espectro de luz y convertirlo en calor.

Como explica Alexander Kuchmizhak, de la Academia de Ciencias de Rusia, cuando se somete a este material a la ablación por láser en un líquido, el dióxido de titanio, que al principio es cristalino, se vuelve completamente amorfo y adquiere propiedades que lo hacen capaz de absorber la luz de banda ancha.

Si a este material se le añaden, además, nanoclústeres de oro, aumenta su capacidad de absorción de la luz visible.

En sus experimentos, el equipo de investigadores añadió nanopartículas de dióxido de titanio a un líquido que contenía iones de oro e irradió la mezcla con pulsos de láser, un método que no requiere un equipamiento demasiado sofisticado ni compuestos químicos peligrosos, y que se puede desarrollar con relativa rapidez.

“Al principio, tratamos de aprovechar esta capacidad en el contexto de la energía solar, pero enseguida nos dimos cuenta de que, debido a la nueva estructura amorfa, las nanopartículas de la capa activa de las células solares convertían la energía solar absorbida en calor, en vez de en energía eléctrica. Por eso se nos ocurrió la idea de usarlo como un nano-calentador en un tanque de desalinización, lo que pudimos recrear con éxito en condiciones de laboratorio”, explica Kuchmizhak.

Los científicos advirtieron que las partículas de dióxido de titanio iniciales no absorbían la radiación láser visible. Sin embargo, al añadir nanoclústeres de oro en la superficie, lograron estimular la fusión del dióxido de titanio.

Las nanopartículas se fundieron y formaron una única nanomorfología, en la que los nanoclústeres de oro se reparten tanto por la superficie como por el interior del dióxido de titanio.

El nanopolvo de dióxido de titanio con oro es de color negro para el ojo humano, ya que absorbe completamente el espectro de luz visible y lo transforma en calor. En cambio, el polvo de dióxido de titanio que se utiliza como materia prima es blanco

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