Y un día llegamos a los 20 años..., por Claudio Gutiérrez, director de Prensa GeoMinera

  • 8 de junio, 2022
Pasaron veinte almanaques desde aquel mes de junio de 2002 cuando con José Luis Andrich emprendimos la aventura de darnos esta oportunidad dentro del periodismo del sector minero.

 

Cuando afirmamos esto es porque en esa época, era más común, presenciar como cerraban o reducían redacciones que se dé impulso a algún proyecto editorial. Nosotros lo pudimos concretar y avanzar. Por esos días fríos de casi fin del otoño, hacia pocos meses que el ex presidente Eduardo Duhalde tomaba la conducción del país y la crisis, pos Fernando De La Rúa, castigaba a la gran mayoría del pueblo argentino.

Para colmo, como si fuera poco la crisis que afectaba a la Argentina, en el sector minero  se comenzaba a hacer sentir las voces contrarias a esta industria, por esos tiempos desde Chubut, precisamente desde Esquel, se iba conformando con robustez y contundencia la consolidación de un mensaje que aún perdura y no encuentra techo “El No a la Mina”.  Muy inorgánico pero real. Esto fue alimentado desde el aparato estatal nacional, para ese síntoma se instalaba en la Secretaría de Minería, un sanjuanino, no célebre por cierto, que llegaba a Buenos Aires con el apadrinamiento de referentes cuyanos, él era Jorge Mayoral, quien durante 13 años ocupó ese espacio de gobierno.

El sector minero de entonces era muy escueto. A la presencia productiva de las categorías de segunda y tercera (cemento-cal-piedra etc) aparecía las primeras empresas metalíferas de hierro, oro, plata y molibdeno de la mano de Cerro Vanguardia en Santa Cruz, Minera Alumbrera y Felix Salar del Hombre Muerto en Catamarca. Las que se sumaban a la eterna Mina Aguilar en Jujuy. En esos fines del XX y en los primeros años del siglo XXI se efectuaron las grandes apariciones en escena de grandes jugadores del mundo de la plata y el oro, asi es que entraron en escena   Homestake, que  compró Argentina Gold y luego en 2002 Barrick adquirió Homestake. Además se hablaba de la Línea Minera de electricidad e YMAD pasaba de estar quebrada a ser uno de los mejores negocios del Estado argentino por estar asociada con Minera Alumbrera. Por esos tiempos habían 8.000 trabajadores mineros en blanco. Desde la minería se exportaban 1.000 millones de dólares se hablaba del desarrollo sustentable; de las externalidades que provocaban las inversiones mineras cuando se construían los yacimientos; la minería llegaba a generar 9 puestos nuevos de empleo por cada uno que tomaba; se hacía con las universidades informes reales de la incidencia de la industria en la economía regional y nacional; como así también el tan mentado desarrollo de proveedores locales que se comenzó a realizar a instancia de Minera Alumbrera como factor de ampliar las ventajas del desarrollo de esta actividad. Por entonces se hablaba insistentemente sobre la necesidad de tener un plan de comunicación. Bueno, algunas cosas nunca se hicieron, pero esos eran los ejes temáticos que se experimentaban al momento de nacer Prensas GeoMinera y a no olvidarse que desde ese tiempo, como pasa ahora, los empleados ejecutivos de las empresas mineras pensaban que la publicidad era un gasto y que esta servía para torcer voluntades. Tampoco se prestaba mucha atención a los periodistas del sector que pensaban distinto. Estos eran, algunos de los rasgos que caracterizaban al sector.

Como lo era también el empuje e hidalguía de algunos de los que lideraban la cámara minera por entonces. En la presidencia estaba un minero de cuna como Jorge Fillol Casas; un dueño de empresa minera como el Ing. Walter Schmale (accionista de Pérez Companc); un verdadero representante de empresa productiva metalífera innovador como Julián Rooney (Alumbrera) y otro propietario de empresa calera como Manuel Abichain, por citar referentes contundentes y sólidos. Eran dueños de diferentes perfiles pero de indudable asimilación de los tiempos que se aproximaban. Valga un recuerdo especial para Victor Dimeglio, quien se desempeñara como gerente general de la CAEM, otro a quien destacar. Nombres que quedarán en la historia por ser protagonistas de un tiempo bisagra.

En ese contraste nacía Prensa GeoMinera. Pero no sólo escribíamos. En ese tiempo hicimos encuentros de Minería y Proveedores en Puerto Madryn y Villa La Angostura; luego también en Tucumán, Catamarca, Buenos Aires y San Juan.

En lo que se relaciona a tareas de comunicación a cara descubierta, organizamos eventos en Mar del Plata, La Rioja, Río Negro, Chubut, Ciudad de Buenos Aires, Tucumán, Salta, Jujuy, Córdoba, Mendoza y La Plata. Estuvimos trabajando en pleno conflicto desatado en Esquel, luego estuvimos presentes en Jacobacci, Chilecito, Andalgalá, Córdoba, Mendoza, Jáchal, Chubut y San Luis. Publicamos lo que pensaban los opositores al sector, los escuchábamos.

Supimos involucrarnos activamente con acciones conjuntas en las universidades nacionales de Catamarca, San Juan, San Luis, San Martín, Salta, Córdoba, Jujuy, La Plata, Del Litoral y Buenos Aires. Impulsamos la creación del GRUPO APORTES, luego, convertido en la Red de Académicos.

Siempre recurrimos a fuentes informadas y de investigación. Muchos de esos compañeros circunstanciales nos permitieron ampliar y difundir conocimientos y profundizar otros caminos de entendimiento para acceder a las diferentes comunidades con un mensaje certero. Siempre defendimos nuestras notas de autor. Editorializando la información que brindamos. Pocos medios del país se pueden dar este lujo editorial.

Veinte años… de Prensa GeoMinera. No es mucho, tampoco es poco. A menudo los recuerdos me trasladan a diversas situaciones. Enfrentamientos, disputas, reuniones, todas con largas discusiones; todas con muchas enseñanzas. En el balance, debo confesar, que jamás me imaginé llegar a los sesenta años, tener un medio escrito y sentir la misma pasión de mis inicios con el periodismo allá por el año 1983 en LU 15 Radio Viedma y en el diario La Voz del Sur. En esa época quería ser profesor de Historia. Al docente le ganó el trabajador de prensa. Y hoy estamos aqui conmemorando los 20 años de un medio sin dependencia estatal. Siempre apoyados por valientes auspiciantes que superaron apretadas para que no nos financien. Gracias infinitas a todos los que nos hicieron el “aguante”; para aquellos que estuvieron y para los que continúan.

Gracias a los sellos de goma temporales que intentaron amedrentar y coartar el ejercicio de la profesión. Esa actitud nos permitió reconocer lealtades y personas incondicionales. Y este tiempo transcurrido, en muchos casos, permitió el nacimiento de verdaderas  amistades.

Aquello que comenzó en junio de 2002 con José Luis Andrich no fue un “pasquín” pasajero, como en forma despreciativa nos calificaban quienes no querían leer noticias que se desprendían de la realidad y los colocaba como protagonistas.

 Aquel sueño, que se plasmó en realidad,  pensó en voz alta y realizó muchas acciones que excedían lo periodístico sumando pasión, ideas y convicciones para mejorar la relación de este sector industrial con la sociedad. Por lo menos lo intentamos, con el claro propósito que queremos ser parte de la solución y no del problema.

A la hora de los agradecimientos, resalto ante todo la figura del “Flaco” Andrich, un tipazo todo terreno que sumaba una visión superadora para sostener el periódico, alguien a quien se lo extraña y mucho.

Sin suda no puedo dejar de mencionar a Facundo Calvo, un administrador y coequiper de primera línea que además fue parte de esta gran aventura. Al colega y amigo Eduardo Fleming que creció en la profesión junto a nosotros y hoy despliega con distinción sus trabajos profesionales. Gracias enormes a Natacha Gabre; Diego Lamela; Gabriel Andrich; Cristian Velenzuela; Lucas Gutiérrez; Brian Molina; Agustín Cantú y Heriberto Aroldo que sumaron su aporte para sostener este emprendimiento.  Una gratitud eterna para los que nos dedicaron tiempo y paciencia para publicar sus artículos y enaltecer nuestros contenidos editoriales.

No puedo dejar de mencionar a quienes contribuyeron, que en estos 20 años, al sostenimiento de la fé, la moral, el respeto y la pasión por esta profesión; son esas mujeres irremplazables que estuvieron y están siempre a mi lado. En primer término mi incondicional socia de la vida, Adriana, que con su amor extraordinario y su infinita lealtad, me permitió ser el padre de mis únicas, irremplazables y entrañables  hijas Agustina, Rocío y Lucía. Quienes se convirtieron en mi cable a tierra, siendo siempre mi conciencia y norte. Juntos construimos felicidad y concretamos proyector de vida.

Por último, gracias a todos los que leen en cada edición nuestro material periodístico. A los que permanentemente se comunican y nos dan su opinión. A los que se quedan enojados y apuestan al diálogo, pero también, les agradecemos a quienes nos la quieren hacer difícil, ellos son el alimento necesario para no bajar los brazos, documentar sin miedo lo que pensamos y saber que siempre tendremos tiempo para recapacitar o reafirmar los que concebimos. Cumplimos 20 años y tenemos una clara razón para festejar.   Lo compartimos con cada amigo lector, que son parte sustancial de nuestra historia. Hasta pronto.

Claudio Gutiérrez

Director de Prensa GeoMinera