Catamarca/Cara y Cruz: Se tensa la interna opositora

  • 7 de julio, 2022
Desafiado. Luis Lobo Vergara no pudo sofocar el foco de rebelión de la bancada que comanda.

La aprobación en la Cámara de Diputados del acuerdo para la conformación de la Mesa del Litio marcó una divisoria de aguas en Juntos por el Cambio con proyección hacia las elecciones provinciales del año que viene, que casi todo el arco político descuenta se harán en marzo, desdobladas de las nacionales.

8 de los 15 miembros del interbloque que preside Luis Lobo Vergara rechazaron la ley y se distanciaron así del Gobierno junto al peronista disidente Hugo “Grillo” Ávila. Es una fractura en toda la regla, por más que quienes acompañaron al oficialismo intenten disimularla como mero matiz de opiniones y nieguen que vaya a repercutir en una división formal de la bancada.

No se trata de formalidades. El grupo rebelde olfateó ayer la oportunidad para diferenciarse y ocupar el rol de oposición sin medias tintas, porque entiende que en la pulseada del año próximo los componentes nacionales serán insignificantes y conviene confrontar con el oficialismo en todos los terrenos para ir ganando consistencia. Que el presidente de la UCR, Gerardo Morales, sea gobernador de Jujuy y uno de los que suscribieron el convenio es para ellos asunto secundario. Ya habrá tiempo para acomodar, llegado el caso: la prioridad en esta coyuntura es posicionarse y ganar consistencia contra la gestión del gobernador Raúl Jalil.

9 contra la Mesa del Litio: los radicales José “Chichí” Sosa, Alicia Paz, Silvana Carrizo, Luis Fadel, Carlos Marsilli, Alejandro Páez, Cristina Gómez y Juana Fernández, y el peronista Ávila.

Del lado conciliador quedaron Lobo Vergara, Tiago Puente, Alfredo Marchioli, Natalia Herrera, Alejandra Pons, Natalia Saseta y Enrique Cesarini, único opositor que participó de la comitiva oficial a la última feria internacional minera de Canadá y parte también del grupo que hizo escala al regreso en California.

Fue un abierto desafío a la autoridad de Lobo Vergara, condimentado por la decisión de formar con los insurrectos de Fadel, castillista paladar negro como él, y Páez, al que el ex senador Oscar Castillo consagró presidente del Comité Provincia en 2018. La reconfiguración de la escena interna tras la derrota sufrida por el castillismo en las PASO del año pasado se acelera.

Del lado de Lobo quedó el también castillista Puente, a quien el Frente de Todos le arrebató el monopolio de la ley Ficha Limpia. Marchioli, cuyo caballito de batalla son las objeciones a la política minera del Gobierno, respaldó el convenio de conformación de la Mesa en esta oportunidad.

La movida fue sorpresiva y el mensaje político claro. El oficialismo podría haber aprobado el convenio sin el respaldo opositor, por empezar, pero los rebeldes podrían haber optado por no asistir a la sesión, para que la ruptura no fuera tan evidente y prefirieron bajar, argumentar y votar el rechazo. Es decir: decidieron exponer la divergencia y tensionar la interna.

“Si algo demostró el debate por el litio en Catamarca es la falta de transparencia, por la que incluso se han hecho denuncias”, sintetizó “Chichí” Sosa.

“Desconfío de una de las patas de esta mesa tripartita (el Gobierno provincial), y es sobre la que estamos discutiendo hoy. Acompañar esto es legitimar una política minera con la que no estamos de acuerdo. Creo que es necesario incorporar el diálogo, porque la oposición no tiene lugar en las políticas de Estado”, remachó.

Vale decir que para más de la mitad de la bancada opositora su conducción avaló ayer una política con la que dice disentir. Es una lectura, por supuesto, pero coloca en el centro de la discusión opositora el tono que deben asumir las relaciones con el oficialismo, que entraron en zona difusa con el viaje del macrista Cesarini a Canadá, justificado por el ex diputado Carlos Molina, presidente del PRO.

Ávila por su parte, que consiguió la reelección el año pasado, explora las posibilidades de un frente opositor para el próximo.

Ayer se trazó una raya y se abrió una brecha para las fugas. Lobo Vergara quedó sorpresivamente obligado a demostrar si tiene uñas para guitarrero

El Ancasti