Catamarca: El Secretario analiza lo sucedido en el Consejo Deliberante de Andalgalá

  • 8 de noviembre, 2022
Controversia interminable en Andalgalá en torno a la minería

La interminable controversia minera en tierras andalgalenses volvió a centrarse en su Concejo Deliberante, tal como ocurriera hace seis años. En esta oportunidad, si bien se trataba de un proyecto distinto, el trasfondo volvió a plantear el dilema binario “minería si, minería no”. Aquella vez se pretendía prohibir la minería en toda la cuenca del río Andalgalá, lo que cerraba las puertas a la explotación de Agua Rica. Ahora, siempre mirando de soslayo al mismo yacimiento, se intentaba obrar de igual manera exceptuando a la zona de Campo Grande, en el distrito Choya, de todo extractivismo. Los resultados finales fueron distintos.

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En 2016, los ocho concejales -Juan Olás, Carlos Sánchez, José “El Mono” Cativa e Ivana Flores, esposa del exintendente Alejandro Páez, con la ayuda de los peronistas Gustavo Álvarez, Roberto Nemer y Juan Guerrero- aprobaron por unanimidad la prohibición, una “truchada” que finalmente fue “volteada” por la Corte de Catamarca al entender que no les correspondía a los ediles legislar sobre decisiones mineras, toda vez que los yacimientos pertenecen la Provincia. Sin embargo, aquella medida que se tomó en el mayor de los silencios y de espaldas al pueblo, sirvió para “ensuciar la cancha” por espacio de años.

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La nueva Ordenanza contra la minería esta vez tuvo un destino diferente. Los actuales concejales -María Pía Molina, presidenta del cuerpo, Agustín Brizuela, Alejandro Castro, Marcela Ignes, Ángel Santillán, Analía Zamorano y María Laura Atencio-, por unanimidad enviaron el proyecto al archivo, lo que generó tensión con los antimineros que, como se sabe, tienen una postura que bordea el fundamentalismo religioso. Sabemos que la cuestión no termina aquí y que se sucederán otros capítulos de discusión, pero es loable que una mayoría radical de concejales haya obrado con sentido común. Por empezar detectó vicios formales. No solo los explicó, sino que alentó la confección de otro proyecto que no choque con la postura que tiene tomada la Justicia de Catamarca. Es que seguir echando leña al fuego, obvio, será conspirar contra los intereses de todos.

El Esquiú.com