Mineros cerraron un buen 2022, pero temen retracción por falta de dólares

  • 10 de enero, 2023
Las productoras de oro y plata, que aportan casi el 80% de las exportaciones mineras del país, atraviesan una particular ecuación económica que pone en peligro su capacidad productiva.

Distorsión cambiaria y restricciones en las importaciones.

Por Sabrina Pont

La minería cerró un 2022 con buenas cifras de exportaciones. De acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Minería, en el mes de noviembre totalizaron USD 326 millones, lo que implica un total de USD 3.533 millones acumulado durante los primeros 11 meses del año que terminó, lo que se deduce un 9% por encima de lo registrado durante todo 2021.

Un dato importante es que, del total exportado por la minería en noviembre, el 44,6% fue explicado por Santa Cruz.

No obstante, puntualmente en el sector metalífero se advierten señales que encienden algunas alertas: si bien en lo acumulado los primeros 11 meses del año, el oro y la plata muestran un incremento (11%), y registraron el mayor volumen de exportaciones con USD 2.782 millones entre enero y noviembre del 2022, lo exportado en el último mes registrado, representó una caída interanual de 27% respecto al mismo mes del año anterior.

La Provincia

En la provincia de Santa Cruz, que tiene una canasta minera exportadora compuesta casi en su totalidad (99,7%) por estos minerales metalíferos, la caída fue notoria. De acuerdo a los números informados, en el mes de noviembre, las exportaciones mineras originadas en los yacimientos santacruceños alcanzaron los USD 139 millones.

Esto marcó una disminución de un 20% respecto a las ventas externas en noviembre de 2021 (cuando exportó USD 174 millones en minerales). Sin embargo, en lo acumulado del año, el panorama es diferente. En los primeros once meses del 2022 las exportaciones mineras de Santa Cruz sumaron USD 1.575 millones, lo que significó para la provincia un crecimiento interanual de 10,5% respecto al mismo periodo de 2021.

En detalle, si se focaliza en el valor de las exportaciones de oro es posible advertir además una caída interanual del 14% (31 millones menos que en 2021). Esta baja, según analistas del sector, se explica por una disminución en los volúmenes exportados (cayeron 11% en forma interanual), por un lado y por el otro, por una caída internacional en los precios de exportación. Así las cosas, se pueden hacer algunas salvedades, aunque en ningún caso se puede pasar por alto la preocupación de las empresas con respecto a la coyuntura económica que impacta en los proyectos.

Problemáticas

Las empresas productoras de oro y plata, que siguen sosteniendo casi el 80% de las exportaciones mineras del país, están atravesando una particular ecuación económica que pone en peligro la capacidad productiva hacia 2023: por un lado, la inflación en el dólar internacional influye en las fluctuaciones de los precios de los metales, y por otro lado, la distorsión cambiaria argentina, ya que las mineras exportan con la referencia del dólar oficial, pero los costos de los insumos y servicios locales se pagan con la referencia del dólar blue.

En Santa Cruz, la canasta minera es prácticamente, en su totalidad, metalífera

En paralelo, las empresas apuntan a la existencia de otro factor que también incide en la rentabilidad de los proyectos: las retenciones que se pagan por las ventas de minerales al exterior. Éstas fueron impuestas como una acción “provisoria”, sin embargo ya han sido extendidas hasta fines de este 2023.

A todo esto se suma una de las constantes demandas manifestadas por el sector ante la Secretaría de Minería de la Nación, la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Economía: las restricciones a las importaciones de los insumos y bienes de capital que no se consiguen en el país y son críticos para la actividad, que también inciden en los niveles productivos.

¿Retracción?

El Gobierno nacional comenzó a liberar permisos para las mineras en el marco de lo que se conoce como el SIRA o Sistema de Importaciones de la República Argentina y la decisión se recibió como un inicio de normalización, que de algún modo genera alivio. Sin embargo, aún restan resolver casos puntuales, ya que las mineras no solamente requieren dólares para importar insumos, sino que también los necesitan para pagar préstamos internacionales y girar dividendos.

Este escenario complejo lentificó la marcha de algunos proyectos metalíferos nuevos, y para el caso de los que ya están en marcha, repercute en gran medida en los planes de expansión.

De continuar esto, se estaría ante una etapa de retracción en la minería, que temen que posiblemente se acentúe en un año electoral en el que no se espera mayores definiciones.

Sin embargo, no está todo dicho. Y hay factores que siguen poniendo al país como uno de los más atractivos de la región para invertir en minería. Es que el contexto regional sigue siendo adverso para la producción minera, lo que es favorable a la Argentina, por encima de las dificultades que se plantean a nivel interno.

En ese escenario regional se observa el giro político en Chile, todavía marca el rechazo de gran parte de los operadores mineros privados y el convulsionado panorama político en Perú, otro de los competidores de Argentina para la atracción de inversiones mineras internacionales, por el golpe de Estado de Pedro Castillo y la asunción de Dina Boluarte como presidenta, no termina de contener la estampida social

La Opinión Austral