Diez proyectos de litio de Latinoamérica para afrontar escasa oferta mundial

  • 17 de febrero, 2023
América Latina posee al menos 28 proyectos relacionados con el litio para el período 2023-2035 que podrían elevar la producción del crítico metal.

Diez de estos se ubican en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, México y Perú, países donde el metal blanco es visto como un bien estratégico en un escenario de escasa oferta y creciente demanda mundial. 

La inversión total en estas iniciativas asciende a US$ 5.107 millones y dará un bienvenido espaldarazo a la producción regional a medida que suban los precios. 

Este año se iniciará la operación de los complejos del norte y sur de la primera fase del proyecto Grota do Cirilo, ubicado en el estado brasileño de Minas Gerais y perteneciente a Sigma Mineração, filial de Sigma Lithium. Producirá un estimado de 270.000t/a de concentrado de litio (36.700t/a de carbonato de litio equivalente [CLE]).

También partirá la primera fase de Cauchari-Olaroz, proyecto de Minera Exar en la provincia argentina de Jujuy que reportará 40.000t/a de carbonato de litio para baterías, a la que se sumará la planta industrial de carbonato de litio en el salar de Uyuni en Bolivia. La planta, la segunda que se instalará bajo el plan para industrializar los abundantes recursos nacionales de litio, se emplazará en el departamento de Potosí y su construcción está a cargo de la estatal YLB. Producirá 15.000t/a de CLE.

Para 2024 está contemplada la entrada en producción de otros dos proyectos en el oeste de Argentina: Sal de Oro (Hombre Muerto Norte), desarrollado por Posco Argentina y que aportará 25.000t/a de hidróxido y carbonato de litio; y Mariana, perteneciente a Ganfeng Lithium y Litio Minera Argentina para contribuir con 20.000t/a de cloruro de litio

En la región chilena de Antofagasta, SQM Salar debiera completar la ampliación de plantas de hidróxido y carbonato de litio en la faena Salar del Carmen. Con ello, la capacidad productora de carbonato de litio de la empresa subirá de 180.000t a 210.000t anuales y la de hidróxido de litio de 32.000t a 40.000t al año.

En 2025 Eramine Sudamérica comenzará a operar Centenario-Ratones, en la provincia argentina de Salta y que aportará 24.000t/a de carbonato de litio para baterías, seguida de la puesta en marcha del proyecto de salmueras de litio Maricunga, en la región chilena de Atacama. Su dueña, Minera Salar Blanco, obtendría 20.000t de carbonato en 2026.

Dos años después, Ganfeng comenzaría las operaciones de la segunda etapa del proyecto mexicano Sonora, que agregaría 35.000t/a de carbonato de litio, tras esperar dar el puntapié a su etapa 1 el segundo semestre de 2024. En tanto, en Perú, la fase 1 de Falchani, en la Región Puno y a cargo de Macusani Yellowcake, filial de la canadiense American Lithium, produciría 23.000t/a de carbonato de litio para baterías tras su puesta en marcha a fines de 2028.

Pese a la producción extra, la demanda del mercado seguirá superando a la oferta. El departamento de industria, ciencia, energía y recursos de Australia —el mayor productor mundial de litio— advirtió que la demanda global subirá de 745.000t de CLE en 2022 a más de 1 millón de toneladas (Mt) en 2024, mientras que la oferta lo hará de 691.000t/a a 1,09Mt/a de CLE en el mismo período.  

En tanto, la Agencia Internacional de Energía (AIE) prevé que la demanda de litio se multiplicará por 40 de aquí a 2040, lo que podría dificultar el escenario de grandes naciones como China, Estados Unidos y Canadá, que siguen estrategias para asegurar sus abastecimientos, y Latinoamérica está a la cabeza como fuente esencial.

Durante su visita a Brasil, Argentina y Chile en enero, el canciller alemán, Olaf Scholz, manifestó su interés por el litio sudamericano para alimentar su industria automotriz.

Pablo Rutigliano, presidente de la Cámara Latinoamericana del Litio (Calbamerica), está en Taiwán esta semana con el fin de reunirse con autoridades para analizar las propuestas de inversión que posee el país asiático para el litio de Latinoamérica. 

Sin embargo, sigue pendiente la definición del litio como commodity. Rutigliano dijo a BNamericas que establecer precios con contratos visibles y transparentes es un gran paso, en especial, para desarrollar un mercado regional de metales que contribuya en planes de inversión que promuevan el intercambio sociocultural y tecnológico para combatir la pobreza.

Mientras tanto, el litio en Chile es constitucionalmente un recurso estratégico. En marzo se dará a conocer una nueva institucionalidad que permitirá crear una empresa nacional del litio y adoptar nuevas políticas para impulsar la industria del metal bajo un modelo público-privado.  

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que firmará un decreto para que la Secretaría de Energía controle las reservas nacionales de litio, luego de que el gobierno reformara la ley minera en abril para fijarlo como un activo público, por lo que la exploración, extracción y uso está reservado solo para el Estado mexicano.

En Bolivia, el litio fue nacionalizado bajo el gobierno de Evo Morales, y en Perú han existido intentos por nacionalizarlo. En tanto, en Argentina, si bien aún se debate la definición legal del litio como un recurso estratégico nacional, las provincias de Jujuy y La Rioja ya lo clasificaron como tal.

BNamericas.com