Tucumán/causa YMAD: "Deberían meter a todos presos"; la bronca de los tucumanos ante las nuevas pruebas del robo de la Ciudad Universitaria
- 1 de junio, 2023
La aparición de los planos originales y la reactivación de la causa luego de la investigación de eltucumano ha provocado indignación, sed de justicia y también polémica.
Todas las voces y los señalados como los culpables del mayor latrocinio de la historia de nuestra provincia: "Hasta los tataranietos se pararon para todo el viaje".
El robo de la Ciudad Universitaria perpetrado por ex y actuales funcionarios de la UNT ha quedado expuesto por la investigación periodística de eltucumano. La conmoción en la sociedad por las pruebas presentadas y la aparición de los planos aprobados negada durante 15 años de silencio cómplice del diario La Gaceta generó indignación en los tucumanos y tucumanas.
La investigación ha dejado al descubierto que la Ciudad Universitaria que ordena construir la Ley 14.771 no se ha llevado a cabo, pese a la libre disponibilidad del 40% de los fondos por las regalías de la minera YMAD.
La Ley 14.771 de creación de Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) que ordena construir la Ciudad Universitaria con el 40% de las utilidades mineras "conforme a los planos ya aprobados" fue promulgada en 1958 por el presidente radical Arturo Frondizi, quien reivindicó con fuerza de Ley el proyecto impulsado en los años 40' por Juan Domingo Perón y el Rector Horacio Descole.
El Gobierno Nacional compró 18.000 hectáreas de la SA Azucarera Justiniano Frías Silva para construir la Ciudad Universitaria, pero las obras se paralizaron con el golpe de Estado de 1955. Las regalías mineras llegaron a la UNT desde 2006, pero una maniobra jurídica equiparó el proyecto de los arquitectos Eduardo Sacriste, Horacio Caminos y Jorge Vivanco con un plan de refacciones y obras menores.
El acta del 27 de diciembre de 2007 del directorio de YMAD firmada por los exrectores Rodolfo Martín Campero y Mario Marigliano directores que debían velar por los intereses de la UNT, y la que rubricó el 2 de enero el 2008 el Rector Juan Alberto Cerisola con YMAD, falsearon la conclusión de la Ciudad Universitaria, reduciendo las regalías mineras a la mitad (del 40% al 20%) y garantizándose la libre disponibilidad de los fondos.
Ante este escenario dantesco, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, docentes y no docentes, estudiantes y no estudiantes, radicales y peronistas, liberales y de izquierda, de Atlético y San Martín, son las voces que se han unido detrás de una causa que hermana a quienes se han visto privados de la posibilidad de la construcción de una Ciudad Universitaria de 18.000 hectáreas que, conforme a los planos ya aprobados y nunca ejecutados, incluía un campus universitario de excelencia, residencias para los estudiantes, un hospital, un estadio de fútbol para 30 mil personas y hasta un funicular que unía a la Ciudad Universitaria ubicada en las sierras de San Javier con Horco Molle.
Las opiniones de nuestros lectores han sido amplias y riquísimas en su contenido y comenzamos a compartir algunos de ellos: “Un proyecto extraordinario, como los que se hicieron por aquellos años. El progreso a nivel cultural, académico, turístico y social que habría significado tener esa Ciudad Universitaria se perdió junto con el proyecto. Un desastre que no haya sido el objetivo principal de cualquier rector”, dimensionó un lector de eltucumano.
“Qué mal que no pensaran en los alumnos universitarios y lo bueno que hubiese sido para toda la provincia tener esa Ciudad Universitaria. A mí me hubiese gustado estudiar ahí. Ahora la facultad de Filosofía y Letras es otra vergüenza de edificio para universitarios y el edificio abandonado ya hace añares en el cerro es otro ejemplo de la avaricia y la incompetencia de las autoridades provinciales”, lamentó una lectora de nuestro medio.
Los mensajes son continuos y no dejan de llegar desde la publicación del material que prueba el robo de la Ciudad Universitaria: “Es uno de los casos de corrupción más grandes de nuestra provincia y sin embargo hay una avenida que lleva el nombre del rector como si fuese un prócer”, “Tanto potencial perdido, unas ganas de llorar tremendas. Qué indignación”, “Alguna vez tuvimos un sueño y ahora solo nos queda sobrevivir al declive más espantoso de Argentina”.
La expropiación de las 18 mil hectáreas a la familia Frías Silva de parte del primer gobierno de Juan Domingo Perón y la afiliación política al radicalismo de los principales implicados en la causa que investiga el mayor latrocinio de la historia de nuestra provincia, los ex rectores Mario Marigiliano, Juan Alberto Cerisola y Rodolfo Campero también ha generado los comentarios de nuestros lectores y sus correspondientes ideologías afines: “¿Qué gracioso, no? Los radicales culpan a los peronistas y viceversa. ¡Sin embargo no se hacen cargo que siempre hacen todo juntos! ¡Ambos son corruptos! ¡Háganse cargo!”, “Era una gran Ciudad Universitaria. Pero bueno, vos viste que pasó Perón y eso quedó en ruinas”, “Ya nada me sorprende. Si los peronistas se robaron todo. Esto es una más de todo lo que se robaron. El problema es que los votan”, “Qué raro que los peronistas no lo hayan terminado al proyecto de su ‘dios’?”, “Temprano empezaron a robar los peronchos”, “Qué raro los radicales que siempre arrastran el verso de ‘su honestidad y transparencia’. Ahí lo tienen a José Cano y el Plan Belgrano”, fueron algunos de los comentarios en clave política.
Por último, y antes de la publicación de nuevo material de la causa que investiga el rol de las autoridades actuales en la Universidad Nacional de Tucumán como José Hugo Saab (Secretario General) y Augusto González Navarro (Director General de Asuntos Jurídicos), llegaron palabras contundentes y sin filtros para quienes sean declarados culpables de este escándalo que atraviesa a generaciones de tucumanos y tucumanas privadas hasta el momento de una Ciudad Universitaria única en el país y que, de acuerdo a la ley, todavía está tiempo de llevarse adelante.
“El infierno les queda chico, señores. Se c… en el progreso, el estudio y la cultura”, “Alguien debe hacer justicia y devolver a la UNT lo que le pertenece. Y hacer que todo aquel que esté implicado debe ir preso. Y denunciarlo públicamente”, “Una vergüenza que autoridades universitarias roben a la Casa de Estudios que les dio un título. Deberían reformar el Estatuto Universitario y agregar artículos que la defiendan de estas bandas de corruptos. Tienen que devolver todo lo que se llevaron, que no puedan ejercer cargos públicos y que se limite los períodos rectorales”.
“¿Del año 58 vienen cosechando regalías mineras y nunca terminaron eso? Los que robaron se pararon para todo el viaje. Hasta los tataranietos”, “Los fondos de la explotación del mineral exportado hubieran tenido un buen fin y lamentablemente fueron a parar a los bolsillos de los rectores y algunos funcionarios. Lindo futuro para los chicos. No somos el primer mundo por culpa de la avaricia”, ¡Deberían embargarlos y que paguen lo que se robaron! Además sancionarlos y que no puedan ejercer cargos políticos o profesionales”, agregaron.
“Deberían meter a todos presos. ¿Cómo puede haber personas que usan lo que es patrimonio de todos en solo algunos? Tucumán no crece por los políticos y familias que siempre están y quieren todo el poder. No les importa la gente y eso duele a los que estamos afuera y vemos tanta miseria que hay”, “¡Se robaron una Ciudad Universitaria!”, “Creo que estamos a tiempo de ajustar a todos los que les robaron a la UNT y lograr el sueño de la Ciudad Universitaria!”, concluyeron los tucumanos y tucumanas que reaccionaron a la investigación. Y a ustedes, ¿qué opinión les merece este caso? Los leemos.
Eltucumano.com