Grasso y su fórmula: su vice en contra de los docentes y como sindicalista minero firmó un acuerdo para bajarle el salario a sus afiliados

  • 3 de julio, 2023
Desde la Agencia OPI Santa Cruz continúan cuestionando la labor de Castro

(Por: Rubén Lasagno) – Pablo Grasso es actual intendente de Río Gallegos y candidato a Gobernador por el logo del huevo frito (UP), Frente para la Victoria, lleva de Vicegobernador al Secretario General de AOMA, Javier Castro, un sindicalista que hace varios años pide pista para ser incluído dentro del oficialismo, pero ha resultado ser un “pianta votos” debido a su verba, a su extracción sindical y una probable vinculación comercial que tendría con empresas mineras ante las cuales, él debería ser el encargado de “representar y defender a los trabajadores” del sector, muchos de los cuales no se sienten representados por él.

Y en este tren de subirse a los discursos de campaña, existen tres tipo de candidatos: lo que dicen lo que son realmente, cómo piensan y de antemano advierten que no van por ningún cambio, sino para profundizar el modelo; aquellos que intentan filtrar un mensaje lavado, tibio, complaciente, para no perder votos y los que pueden demostrar gestión, son coherentes con la realidad de la provincia y le abren al votante la esperanza de promover un cambio cierto, tal vez sin alejarse de las bases del partido, pero aplicando algún cambio metodológico y renovando el discurso de manera que impacte en el electorado histórico con la posibilidad de modificar el rumbo y aliente al votante a renovar las esperanzas, que el leit motiv del votante medio/no militante.

La dupla Grasso-Castro pertenece al primer grupo: dicen lo que son y piensan y con una pretendida honestidad electoral, que huele más a obediencia hacia sus jefes políticos (Cristina, Alicia y Máximo) adelantan, de alguna manera, que si ganan nada va a cambiar.

En principio, Pablo Grasso hace campaña anteponiendo su gestión al frente del municipio de Río Gallegos. En la práctica, el intendente fundamenta su accionar en la obra pública, pero lo que no dice el intendente, es que en esta capital, desde que se hizo cargo del municipio, funciona el mismo sistema corrupto de la cartelización por la cual un grupo de empresas amigas son las beneficiadas, alternativamente, con millones y millones de pesos, con sobreprecios en materiales y mano de obra, que hasta el momento nadie ha investigado a pesar de las denuncias efectuadas por concejales de la oposición.

Dicho esto, Grasso debería, antes que nada, decir cómo y de qué manera financia el enorme despliegue de campaña que viene realizando desde hace varios meses en Gallegos y la provincia.

La misma política educativa que Alicia

En un medio de esta ciudad Pablo Grasso se refirió al conflicto docente y no se apartó un ápice del concepto duro y arcaico que tiene la gobernadora Alicia Kirchner.

Remarcó que para hablar de salarios hay una paritaria donde uno pide y el otro dá en base a  un interés general(¿?), dijo que el conflicto no viene de ayer y que  los problemas se deben resolver con los chicos en clases. Misma postura y misma solución a la planteada por actual mandataria provincial. Todos estamos de acuerdo con lo que dice, pero no estamos de acuerdo con lo que omite: el cómo y el por qué.

Grasso, afín al lema del otrora gobernador a cargo Carlos Sancho, es de esa escuela “Primero las obras, los papeles después los vemos” y en el caso de la Educación “que vayan a trabajar, de salario después discutimos”. Y a pesar de que todo el mundo cree que lo ideal es el alumno en la escuela, tanto Alicia como Pablo Grasso a esta premisa, la desconocen, la esconden o la ignoran: los docentes están por debajo de la línea de pobreza, sobrecargados de actividad, con escuelas en malas condiciones edilicias y afectada por sobrecarga horaria e inequidades de todo tipo, generados desde el Consejo Provincial de Educación. Es el huevo o la gallina: que haya clases para pagar mejor o pagar mejor para que haya clases.

Grasso hace el mismo planteo de Alicia, pretende que los docentes no protesten, den clases y en las Paritarias nada se discuta, sino que el sector gremial acepte a libro cerrado lo que el Ejecutivo “esté dispuesto a conceder” y si no hay acuerdo, aplicar los aumentos por decreto, tal como hace la gobernadora.

Castro: el alma gemela

Uno se preguntaría, ¿Por qué su candidato a vicegobernador debería pensar distinto, si en teoría ambos están detrás del mismo proyecto político?. Y así es, su compañero de fórmula, Javier Castro, tiene el mismo pensamiento autocrático y de imposición. Castro ha demostrado en su historia sindical, que ha llegado a entregar a sus representados, con tal de no ofender a la patronal, en su caso, las empresas mineras con las cuales (en teoría) debería enfrentarse para defender los intereses de los trabajadores.

En otra radio de nuestra ciudad Castro dijo que como persona perteneciente a una organización gremial, conoce de las luchas, e inmediatamente largó el “pero…” indicando que cuando la política “se involucra de manera mala”, según Castro, es hora de llamarse a la reflexión, para que los pibes estén en la escuela.

En general Castro dijo lo mismo que Grasso, con algunas palabras distintas y con muchos claroscuros en la interpretación de sus dichos.

Lo que quiso decir Javier Castro es que la ADOSAC actúa políticamente en contra del gobierno y lo grafica diciendo que es “una manera mala” de involucrarse la política en un sindicato, sin explicar, obviamente, cómo es “una manera buena”, o si esa “manera buena” es la que promueve él, siendo Secretario General de AOMA y queriendo ser vicegobernador, para estar en los dos lados del mostrador o tal vez es el modelo de ATE Santa Cruz, subsumido al poder político y cuyos dirigentes son funcionarios de Alicia Kirchner y enrollaron las banderas que le entregaron a Alicia Kirchner.

¡Mirá quién habla!

Javier Castro, como Secretario General de AOMA (sindicato minero) firmó durante la pandemia un acuerdo con la empresa Minera Santa Cruz SA, donde entregó a los trabajadores de la peor manera, aceptando en representación de ellos, que la multinacional les redujera los salarios, algo que es propio de un sindicalista que traicionó literalmente a sus representados, en beneficio de la patronal minera y dentro del sector, todavía se preguntan por cuánto lo hizo.

El ejemplo más cercano al De Castro es el de ATE Santa Cruz, cuando en el cambio de gobierno nacional (2020), pidió ante la justicia que 417 trabajadores de YCRT fueran echados de la empresa, lo cual Aníbal Fernández hizo ni bien se hizo cargo de la Intervención.

Pero a Javier Castro lo dejó desnudo nada menos que la justicia. Ya que este innoble acuerdo fue denunciado y la Sala III de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo lo declaró nulo.

Así se traiciona a los trabajadores

El acuerdo estableció que 220 trabajadores percibirían una “compensación no remunerativa» equivalente al 75% sobre la remuneración neta que el trabajador hubiera cobrado de haber prestado servicios en forma habitual”. Obviamente, el acuerdo fue homologado inmediatamente por el Ministerio de Trabajo de la provincia, donde Teodoro Camino, es la pata política de los negocios de este tipo.

Los trabajadores afectados rechazaron la baja del salario y como la empresa no hizo lugar al reclamo, se consideraron despedidos por responsabilidad de Minera Santa Cruz y reclamaron judicialmente la nulidad del acuerdo.

Los jueces, en el fallo que dio a conocer Clarín, condenaron a la empresa a la indemnización por despido indirecto, multas, diferencias salariales, intereses y costas de procesos al decretar la nulidad del acuerdo.

Para la jueza Ana Cabal, “la negociación a la baja hecha por el sindicato resulta inoponible al trabajador, conforme el principio de irrenunciabilidad del art.12 de la Ley de Contrato de Trabajo. Es por ello que considero que el trabajador debe permanecer ajeno al riesgo empresario, y, por lo tanto, su salario debe permanecer intangible” y concluyó “por todo lo expuesto, encuentro que corresponde decretar la nulidad del acuerdo suscripto entre el empresa demandada y Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA), que importó la reducción del 25% del sueldo del actor, lo que no puede ser suplido por una intervención sindical, cuando de renuncia de derechos se trata”.

Minera Santa Cruz nació en el año 2001, a través de un joint venture entre Hochschild y Minera Andes, hoy McEwen Mining. Explota la mina de oro y plata San José- Huevos Verdes cerca de Perito Moreno e históricamente acuerda con el Secretario General de AOMA, “beneficios” para el trabajador minero.

Éste es el candidato a Vicegobernador quien no solo desconoce que el sector docente está mal pago en la provincia, sino que impulsa el negreo y la baja de salarios en el propio sector donde están sus representados.

Si esta dupla llega a la gobernación, está claro que el gatopardismo se encuentra garantizado: cambiar para que nada cambie. La posición política, discursiva y la experiencia que demuestran tanto Grasso como Castro, nos permiten adelantar que el modelo K actual, se verá profundizado considerablemente en Santa Cruz. Después, a no quejarse.

Agencia OPI Santa Cruz