Mendoza debe fijar una posición estratégica frente a sus recursos minerales, por Edu Gajardo

  • 12 de septiembre, 2023
La venta de Potasio Río Colorado supone una nueva etapa para un parte de la minería mendocina.

Sin embargo, ahora queda resolver qué se hará con el resto del potencial geológico de la provincia.

El acuerdo con un inversos nacional para inyectar US$1.000 millones en Potasio Río Colorado, y desarrollar un proyecto de 1,5 millones de toneladas de mineral en un plazo de cinco años, supone -en el mejor de los casos- el puntapié inicial del desarrollo minero de Mendoza con más de una década de atraso.

La experiencia dice que es el momento de momento para fijar una posición estratégica en una materia clave para el futuro como es la minería. En lo técnico es el momento para explorar, para dejar de hablar de potencial y comenzar a hablar de datos y cantidad de recursos reales. Se nos está pasando el tiempo y el mundo no espera.

El proyecto de potasio que iba a revolucionar la matriz productiva local con un yacimiento con una producción de 7 millones de toneladas anuales era el gran motor que esperaba Mendoza, renace con una escala menor, pero supone nuevamente el mismo deseo, el de que sea el inicio del desarrollo de la industria.

Es que el yacimiento que no tiene restricciones en el marco de la Ley 7.722, aún con una escala menor, puede servir para mostrar cómo la industria minera puede servir para mover una economía estancada como la mendocina.

También sirve para comenzar a entender cómo funciona una actividad como la minería y cómo son claves los plazos para que sea todo lo beneficiosa que se necesita. Recordemos que este yacimiento fue descubierto en 1978 y recién en 2029 podría entrar en producción de 1,5 millones de toneladas. Esto se debe a la gran cantidad de procesos técnicos que hacen que el desarrollo minero sea de largo plazo. En el caso de Mendoza, además, mientras esté vigente la 7.722 debe sumar filtros políticos que lo único que hacen es sumar incertidumbre.

Entendiendo eso, es fundamental que la ciudadanía -pero especialmente la clase política- entienda que para poder desarrollar la actividad minera el retraso de Mendoza es mayor al que tenía PRC, porque todo está parado desde que se aprobó la Ley 7.722 en 2007.

Recursos estratégicos

Aunque venimos detrás del resto del mundo, el potencial que tenemos en un mineral estratégico como el cobre, puede hacer que se recupere algo de terreno. Para que así sea, se requiere una decisión política firme en  materia minera dentro de la próxima gestión y una visión amplia, entiendo una Mendoza relacionada directamente con el mundo, con mayor margen de acción y sin depender 100% de la macro que maneja el Ejecutivo nacional.

Los esfuerzos que se están haciendo hoy con las restricciones de la normativa vigente pueden ser valorables, pero claramente resultan insuficientes cuando las posiciones políticas (e ideológicas) priman por encima de una situación que debe ser estratégica y parte de una política de Estado para el desarrollo de Mendoza.

Los Estados alrededor del planeta, nacionales o locales, analizan la situación geopolítica y están fijando posiciones frente a los minerales críticos y las tierras raras. Estados Unidos analiza los movimientos de China que busca acaparar gran parte de la producción mundial de litio. La Unión Europea -principalmente a través de Francia- mira a la Argentina y también a Chile porque no quieren quedarse atrás y saben que estamos hablando de recursos fundamentales para el futuro y el cambio de la matriz energética.

Sin embargo, en Mendoza estamos lejos de analizar los recursos minerales desde es punto de vista y nos enredamos en la discusión arcaica de "minería sí o minería no". Seguimos discutiendo el consumo de agua cuando los datos muestran que Mendoza no es un ejemplo en el manejo del recurso, que se derrocha y que no tiene recursos para mejorar en esa materia, algo que la derogada Ley 9.209 proponía comenzar a solucionar a partir de la misma actividad minera.

El panorama actual

En el horizonte, defendiendo la idea de desarrollar la actividad dentro del marco de la ley antiminera, Impulsa Mendoza (la sociedad anónima creada para la promoción minera) deja de tener en su portfolio a PRC y se queda con Hierro Indio y El Seguro. El primero es el yacimiento de Hierro que se perforó a principio de año y el segundo un pórfido de cobre que sumó como un recurso estratégico.

Por otro lado, Cerro Amarillo avanza con los pedidos de la Dirección de Minería en la preparación de la exploración que se iniciaría a fin de año, y que podría verse demorada por las nevadas en la cordillera. Además, el director de Minería Roberto Zenobi anticipó hace algunas semanas que enviará una nueva DIA de exploración a la Legislatura antes de fin de años para sumar el tercer proyecto de exploración aprobado.

El objetivo que tiene el Impulsa Mendoza es tener 10 exploraciones aprobadas en un lapso de cuatro años. Sin embargo, lo está haciendo sin el respaldo de lo que debería ser una posición estratégica del Estado que le permita poner a Mendoza en el escenario global, que facilite procesos y que le de la espalda que necesita para entregar certezas a inversores

Memo