Mendoza: Otra señal más de que la provincia se está quedando abajo en el tren del cobre

  • 11 de octubre, 2023
Se trata de uno de los minerales críticos para la transición energética. Es más, para muchos expertos es el más importante y clave porque hay escasez.

Edu Gajardo

Aunque en campaña la política destaca al litio, dentro de los minerales críticos para la transición energética, hay expertos que señalan que el verdadero producto clave es el cobre, porque la producción mundial no es suficiente para cubrir lo que demandaría cambiar la matriz hacia energías limpias y electromovilidad.

Justamente, y como hemos repetido en muchas ocasiones, es justamente el cobre el mayor potencial minero de Mendoza detenido por las restricciones de la Ley 7.722.

Aunque en el Ejecutivo destacan Cerro Amarillo, estamos hablando de algo que resulta insuficiente ya que se trata apenas de una exploración que -en el mejor de los casos y con viento a favor- demoraría una década en poner en producción.

La cuestión es que para los especialistas el impacto en el mercado del cobre por la demanda que representaría el cambio de la matriz energética se comenzaría a sentir fuerte en 2024. El problema es que Mendoza no está cerca de subirse al tren antes de que eso suceda, porque está casi 20 años atrasada con los procesos exploratorios que se frenaron en la gestión de Cobos con la 7.722.

En una encuesta informal realizada en el Seminario de la Bolsa de Metales de Londres, se indicó que el cobre es el metal básico que tendría más probabilidades de subir en 2024. Eso, considerando los seis metales y el acero que cotizan en la mencionada entidad de referencia,

El cobre obtuvo el 53% de los votos y estiman que el podría subir hasta los US$12.000 o US$15.000 por tonelada métrica en 2025, desde los cerca de US$8.100 con los que cerró el lunes.

Ese panorama podría concretarse por el aumento de la demanda para la transición energética que no sería cubierta por la caída en la producción de los principales productores como Chile y Perú. Además, por la falta de proyectos nuevos en desarrollo.

Un ejemplo de eso es Argentina, donde actualmente no hay producción de cobre y, además, Josemaría, el proyecto más cercano a la producción, busca un socio estratégico.

Oportunidades perdidas

Si no se da el panorama que anticipan en 2024 o 2025, se dará más adelante porque sin cobre no hay transición energética posible con los conocimientos actuales. A pesar de eso, la complejidad para encontrar nuevos proyectos importantes hace que la oferta no pueda llegar a cumplir con la demanda y el precio se eleve.

Por eso, Mendoza comienza a quedarse abajo del tren, porque la minería (y particularmente de los proyectos de cobre) es a largo plazo y de procesos complejos que muchas veces no se concretan porque dependen de muchos factores técnicos y económicos.

Según los pronósticos cuando empiece el boom del cobre Mendoza no tendrá ningún proyecto en producción (San Jorge sigue en espera y sin movimientos a la vista en el corto plazo) y quizás avance un poco más en exploración. Por eso, se hace urgente comenzar con una política de exploración seria y que no tenga tantas complicaciones en el camino, porque al ritmo que avance la provincia y sus legisladores, nos quedamos abajo de una oportunidad que no pasará dos veces.

La única opción que tiene Mendoza hoy es explorar, explorar y explorar para buscar cobre, porque quizás con yacimientos cubicados entramos en razón. Quizás con números finos sobre la mesa nos damos cuenta que tenemos con qué mejorar una matriz productiva y tener más herramientas para mejorar la calidad de vida de los mendocinos

Memo