Inversiones chinas en el triángulo del litio: ¿Qué significa para EE. UU.?

  • 17 de octubre, 2023
Las inversiones recientes de China en el llamado triángulo del litio de Sudamérica ? abarcando Argentina, Chile y Bolivia ? están tomando protagonismo en la geopolítica de la energía.

Esta acción por parte del gigante asiático presenta serios desafíos para los esfuerzos estadounidenses en contrarrestar la influencia china en sectores cruciales de la cadena de suministro de baterías.

El reciente acuerdo entre Chile y el conglomerado chino Tsingshan Holding Group ilustra esta tendencia. Según este trato, Tsingshan se beneficiará de precios preferenciales del litio para un ambicioso proyecto en suelo chileno. La noticia vino de la mano del viaje del presidente chileno, Gabriel Boric, a China, donde tuvo reuniones significativas con líderes industriales y políticos.

No solo Chile está en la mira de China; Argentina también ha atraído inversiones considerables. Durante su visita a China, el Presidente argentino, Alberto Fernández, discutió una inversión de $2.200 millones por parte de Tibet Summit Resources Co. en la provincia de Salta.

El contexto global

En medio de esta vorágine de inversiones, Estados Unidos está intentando cortejar a los fabricantes de vehículos eléctricos para ampliar su producción en Norteamérica y diversificar sus fuentes de suministro de minerales esenciales, alejándose de China. Sin embargo, la disposición de Chile y Argentina a trabajar con inversores chinos plantea desafíos a esta estrategia.

Los movimientos de Tsingshan en Chile son particularmente notables. Con una inversión de $233 millones en una planta en Antofagasta, la empresa tiene planes de producir 120.000 toneladas anuales de fosfato de hierro y litio para baterías recargables.

China no se detiene allí. Desde firmar acuerdos con gigantes de la industria como BYD Co. hasta Zijin Mining Group Co. que busca expandirse en Argentina, China está dejando una huella indiscutible en la industria del litio sudamericano.

La mirada hacia el futuro

Los líderes sudamericanos, conscientes del potencial económico y estratégico del litio, están trabajando en programas para maximizar su beneficio local. Argentina, por ejemplo, está diseñando un programa de incentivos, inspirado en Chile, para impulsar proyectos nacionales de valor añadido.

Este juego geopolítico en torno al litio es esencial. Como una materia prima clave para la revolución de los vehículos eléctricos, el control de su cadena de suministro tiene repercusiones globales. Con China consolidando su posición en Sudamérica, será interesante ver cómo responden Estados Unidos y otros actores globales

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