Mendoza/Minería: de la indiferencia que se fue, al entusiasmo que llegó, por Edu Gajardo
- 26 de diciembre, 2023
El desarrollo minero de Mendoza está en pañales, pero hay una diferencia que marcar entre la gestión que se fue y la que llegó.
Para todos los que consideramos que la actividad minera tiene que ser un pilar importante para el futuro de Mendoza, siempre nos hizo ruido que durante los ultimos cuatro años la minería estuviera bajo el alero de un ministro que todos reconocen como opositor a la actividad.
Como ejemplo, ya contamos anteriormente que la imagen de Whatsapp de Enrique Vaquié era un minero llevándose Mendoza en un mapa y dejando una calavera. Eso marcaba claramente su postura, que para algunos cambio con el tiempo o que tuvo que adecuarse por el cargo que le dieron. Sin embargo, nunca terminó de mostrar una postura o voluntad de desarrollo, sino todo lo contrario.
A la vista de los hechos fue poco lo que hizo en 2019 por defender la reforma de la 7.722 (que terminó con la derogación de la Ley 9.209) y el peso de la gestión minera recayó en otro funcionarios que sí estaban convencidos. Sólo fue apareciendo en casos puntuales como el de Potasio Río Colorado.
Con esos antecedentes, el cambio de Gobierno trajo un nuevo aire marcado también por la nueva organización del Estado. El Ministerio de Energía y Ambiente que tiene a su cargo el desarrollo minero y que -a priori- tiene una posición más proactiva en torno a la actividad, lo que se nota claramente y hace más evidente el contraste con el antecesor.
Jimena Latorre, a cargo del ministerio, es reconocida como una laburante constante y -por lo menos en el arranque- se tomó muy en serio la idea de comenzar a desarrollar la exploración minera en Mendoza. Aunque su especialidad está por el lado de la energía, se está moviendo y consultando a diferentes especialistas para adentrarse en la industria minera.
Sus expresivos tuit tras la aprobación de la exploración de dos proyectos de cobre en Malargüe y la prospección de otro en el mismo departamento, muestran una actitud diferente que, en gran parte, muestra la forma de trabajo de la funcionaria. A eso, se suma que el Alfredo Cornejo pareciera tener una postura distinta a la de su primera gestión en torno a la industria, poniéndola en un lugar más protagónico y bajo la conducción de una funcionaria en la que tiene mucha confianza.
Aunque siempre dentro del marco de la 7.722, pareciera que hay una intención más firme y clara que en la gestión de Suarez, que -en su favor- podemos decir que fue golpeada de entrada, pero también hay que decir que hubo un marcado factor de debilidad de la gestión. Eso, sumado a que no tenía a alguien convencido del desarrollo minero como cabeza del ministerio.
Hoy, incluso, también empujados por el complejo escenario económico que enfrenta el país y Mendoza, hay más sectores abiertos al desarrollo de la industria minera.
En la Casa de las Leyes el panorama de números siempre es relativo, con posturas favor y en contra, lo que en oportunidades no conoce de color político. De entrada la vicegobernadora Hebe Casado se manifiesta y apoya el desarrollo propuesto por el Ejecutivo. En el oficialismo hay figuras importantes para la defensa de los expedientes (como Martín Kerchner y Natasha Eisenchlas), pero también aparecen rostros nuevos que conocen, y seguramente apuntarán en el sentido positivo para el tratamiento de proyectos, como es el caso del sanrafaelino Martín Rostand.
Todo lo mencionado es una primera impresión, pero serán los hechos los que vayan hablando y confirmando si esta gestión será mucho más activa en el desarrollo de la minería en Mendoza. Es altamente probable que Latorre siga con muchos nombres conocidos en Impulsa Mendoza, como Emilio Guiñazú. Lo que resta por definir es lo que sucederá con la Dirección de Minería, que cambiaría no sólo de nombre, sino que podría ser reformada en mayor o menor medida.
El tiempo dirá si el entusiasmo inicial se concreta y el panorama minero mendocino comienza a cambiar a un ritmo medianamente normal.
Memo