San Juan: Los cuatro pilares de la reconstrucción productiva de la provincia
- 16 de enero, 2024
La estrategia post terremoto

La construcción y minería, obras hídricas, la producción agrícola y la industria alimenticia fueron los principales ejes con que se encaró la reconstrucción de la provincia tras el sismo.
Por Elizabeth Pérez
Pasado el espanto y desconcierto de la catástrofe telúrica, era imperioso ponerse de pie, con ayuda nacional, obviamente. Y tras un largo debate sobre si la reconstrucción debía hacerse en el mismo sitio o en otras zonas “más seguras”, ganó lo primero. Pero la reconstrucción no solo era el diseño de la ciudad, sino también poner en funcionamiento su aparato productivo; que había resultado muy herido.
Y para lograrlo se definieron cuatro pilares estratégicos, que tuvieron gran impacto en la economía sanjuanina: Construcción y minería, obras hidráulicas, diversificación de cultivos e industria alimenticia. Para esa ambiciosa la Nación creó el Consejo de Reconstrucción, en julio de 1944; que sería alimentado con recursos de todo el país. Su tarea fue realizar primero obras de emergencia y luego definitivas, y planificar los ejes del desarrollo productivo de la provincia.
La construcción y minería, piezas clave
Se puso especial énfasis en el desarrollo de las Industrias vinculadas a estos dos rubros. Para reconstruir San Juan se eximió de todo impuesto o contribución municipal o provincial a las fábricas, instaladas o a instalarse en el plazo de tres años en la provincia, dedicadas a la producción de todo tipo de materiales de construcción.
Así surgieron diversas empresas como la Sociedad Anónima Mixta para la Producción de cemento Portland, Caleras y Canteras El Refugio SRL, y una fábrica de cerámica de procedencia italiana destinada a la fabricación de ladrillos prensados, tejas y caños sanitarios. También empresas menores dedicadas a la fabricación de mosaicos, vidrios, etcétera.
En noviembre de 1944 en Buenos Aires se creó el Fondo Minero, cuyo fin era impulsar esta actividad. Teniendo en cuenta que San Juan buscaba reconstruirse luego del terremoto, esta iniciativa fue muy bien recibida en esta provincia. En ese sentido, se creó el Departamento de Reconstrucción, cuya misión fue buscar lugares de potencial explotación de áridos para la edificación.
Así fue que se estudiaron vías de acceso a los potenciales yacimientos de la Quebrada de Juan Pobre (Zonda), la Rinconada (Pocito), Santa Clara (Sarmiento) y Sierra Chica (Zonda), que se prolonga hasta la Quebrada de la Flecha, en los Berros. Así se identificaron los depósitos calcáreos para la fabricación de cemento, las arcillas para cerámicas y y las rocas de aplicación. La minera San Francisco de los Andes fue significativa para el desarrollo de la minería de roca de aplicación en aquellos años.
Obras para regar
En los años ‘40 la agricultura en los departamentos alejados -Iglesia, Jáchal, norte de Valle Fértil y Calingasta- estaba estancada por el deterioro del cultivo intensivo de cereales y forrajeras, y de la ganadería que había constituido un importante fuente de riqueza en épocas anteriores. Además, a pesar de ser zonas muy ricas en recursos minerales, no se explotaban por falta de capitales, carencia de energía y de caminos. Esa falta de incentivos provocó la emigración y desarraigo de la población hacia el “Gran Oasis del Río San Juan” donde estaban los departamentos más ricos como Capital y el gran San Juan, Ullum, Zonda, Albardón y Caucete. Esta zona, dedicada principalmente al cultivo intensivo de la vid y la industria vitivinícola, presentaba rasgos completamente diferentes al resto, debido al asentamiento de inmigrantes europeos.
Tras el terremoto, todo esa zona demandaba urgentes obras de reconstrucción para la producción, y se impulsó la realización de obras hidráulicas para el riego y para proporcionar energía hidroeléctrica para el proceso de industrialización. Por eso es que se hicieron los diques San Agustín en Valle Fértil y Punta Negra en el río San Juan. Además, se invirtió en construcción e impermeabilización de canales de riego, zanjas colectoras y de defensa pluvial, como la avenida Costanera, en Chimbas
El plan agrario y las colonias
Con el fin de impulsar la diversificación de la producción agrícola se dispusieron créditos para impulsar nuevos sistemas de distribución y propiedad de la tierra. Los objetivos del gobierno en materia agraria fueron lograr la diversificación de la producción estimulando cultivos intensivos de hortalizas como papas, ajo, cebolla y tomates en el valle de Tulum, manzanas en Iglesia y Calingasta; y olivos, sobre todo en Jáchal.
Y el sistema elegido para lograrlo fue fundando colonias agrícolas para favorecer al msmo tiempo el arraigo de la población rural. Se buscaron terrenos fiscales o privados, sujetos estos últimos a expropiación; y se subdividieron en parcelas de no más de 10 hectáreas (considerado lo mínimo para el sostenimiento de una familia). Para poblarlas se exigía la residencia familiar en el predio y el trabajo personal de sus miembros. Así nacieron más tarde las colonias agrícolas presidente Perón en Niquivil, Constitución, en Pampa Vieja, Evita, en Huaco; y gobernador Ruperto Godoy, en Rawson, entre otras.
El impulso a la actividad agrícola además se brindó mediante la implementación de líneas de crédito a productores a través fundamentalmente de los bancos Nación y San Juan.
El banco San Juan era una sociedad anónima de capital mixto, y reabrió sus puertas cinco días después del sismo. Los textos históricos aseguran que fue impulsor de la reconstrucción económica de la provincia protegiendo la producción agrícola, industrial y minera; y estimulando la construcción. Otorgó préstamos especiales a los productores de cereales, forrajes y hortalizas. Hacia finales de la década el apoyo se destinó fundamentalmente a la vid, cuyas cosechas abundantes estimulaban las inversiones. También se otorgaron créditos para el transporte de carga y tecnificación.
Industria de la alimentación
En este rubro surgieron algunos establecimientos de importancia dedicados a la industrialización de la manzana, fábrica de enlatados de tomate, dulces, verduras al natural aceitunas, etc. En Jáchal cumplió un papel preponderante durante años la firma Clancay SRL, desde su creación en 1946; al absorber materia prima local y crear fuentes de trabajo. Vinculada al turismo, una empresa de capitales mixtos de gran importancia fue Aguas Minerales y Termales de San Juan, dedicada a la explotación comercial de las aguas minerales y fuentes termales de la provincia. La misma administró las Termas de Pismanta, El Salado, Baterías de Zonda y Huaco.
Fuentes: *Historia de San Juan. De Historia Regional y Argentina Héctor D. Arias, editorial de la fundación Universidad Nacional de San Juan. *Prof. Beatriz Hernández y Prof. Rodolfo Robledo, Instituto de Investigaciones en Historia Regional y Argentina “Prof. Héctor D. Arias” (IIHRA) FFHA – UNSJ. * Integración Regional en San Juan en el período peronista: diversificación económica y minería 1945-1946. *El Siglo XX en San Juan, J.C. Bataller y Edgardo Mendoza.
Tiempo de San Juan