Contundente mensaje: "Mi mamá siendo mucama de una minera me pagó la universidad privada: eso quiero para Mendoza"

  • 22 de enero, 2024
El director de Minería, Jerónimo Shantal, es sancarlino pero creció y se educó en un pueblo de Santa Cruz donde está Cerro Vanguardia. Pretende reformar el Código de Procedimiento Minero.

 

Por Rosana Villegas

villegas.rosana@grupoamerica.com.ar

El director de Minería, Jerónimo Shantal se proyecta para terminar su gestión dejando activos al menos 10 proyectos de exploración de cobre.

Jerónimo Shantal, el nuevo director de Minería, es sancarlino como Alfredo Cornejo y Rodolfo Suarez y con ellos comparte una obsesión: lograr que en Mendoza se active la minería metalífera y que con ella recalen inversiones millonarias que multipliquen el empleo.

Sin que sea un recuerdo meramente romántico, trae a la memoria que creció y se educó viendo cómo su madre que era mucama de la minera que explotaba oro y plata en el cerro Vanguardia, en las cercanías del puerto San Julián en Santa Cruz, pudo con su sueldo costear su universidad privada. Tal vez eso explique que haya decidido ser abogado y especializarse en derecho minero.

Ahora con 38 años y habiendo asesorado a varias empresas mineras tiene claro que en Mendoza la prioridad es reformar el Código de Procedimiento Minero, sumando más y efectivos controles y hasta una fiscalía ambiental "para que la gente confíe y crea en la minería".

Parece dispuesto en ser el primer sancarlino en abrir el camino minero y se proyecta para terminar su gestión dejando al menos 10 proyectos de exploración minera de cobre en marcha. "Tenemos una oportunidad imperdible que generará inversiones durante décadas. Todavía no nace la persona que vaya a cerrar la mina de Potasio Río Colorado que tiene certificados 80 años de explotación".

"Estamos dejando que la leche se pudra en la vaca"

Como principal argumento de la necesidad de habilitar la exploración y explotación minera en Mendoza, Shantal apela a dos estrategias: comparar el desarrollo minero local con el de Chile y mostrar la enorme utilidad y demanda del cobre en el mundo.

Según sus números del 2019 a la actualidad "en Chile han habido 57 proyectos de explotación de cobre y acá hubo 0". Es que en el país, fundamentalmente en San Juan y algunas minas del Norte, como las de Catamarca, sólo hay proyectos de exploración, aunque todos esos mucho más avanzados que el de Cerro Amarillo, de Malargüe, que recién comienza a hacer los caminos que llevan a la mina, y en los próximos meses iniciaría la exploración para la cual ya tiene aprobada la Declaración de Impacto Ambiental.

"El fuerte del cobre está acá en nuestra cordillera. La mina de El Teniente, del lado chileno tiene 3.500 kilómetros de largo. La oportunidad que tenemos es fabulosa y estamos dejando que la leche se pudra en la vaca" insiste y recuerda un dato que en la Dirección de Minería ya todos repiten como lema: una batería tiene el 5% de litio y el 32% es cobre.

Por si todo eso no fuese suficiente como para entusiasmar con la potencialidad minera de Mendoza, asegura que hay otra ventaja comparativa para con San Juan y Jujuy: nuestros proyectos son de baja altura y por tanto requieren de una infraestructura menor y menos costosa.

 

De ejemplo cita que los proyectos de litio de Jujuy están por arriba de los 4.200 metros de altura y "Hierro Indio está a 20 kilómetros de la ruta 40, en la zona del Sosneado".

"La minería se tolera, pero la gente necesita confiar en los controles"

El director de Minería nació en San Carlos, el mismo departamento del que en el 2019 partió la mayor movilización en contra de la reforma de la ley antiminera 7.722, norma que justamente se gestó en esa misma comuna. Sin embargo, para él aquel multitudinario rechazo social a la minería mutó.

"La discusión ya no es si minería sí o minería no, hoy la minería se tolera, pero la gente necesita confiar en los controles. Y esos controles y exigencias tienen que quedar plasmados en los papeles de un nuevo Código de Procedimiento Minero que esté actualizado y que le dé poder de policía a los inspectores", adelantó Shantal.

En sus planes está poner el foco en esos controles. Que a ese cuerpo de inspectores que tiene hoy la Dirección de Minería se sumen policías mineros y que el Ministerio Público Fiscal cree en un futuro cercano una nueva fiscalía ambiental, que sea quien vigile que aquellos controles se cumplan.

El Código Minero vigente data de 2001 y creó un tribunal minero que dependía del Poder Judicial y suponía el nombramiento de un juez de minas que nunca se creó. "No fue eficaz nunca. En Catamarca se demostró que aquel procedimiento judicial no servía, les llevó 30 años conseguir un permiso", aporta Shantal y adelanta que la nueva versión a la que ya le dan forma tendrá no sólo más controles efectivos, sino que incluirá responsabilidad social minera de las empresas.

Si bien ese código podría reformarse con un decreto de Alfredo Cornejo, la estrategia política será mandarlo a la Legislatura para que se discuta y salga con el mayor consenso partidario posible. Aunque eso no sea garantía de nada, porque la reforma de la Ley 7.722 también logró el acuerdo político y luego se debió dar marcha atrás por el rechazo social, pero para esta nueva gestión aquel revés ya quedó atrás. Dicen que la misma crisis económica hace que los pragmáticos vean en la minería una posible salida y fuente generadora de empleo.

"Antes las minas se evaluaban por las reservas, hoy se evalúan conforme a cómo tenés los papeles y cómo está el expediente y la seguridad jurídica que tiene el lugar en el que está. Hoy los inversores no mandan geólogos, mandan a sus abogados para saber cómo si tiene la Declaración de Impacto Ambiental o si hay un conflicto con el expediente. Si hay oposiciones que estén resueltas, recién ahí manda los técnicos", contó para sostener una vez más la necesidad de reformar el código minero.

El ejemplo más recurrido y más cabal vuelve a ser Potasio Río Colorado. Para logar un socio inversor el Gobierno convocó a una sociedad financiera, lanzó luego una subasta pública y terminó consiguiendo inversores argentinos con socios brasileños y canadienses.

"Necesitábamos darle transparencia. Por eso hicimos una subasta pública.Íbamos afuera y nos criticaban las restricciones cambiarias de Argentina y por eso terminaron quedando todos inversores argentinos y extranjeros que entraron con ellos. Eso terminó con un compromiso de un trabajo de 6 años con una inversión de 1.078 millones de dólares".

Potasio Río Colorado y también la mina de Hierro Indio en Malargüe hicieron de punta de flecha para mostrar que en Mendoza se puede hacer minería dentro de los límites de la Ley 7.722.

Sin embargo, en los planes de la tríada de Cornejo, Latorre y Shantal aparece el cobre como el protagonista principal.

Tímidamente, tal vez porque aún falta que se concreten varios pasos, Shantal asume que pretende terminar su gestión dejando activos al menos 10 proyectos de exploración de cobre.

Pero no es lo único. Sabe que Mendoza tiene una gran potencialidad en oro, por ejemplo con la mina de Don Sixto, en plata y en hierro. Además resalta la producción de yeso del que se nutren las empresas Holcim y Gnauf, esta última ubicada en Uspallata.

"También hay una gran producción de talco en Uspallata y Tupungato que tiene una enorme ductilidad de aplicación más allá de la farmacológica. Además se están analizando tierras raras, que es un conjunto de minerales compuestos que se usan para la tecnología.Tenemos tierras de sostén que se usan para la fractura hidráulica, hay una mina de tierras de sostén que ya esta vendiendo a las petroleras ese recurso", contó Shantal.

De hecho, en el laboratorio de la misma Dirección de Minería, hoy se trabaja para avanzar en la flotación del talco que es el proceso de separación y clasificación para conocer su pureza (ver video).

El funcionario está convencido de que una vez que arranque la minería en Mendoza se van a caer todos los miedos y los mitos que hay alrededor y que serán los mismos empleados, los que se conviertan en defensores confesos de esa fuente laboral.

A la hora de proyectarse el director de Minería no puede alejarse de la propia experiencia que lo marcó en Santa Cruz y pretende reeditar en estas tierras.

Mi mamá era mucama de la minera del Cerro Vanguardia cuando vivíamos en el pueblo de San Julián en Santa Cruz. De esa minera se decía que iba a trabajar 16 años y aún sigue produciendo. San Julián era como La Consulta (San Carlos), me fui cuando era como San Rafael y ahora me cuentan que creció tanto que es como la Ciudad de Mendoza. Y no sólo se desarrolló la minería, sino también las actividades aledañas. Esa meta es la que persigo

Mi madre trabajó ahí 15 años, tomó ese agua y está perfecta, no tiene ni un tercer ojo ni está verde y es la primera defensora de la minería

Diario Uno