Mendoza/Jimena Latorre: cómo, dónde y con qué controles quieren hacer minería en Mendoza

  • 19 de marzo, 2024
La ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, explica cómo es el plan para desarrollar la minería en Mendoza. Zonificación, controles judiciales y sociales. Los cambios y expectativas reales.

 

Pablo Icardi

El Gobierno de Mendoza impulsa la actividad minera; nuevamente. Como ocurrió en 2005, en 2007, en 2012 y en 2019; hay un plan para motivar a esa industria con pasos que van desde cambios administrativos, hasta una sectorización particular. Jimena Latorre concentra gran parte de la responsabilidad porque tiene a su cargo la promoción de la actividad y también el control. Al defender el plan, Latorre asegura que no se promoverá una actividad "netamente extractivista" y que se convocarán a todos los sectores involucrados.

¿Qué van a hacer distinto para tener otros resultados con la minería, teniendo en cuenta los antecedentes?

-La verdad es que Mendoza tiene una historia minera que no hay que olvidar. Las primeras minas de Paramillos, en la Cordillera, son de la época de San Martín. Tenemos una trayectoria que fue truncada porque faltó la visión, la estrategia y la decisión política para hacer las cosas dentro del marco de las normas para desarrollar una actividad productiva. La Provincia tiene la oportunidad y sobre todo la obligación de poder desarrollarla. No estamos en una situación en la que podamos despreciar ninguna oportunidad productiva.

-Pero no es a cualquier costo

--Estamos obligados por las normas a que sea con sostenibilidad; económica, ambiental y social. Creo que nos va a servir para la reactivación de la minería, encararla con las normativas ambientales que se exigen internacionalmente y que condicionan las inversiones. Ese concepto que se tenía de la empresa que venía y arrasaba con todo, se llevaba la riqueza y dejaba diezmado el territorio, que es el concepto típico de una economía extractivista, hoy está condicionado y vedado en todo el mundo. Esos condicionamientos también tienen que ver con la factibilidad económica de las empresas. Las sociedades tienen que estar preparadas para recibir a las actividades productivas, no solo a la minería. Esto quiere decir que tenemos que tener el ecosistema productivo, el capital humano. La industria no viene, extrae el recurso y se va…sino que llega, se inserta, genera un valor agregado, una riqueza que queda. Eso es lo que queremos a largo plazo en Mendoza. Esto es a largo plazo: lo que vemos en San Juan es producto de 40 años de exploración.

Mirá la entrevista a continuación

-¿Cómo va a ser el camino para desarrollar la exploración y luego el resto?

-La política minera que planteamos tiene acciones concretas que se tienen que concretar en la masa exploratoria que pensamos. Tiene que haber un volumen importante de exploración para escalar al siguiente peldaño, que es la producción. Esto que ha generado tanta riqueza en San Juan es lo que tenemos que poner en marcha en Mendoza. Primero hay una planificación estratégica, que surgió desde el sector privado, porque lo hizo el Consejo Empresario Mendocino. Primero la geología, que la tenemos. La educación, la infraestructura, la gobernanza. Ninguna sociedad está preparada per se para ejecutar una industria y que no pase esto del extractivismo sino que sea una industria que agregue valor.

-¿Hay mensurado el impacto económico que pueda tener en Mendoza este camino de la exploración?

-Hay que diferenciar de otras industrias, como los hidrocarburos. Nosotros estamos en una fase previa, que es explorar. No va a haber producción todavía, entonces no habrá regalías. Pero sí actividad económica. Ya tenemos cuatro proyectos que están explorando en Mendoza: Cerro Amarillo, El Burrero, Las Choicas y la Adriana. Cerro Amarillo tiene una inversión de 20 millones de dólares en servicios, en el campamento. Acá no hay montaña dinamitada, ni caminos arrasados. Es una perforación, la apertura de caminos que luego sirven. Hay externalidades positivas de la minería. Si nosotros lográramos en 4 años tener 8 proyectos de exploración tendríamos como mínimo esos 20 millones por cada uno.

Los controles

-¿El Estado tiene la capacidad de control? ¿Qué garantías van a construir para la ciudadanía?

-Los controles son una garantía para la ciudadanía, sino también para las inversiones. Ese concepto de que la falta de control beneficia a las empresas, no es así. El mercado de capitales no funciona así. La mejora en los estándares de calidad, se pagan. Tienen que rendir cuentas en esas certificadoras. Estamos en una situación auspiciosa, es una oportunidad de reforzar los controles que nos corresponden. La policía ambiental, la policía minera que se va a reforzar. Estamos trabajando desde la organización interna de la Dirección de Protección Ambiental, unificando el cuerpo de inspectores y trabajando en forma conjunta con el Ministerio Público, que acaba de crear las fiscalías ambientales. Estas fiscalías deberían trabajar en coordinación con los inspectores ambientales que ya tenemos ordenados. Vamos a tener ese doble control, ese control cruzado.

-Al Estado le falta músculo para controlar porque es una actividad que tenga trayectoria para controlar

-Hoy la ciencia ha avanzado mucho. Hay métodos de obtención de información que ahorran recursos y tiempo. Se puede tener cartografiado todos nuestros acuíferos, los cursos de agua, la infiltración. Es algo en lo que estamos trabajando. Los procedimientos le dan intervención a Irrigación y a Hidráulica. Tener información nos va a hacer más eficiente en los controles. El Distrito Minero es un polígono donde se identifican más de 30 pórfidos de cobre y más de 200 permisos, que no significan que todos van a salir a explorar. El padrón te muestra que hay 200 permisos que hoy no están invirtiendo para explorar. Entonces este distrito toma una zona minera para hacerlo y luego cada una debería cumplir el informe de impacto ambiental. El hacerlo en conjunto y no por separado, permite tener estudios más profundos. No es lo mismo ver una foto que toda la película. Tener los datos de los glaciares, la zona periglaciar, las comunidades, todo lo que hay alrededor. Nos da una información muy valiosa, una riqueza que no tendría de otro modo. Quienes se han mostrado como detractores no están viendo la complejidad positiva de tener estudios profundos de nuestra geología, la hidrología, por ejemplo.

-¿Cómo van a ejecutar de manera particular cada exigencia o proyecto si se hace un estudio general?

-Una de las cosas que queremos cambiar es que el padrón sea público. Es una locura que hoy tengamos reservada esa información. Hay que pedir un pedido, acreditar interés…es arcaico. Lo que yo quiero es un link en la página de la dirección de minería donde se pueda saber qué propiedades hay, quién es el propietario…El recurso es de la provincia. Todos estos estándares de transparencia también lo miran desde afuera. Que el padrón sea secreto, también pesa en el riesgo. El riesgo propio de la minería es encontrar o no mineral; todo el resto, como la demora en los permisos, que tenga que andar pagando en el camino para conseguir información…eso no debería existir. Esos son los estándares que se evalúan.

-Entonces están un paso más atrás porque hay un desorden importante

-Son acciones simultáneas. Si yo quiero ordenar el padrón minero, tengo que separar la paja del trigo, el que quiere invertir del que hace especulación. Por eso vamos a exigir que haya inversiones para separar el que quiere trabajar y el que especula. 

-¿No puede haber trabas legales por presentar en una sola Manifestación de Impacto Ambiental todos los proyectos?

-No es inconstitucional porque en realidad ni la ley de ambiente, ni la 7722, exigen que sea de un solo proyecto. El Código que proponemos incorporamos una figura que tomamos de Río Negro que habla de Proyectos Mineros, con un marco más grande, que podemos tomar como un masterplan, donde quedan incorporados varios proyectos. Y en el Distrito Minero Malargüe si bien Impulsa Mendoza lo va a liderar, vamos a invitar a los propietarios a que sumen el mayor detalle posible de cada uno para darle más precisión al estudio.

-¿Quién es el garante de esos estudios, del proyecto?

-Impulsa Mendoza es el garante del masterplan. Luego todo el procedimiento se aplica a cada proyecto. Cada uno va a hacer un aviso de proyecto específico. Es como una actualización de la DIA.

-¿Sin pasar de nuevo por la legislatura?

-Claro. La legislatura evalúa los criterios de la DIA, eso ya va a estar aprobado. SE va a auditar cada proceso. Tienen que ir a la autoridad de aplicación, presentar su plan de inversión, de trabajos, la declaración jurada de buenas prácticas, la vinculación con la comunidad.

-Es una ingeniería política y administrativa para saltar a la Legislatura en cada proyecto

-Pensá que si cada una de esas 200 propiedades mineras tuvieran que pasar por la Legislatura, deberíamos cerrarla para ponerlos a los legisladores a estudiar declaraciones de impacto ambiental. No es para evitar controles, sino para ser más eficientes en la información y los procesos.

-El filtro político ha sido más duro que otros

-Es poco lógico porque el filtro técnico debería ser más duro, no el partidario o político. Termina siendo un botín en la Legislatura. Esa será discusión de otro momento. Hoy estamos encontrando esta oportunidad jurídica y técnica más el nuevo Código de Procedimiento para dinamizar una zona donde hay potencial, consenso social y donde hay muchos proyectos.

-¿Cómo van explicar hacia afuera que es una zona particular dentro de un departamento, dentro de una provincia…que se pueda hacer minería ahí, en una provincia antiminera?

-Uno de los referentes del sector que es consultado por todos decía que a Mendoza lo tenía negado, tapado. Tenía un parche negro sobre Mendoza…con esto que me cuentan, le saco el parque negro al Sur de Mendoza.

-¿Qué marco temporal realista tienen para tener resultado?

-Para desarrollar exploración es ya, ahora queremos ejecutar la exploración. Estamos trabajando en acciones concretas para generar las condiciones y que las inversiones vengan. Haber viajado a Canadá tiene que ver con eso. Estamos generando las condiciones, estamos sacando ese parche. Creo que se van a cristalizar esas expectativas. Fines de este año con todo aprobado pueden venir las inversiones.

-Hubo otros intentos, con reacciones muy fuertes en 2005, 2007 y mucho más en 2019. ¿Qué van a hacer distinto?

-Si bien nosotros nos hacemos cargo como impulsores de dar toda la información, todas las veces que sea necesario; no alcanza y no sirve que sea solo el gobierno. Por eso es muy bueno que el plan estratégico haya surgido del sector privado, que esté la universidad. Necesitamos que la información y esa masa crítica se genere transversalmente. Tienen que involucrase todos los sectores de la sociedad.

-Hay dos minerías ruidosas: la de los que dicen que la minería te salva o que la minería de hunde. Cuál es la estrategia…

-El sumar otros actores involucra a las universidades, a la sociedad, a las cámaras. Hay que desmitificar que hay un gran volumen de detractores. Son escenarios distintos. El escenario político y social de ahora es otro. Nuestra estrategia no es ni amplia, ni abstracta. Es concreta: cobre y en Malargüe. No es un eslogan como decir vamos por todo. Por eso las críticas ameritan cosas concretas también. He leídos manifestaciones de estos grupos que exigen que no haya minería metalífera a cielo abierto…que garantice la llegada del agua a la Laguna de Guanacache…¿En serio? Si vamos a tener una discusión, tengamos una discusión seria.

-¿Y los tiempos?

En cuento los tiempos, no hay que poner el carro delante del caballo porque estamos promocionando la exploración y puede llevar 20 o 30 años. Ninguna de las tecnologías que usamos hoy son las mismas que hace 30 años. Supongamos que seguimos con la misma tecnología en 3 décadas, que ya tenemos todas las reservas y estamos en condiciones de explotar: hoy el 80% del cobre que se explota en el mundo no llevan los 3 químicos que prohíbe la 7722 porque se usa flotación. Uno de los empresarios más grandes nos preguntó qué hacen si tienen una capa de óxido de cobre que se puede sacar con lixiviación. Pues ellos tendrán que evaluar si les conviene o no, pero además ya existe la biolixiviación. Nada es de la noche a la mañana, pero genera un desarrollo del sector que si esperáramos que el Estado lo haga, es mucho. Las inversiones van a traer desarrollo, conectividad, tecnología. Si esperamos que el Estado lleve 5G a Pata Mora, va a llevar mucho tiempo.

-Malargüe tiene una mala experiencia: se explotó el petróleo, pero no hubo buen desarrollo y reinversión en el departamento.

-Eso es industria extractiva. Saco y no dejo nada en el entorno. Si el día de mañana se terminan los recursos, queda lo que se invirtió.

-En Malargüe no ocurrió…

-Puede ser que haya faltado una planificación estratégica en materia de desarrollo de los hidrocarburos desde hace 50 años. Por eso esto de ver el vaso medio lleno, porque hoy ni la sociedad, ni los mercados te permiten que eso pase. La RSE les exige el vínculo con la comunidad, el valor agregado que pueden dejar.

Los controles

-Cuando superpongan los mapas de intereses y recursos que entran en tensión. ¿Cómo van a equilibrar esas tensiones, como ocurre con el cuidado de los glaciares?

-Si ha un glaciar, entonces no se puede explorar. Son lugarers intangibles. El Distrito Minero Malargüe se hizo sin tocar glaciares, sin tocar cauces. De hecho hay un semáforo con alertas donde se puede, no se puede, la vulnerabilidad que hay. Muchas veces no es que no se pueda hacer, sino que se tiene que hacer con mayores recaudos y controles más estrictos por el entorno. No tenemos que pensar que hay conflictos de intereses; tenemos el ejemplo de Chile al lado.

-¿Qué el ministerio concentre la promoción y el control, no puede generar un sesgo de desconfianza?

-No es el primer lugar donde se hace y funciona bien. Si hubiera criterios distintos…¿Quién lo resuelve? La visión es una sola, es la misma. Si hay una política pública es del Gobierno, no de un ministerio. Se coordina. Si eso ocurre, no es factible que dos ministros discutan algo. Hay una política pública. El creer que todas las cosas buenas o malas recaen en un gobernador o ministro, es errado. Está Fiscalía de Estado, otros organismos. Hemos creado un registro de organizaciones ambientales, vamos a convocar al Consejo del Ambiente. Queremos la participación y esos controles cruzados. Los controles interinstitucionales te dan garantías.

-Mendoza tiene una masa crítica y una sociedad civil muy activa. ¿Los van a convocar?

-Por ley tienen que participar todas las organizaciones, municipios, la sociedad civil.

-¿Quién va a dar las concesiones mineras ahora?

-La Dirección de Minería

-Hubo críticas al proyecto del Código porque dicen que justamente eliminan la Dirección de Minería.

-No, la hacemos más dinámica. Queremos que haya menos abogados y estudios jurídicos y más inversores en la actividad. Queremos que haya menos abogados y más técnicos.

-¿El vínculo con las empresas, las concesiones y demás las va a seguir teniendo el Estado o se las transfieren a Impulsa Mendoza?

-El rol de Impulsa Mendoza es el mismo que tienen las distintas empresas del Estado. Para que sea efectivo lo que estamos proponiendo, el Estado tiene que poder sacarle el derecho a quien no está haciendo nada...pero el sistema permite esas cosas. Para evitar eso, las provincias han puesto esas propiedades que se recuperan o están vacantes en cabeza de las empresas estatales. Es lo que queremos hacer y vamos a ser más exigentes para que desde la publicación de vacancia, Impulsa tenga 30 días para decir si toma ese derecho o no. Si es un área estratégica y queremos que se concurse, Impulsa tiene que licitarla o concursarla. No se la puede quedar Impulsa. Es un instrumento del Estado. Le damos la titularidad a Impulsa, pero con el cargo de que la tiene que licitar.

-¿Cuál es la expectativa y estrategia general con los recursos naturales?

-En el petróleo la curva del descenso de la producción es mantener la meseta y lograr un incipiente crecimiento, Un 20% es lo máximo, salvo el resultado de Vaca Muerta, algo que seria un redespertar en el Sur. Es parte de la planificación de transición energética que estamos encarando. Esto es; sostener y crecer un poco en hidrocarburos y aplicar esos recursos al crecimiento en renovables Pero necesitamos tener el camino a esa transición. Necesitamos electrificar las ciudades, que necesitás muchos recursos. El mundo necesita cobre y nosotros tenemos cobre. No nos podemos dar el lujo de dejar ese recurso

Diario de Cuyo