Catamarca: La columna de "El Secretario" considera que "La minería no puede ser una moneda de cambio"

  • 19 de marzo, 2024
Pocas veces los planetas parecen alinearse de manera tal para que todas las condiciones resulten increíblemente favorables, como le ocurrió a Catamarca con el litio

Pero lo cierto es que el litio pasó de ser considerado una curiosidad de la química durante el Siglo XIX a un soporte vital de la tecnología del Siglo XXI. El litio se conoce desde hace tiempo. Un año después de la declaración de la independencia argentina, en 1817, el químico sueco Johan August Arfwedson lo identificó, pero nadie sabía qué utilidad darle, a tal punto que se lo llamó de manera austera “litio”, nombre que deriva de la palabra griega “lithos” y que significa simplemente piedra. Era eso, sólo una piedra de origen mineral cuyas propiedades se ignoraban. Todo cambió vertiginosamente en las últimas décadas, cuando se avanzó con las baterías recargables de ion litio, por su capacidad de almacenamiento, esencial para teléfonos celulares, computadoras portátiles, tablets y otros dispositivos electrónicos. Y luego en automóviles híbridos o eléctricos y el almacenamiento de las energías verdes (sin contar los otros cientos de aplicaciones químicas, farmacéuticas e industriales). El mundo demanda litio y Catamarca lo tiene por toneladas y toneladas.

Otro aspecto diferencial es que Catamarca no se enteró del litio la semana pasada: es el lugar donde se comenzaron a explorar los salares y donde se instaló la primera planta de producción del país. Hace más de 30 años, el norte catamarqueño ya abastecía de carbonato de litio a Sony Electronics para la primera producción de baterías de litio-cobalto. Materia prima en abundancia, experiencia, interés internacional, una política de Estado enfocada en el impulso minero. Catamarca lo tiene todo.

En este escenario de crisis extrema que vive el país, que la Provincia vea afectada directa o indirectamente su mayor fortaleza, es inadmisible. Y es momento de decirlo: si el palo en la rueda de un fallo judicial es hijo del malestar de la Corte de Justicia por una discusión mundana como el presupuesto, quedamos a un paso del desquicio, porque la cuestión ambiental, aludida en una denuncia de hace varios años, fue largamente abordada. Y no por partes interesadas de las empresas o el gobierno local: hasta el Conicet investigó el tema, con una serie de trabajos a los cuales invitaron a los denunciantes a participar (y no asistieron). El tema es serio y no puede ser prenda de extorsión. La minería no puede ser moneda de cambio y menos en una pelea interna por fondos corrientes. Es un absurdo lujo que Catamarca no se puede dar.

El Esquiú.com