"Cada amanecer es un nuevo día: depende de nosotros abrir los ojos o seguir durmiendo", Por Miguel Soler
- 7 de mayo, 2024
El ex presidente del COFEMIN deja interesantes reflexiones sobre el presente y futuro de la minería en el país.
Argentina está una vez más tratando de levantarse y de trazar un rumbo para avanzar en la resolución de sus problemas estructurales que no le han permitido cumplir a pleno aún los lineamientos que expresa en su propia Constitución Nacional: “… constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino…”
Ese futuro no se va a materializar de forma inmediata, ni va a llegar nunca sino trabajamos codo a codo para que se haga realidad. No podemos simplemente cerrar los ojos y dormirnos. No va a ser sólo el fruto del liderazgo de una persona, ni de las inversiones que hagan algunas empresas. No va a ser sólo el fruto de las políticas públicas y acciones desde el gobierno nacional o desde una o varias provincias. Necesita de todos y tiene que ser parte de un proceso de diálogos, consensos y acciones, honestas y sin egoísmos ni ideologías, ya que es indispensable que desde el lugar que nos toque ocupar, hagamos nuestra parte, y aportemos a su crecimiento y desarrollo colectivo.
Uno de los temas a resolver es un verdadero desarrollo federal, junto con lograr mejorar el bienestar económico y social de todo el pueblo argentino, disminuyendo la pobreza y el desempleo. Esto va a llevar tiempo y unos de los caminos para lograr esos objetivos debe ser el lograr las inversiones para hacer crecer todas las actividades productivas posibles en todas y cada una de las 23 provincias que integran nuestro país, junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin lugar a dudas se debe hacer en forma sostenible y sustentable, cuidando el ambiente y el agua, y no se debe minimizar ni dejar a atrás a ninguna industria. Por eso, en este mes donde se celebra su día, y como parte de la gran familia minera de nuestro país, quiero destacar una vez más la enorme importancia de la INDUSTRIA MINERA para aportar a ese anhelado incremento del bienestar social y económico de los argentinos.
Nuestro país tiene una gran variedad de recursos naturales minerales, pero aún no logra sentar bases firmes para su desarrollo sustentable y poder conocerlos y aprovecharlos íntegramente en beneficio de su gente. No podemos cerrar los ojos ante este hecho ineludible y conocido desde hace décadas. No podemos seguir desperdiciando esta oportunidad de desarrollo económico y social, a través de una actividad productiva que ha sido y es madre de otras industrias y que ha acompañado al desarrollo de la humanidad desde sus inicios.
Sin la industria minera no existiría nuestra cultura y sociedad tal como la conocemos hoy. Por ejemplo, no habríamos avanzado tanto en pilares como la salud (Desde los edificios de los Hospitales y sus equipamientos de alta complejidad, hasta el acero inoxidable con el que están hechas las agujas), la educación (Desde las computadoras con que estudiamos o damos clases, hasta las tizas del pizarrón y la mina del lápiz con la que se escribe), la disponibilidad de alimentos (Desde un tractor y su arado, hasta los fertilizantes minerales que se deben agregar al suelo para que siga produciendo), la tecnología (Desde las baterías de litio y el chip de tú celular, hasta la generación de electricidad a través de fuentes renovables o no renovables y los cables que conducen esa energía hasta tú casa).
Actualmente existe actividad minera en todas las provincias, pero no se aprovecha a pleno. Aún no hay un conocimiento completo de todos los recursos disponibles de rocas y minerales existentes en sus territorios, junto con la problemática de algunos recursos de alto valor económico mejor conocidos que no logran avanzar a una etapa de producción (cobre, plata, litio, uranio, potasio, carbón) y otros menores que trabajan en la informalidad. Por esto es clave lograr sentar las bases para que cada día haya más actividad minera sustentable, es decir, tenemos que incrementar trabajos mineros de prospección, exploración, producción y cierre de todos los minerales de primera, segunda y tercera categoría de acuerdo a nuestro Código Minero y cumpliendo todas las normativas. Trabajar por una mayor actividad industrial minera contribuirá en forma directa a que haya más empleo y proveedores de bienes y servicios, lo que va a contribuir sin lugar a dudas al desarrollo social y económico local, provincial y nacional.
Las bases de ese desarrollo minero sustentable empiezan con políticas de fomento y desarrollo productivo minero nacional y desde las provincias, y van a necesitar afianzarse a través de instituciones sólidas y modernas en todos los aspectos: políticos, sociales, ambientales, productivos, educativos, empresariales y de investigación. Todas deberán cumplir sus funciones con excelencia y lograr una transparente y eficiente administración y gestión de la información pública y privada que generan, reciben y/o controlan. Al mismo tiempo, deberán poder articular e interactuar eficientemente entre ellas, otros organismos, la sociedad en general y todo el sector privado, para contribuir así a mejorar nuestra competitividad y a fomentar y afianzar las inversiones necesarias para el desarrollo minero y productivo integral.
Sabemos que todo el potencial de la industria minera no se va a lograr de un día para otro, que va a requerir estabilidad y un rumbo claro y duradero de varias décadas, y que el largo viaje hacia la Argentina que merecemos comienza con un paso de todos y cada uno… y luego otro y otro y otro.
Este 7 de mayo de 2024, en donde recordamos un nuevo aniversario de la primera ley de fomento minero, creo viene bien parafrasear y compararnos con un antiguo proverbio, que habla de árboles y entiende su importancia y el tiempo que tardan en crecer,: “El mejor momento para desarrollar la industria minera fue hace 30 años, el segundo mejor momento es ahora”.
Abramos los ojos.
Miguel Soler
Dr en Geología - Ex presidente del Consejo Federal de Minería (COFEMIN).
Prensa GeoMinera