Mendoza: El pacto tácito entre Alfredo Cornejo y Javier Milei y la pelea por el control de los recursos naturales

  • 13 de mayo, 2024
Se acerca la firma del Pacto de Mayo y más allá de la adhesión a los postulados, la duda está en el enfoque. La Nación pretende interferir en el control de los recursos naturales, que son provinciales

Por Pablo Icardi

Se acerca la fecha para que se concrete la firma del “Pacto de Mayo” al que convocó el presidente Javier Milei; un acuerdo que pretende ser estratégico con 10 puntos y que por ahora tiene una agenda rígida. Pero así como los cientistas sociales dicen que “el punto de vista hace al objeto”; en política la intención puede modificar el significado de los enunciados. En este caso es relevante, pues puede cambiar drásticamente la relación entre la Nación y las provincias y, sobre todo, las potestades sobre los recursos naturales y la administración. Todos pueden estar de acuerdo en aprovechar los recursos naturales para generar trabajo y riqueza, pero las dudas pueden aparecer cuando se discute quiénes, cómo y con qué reglas. La presencia de Cornejo en la firma del pacto nunca estuvo en duda. Pero ya hay radicales aliados del mendocino que ponen en duda el respaldo por la falta de inclusión de la educación y temas productivos en ese acuerdo.

De antemano el Presidente ya eliminó responsabilidades nacionales sobre los temas estructurales y, además, recortó los recursos a las provincias para poder financiar esas mismas obligaciones. La Nación se desligó de cualquier responsabilidad en la educación y recortó fondos; se abolieron de hecho los programas de salud, incluyendo el abandono de las políticas preventivas (como ocurre con el dengue) y se eliminó por completo la obra pública, aún incumpliendo contratos y obviando la responsabilidad estatal en la provisión de servicios básicos. En los ’90 se firmaron pactos, como el Pacto Educativo, que derivaron en decadencia y abandono nacional en sus responsabilidades. Ahora Milei lo ejecuta de facto y de manera más brutal.

El enfoque de la Nación respecto a la gestión de los recursos naturales parece pre constitucional, pues en varios temas camina en el borde de lo dispuesto por los constituyentes de 1994, donde quedó ratificado que los recursos son de las provincias. Lo intentó con el petróleo, lo busca con la minería y lo ejecuta con la energía hidroeléctrica y, por ende, en la gestión del agua como generador de valor.

Es lo que pasa con las represas cuyas concesiones vencen desde el 1 de junio y que deberían volver a la Provincia. El mal antecedente de la Patagonia, donde las represas serán tomadas nuevamente por la Nación, hace pensar en que con Mendoza habrá conflicto por los Nihuiles y las represas del río Diamante; seis diques estratégicos. Pues con las industrias que el Gobierno de Alfredo Cornejo busca impulsar ocurre algo similar. El secretario de Minería, Luis Lucero, advirtió que habrá rigor para que las provincias exploten los recursos minerales, incluso con duras palabras contra las normas provinciales que prohíben (en el caso de Mendoza no hay prohibición provincial, pero sí regulaciones fuertes). La letra de la “Ley Bases” también recorre esa delgada línea, en particular con el Régimen de Grandes Inversiones. Allí se crea una burbuja por 30 años para promover inversiones a gran escala, que tiene como destinatarios privilegiados a las industrias petrolera y minera. De manera eufórica la ley explica que las Provincias no podrán entrometerse y agregar regulaciones, cánones o cualquier otra imposición. En el Senado esa redacción podría ser matizada.

Mendoza apoya a Milei de manera casi incondicional. Hay un pacto tácito entre ambos, pues no tienen diálogo directo pero están de acuerdo. El “gran negocio” pragmático lo logró Alfredo Cornejo con la liberación sin condicionantes de los 1023 millones de dólares para ejecutarlos de manera discrecional. Pero quedan en carpeta una catarata de reclamos y temas irresueltos. Los “baldíos” de la Ruta 40 por el cese de las obras, las cloacas, planes de agua y otra infraestructura básica que la Nación debía financiar y también abandonó (¿Ahora se usará parte de los 1023 millones para tapar esos faltantes?), la deuda educativa y el abandono en salud. La “energía” política que emana Milei generó una especie de encantamiento que lo blinda de críticas desde las oficinas de calle Peltier. Aún a riesgo de que crezcan los perjuicios.

Alfredo Cornejo ya comenzó a esbozar cómo ejecutará los 1023 millones de dólares.

Cornejo, mientras tanto, avanza con lo que en su gobierno consideran un nuevo pacto productivo para diversificar (aún más, dicen) las oportunidades. Con la minería ha sido prolijo y rápido en la promoción, y difuso en los mecanismos de control. Las consultas sobre ese plan se suceden en distintos planos, aún cuando es un camino a larguísimo plazo que la Provincia recién está empezando a transitar. Pampa Energía confirmó que mantiene la exploración en Malargüe y esperan las adhesiones al Distrito Minero Malargüe para que llegue a la Legislatura con mayor potencia.

Donde hay inquietud es en la industria petrolera. El retiro de YPF de las 14 áreas petroleras, en particular de Barrancas, La Ventana y Vizcacheras, plantea un nuevo escenario y aún no hay novedades oficiales sobre ese traspaso. Como explicó MDZ se trata de áreas que tienen un fuerte impacto económico, social y ambiental. Se anunció que hubo más de 70 interesados en las 55 áreas que la empresa vende en todo el país, pero sin entrar en detalles. El Gobierno local promueve el cambio de manos, pues entienden que la petrolera estatal había declinado de hecho la inversión. El objetivo es crecer hasta en un 10% la producción de petróleo; algo que no depende de las intenciones. Mientras, el 18 de este mes termina la prueba piloto de YPF en la lengua mendocina de Vaca Muerta. Tras esa primera etapa la empresa evaluará la viabilidad económica de ejecutar un plan no convencional de este lado del Río Colorado. Hay datos previos no determinantes pero que marcan un camino.

La producción en el área donde se hace la prueba, Paso de las Bardas Norte, creció sensiblemente. Pasó de 288 m3 en enero, a  1.604m3 en marzo. En cuanto a las regalías, pasó de 11 millones, a más de 73 millones de pesos en marzo. Allí hay otro punto clave. YPF ya avisó de antemano que para ejecutar un plan de explotación en Mendoza, la rentabilidad debería ser similar a la obtenida del otro lado, en Neuquén. Y las variables de ajuste para que esas cuentas cierren serán las regalías y otros cargos provinciales.

Muy cerca de allí, en lo que eran las instalaciones abandonadas por la brasileña Vale, deben comenzar los trabajos previos para producir sales de potasio. La empresa Minera Aguilar tiene la concesión y el cronograma está en marcha. “Están avanzados”, explicaron informalmente a MDZ, aunque no hay detalles si se cumple el plan de inversiones inicial. A mediano plazo ese proyecto podría calificar dentro del RIGI, es decir la burbuja que podría crear la “Ley Bases”. La enorme frustración que vivió Malargüe con el primer fracaso de PRC hace que todos sean escépticos de antemano. Ese departamento vive con una enorme ansiedad: está en una situación crítica por falta de oportunidades, pero aparece como el “incipiente” centro de grandes inversiones: Potasio con PRC, cobre con Pampa Energía, energía solar con Genneia; petróleo con YPF. Muchas promesas para una tierra prometida que ya vivió muchas frustraciones.

Obras y revoluciones políticas

 El Sur mendocino se transformó en protagonistas, además, por el inédito reclamo y logro judicial para que la Nación pague una obra que estaba aprobada. Se trata del gasoducto de San Rafael, una obra largamente prometida, anunciada y capitalizada políticamente. El fallo judicial podría tener repercusiones mayores por la intervención de la justicia en el control de la gestión y obligación ordenada. Puertas adentro el tema tiene más condimentos. El reclamo unió a tres intendentes de San Rafael en roles distintos. Emir Félix fue quien impulsó la obra, Omar Félix quien inició el reclamo judicial y Ernesto Sanz, exintendente radical, acompañó, pero como asesor jurídico de la comuna y las empresas adjudicatarias, firmas que también tienen llegada política en la Provincia y el Sur (CEOSA y Obras Andinas). En ese caso el que más había perdido por el parate era la municipalidad, que adelantó fondos propios a “cuenta” por el compromiso adquirido con la gestión de Alberto Fernández.

Petri, el dirigente que más incomoda a Cornejo por su presente.

Mientras eso pasa, hay pequeñas revoluciones en el ecosistema endogámico de la política mendocina. La curiosa interna del Pro es una de ellas. Se trata de una pelea con nulo impacto electoral, pero de gran valor estratégico. Detrás está la disputa entre Cornejo y De Marchi y, sobre todo, la posible conducción del “mileiismo local”. La disputa tiene mucho más de casta, rosca y barro político que de transparencia y disputa democrática. En el radicalismo también afloran disputas; discretas y con un exacerbado amor propio. En ese partido, mal acostumbrado desde 2015, hay insólitas disputas por la sucesión de Alfredo Cornejo, cuando van menos de 6 meses de la segunda gestión de su líder. “Hay dirigentes que aún no saben cómo limpiar la calle y ya quieren ser gobernadores”, dicen. Igual, en el núcleo duro del cornejismo hay alguna preocupación a largo plazo; algo de ansiedad. Es que en esa extraña carrera están varios dirigentes que no son apadrinados por Cornejo y eso inquieta. Como ocurrió en las dos últimas elecciones, el gobernador puede sufrir no haber compartido protagonismos, es decir de haber construido figuras a la par. Cornejo ejerce el poder de una manera potente y bajo una sombra tan extensa cuesta que crezcan otros liderazgos

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