¿Se acabó la fiebre del litio?: el oro blanco ha encontrado obstáculos en su avance hacia la transición energética

  • 24 de julio, 2024
Automotrices han ido bajando sus proyecciones de fabricación de autos eléctricos a medida que surgen más dudas sobre los costos y el impacto ambiental de la producción del mineral.

Por Déborah Donoso Moya

Compañías como Ford, General Motors, Toyota, Stellantis y Volkswagen ya se han visto impactadas por una menor demanda de autos eléctricos. Pero, ¿qué la ha generado? ¿Cuánto ha impactado a la industria automotriz? ¿Qué tiene que ver el litio?

Las razones son variadas y van desde el alza que ha tenido el precio de la energía eléctrica a nivel mundial, así como los altos costos de producción frente a la competencia china. Sin embargo, una de las causas también ha sido una reciente investigación que volvió a poner sobre la mesa los altos niveles de contaminación que significan las baterías de litio.

Mientras los usuarios de este tipo de automóviles se han vuelto más cuidadosos y han observado los costos secundarios de adquirir un modelo eléctrico, en Estados Unidos algunos fabricantes están paralizando sus fábricas que son 100% eléctricas y están volviendo a la producción de motores de combustión interna.

Esto llevará a que la transición energética, y especialmente la de autos eléctricos, sea más lenta de lo que se esperaba, a medida en que se ralentiza la demanda.

Al respecto, el economista jefe de BlackTORO, Fernando Marengo, explicó que “hay un tema interesante a nivel mundial de cómo se tratan las energías renovables, porque se tiende a pensar que cualquier energía renovable es buena per sé”.

Pero -dijo- “siempre se olvida la génesis de cómo se genera electricidad, y gran parte de ella es por ciclo combinado o generación térmica; es decir, se quema algún tipo de combustible para generar electricidad. El auto eléctrico contamina menos, pero el problema está en cómo se genera la energía”.

Impacto en la industria automotriz

En Chile, país que junto a Bolivia y Argentina tiene de las mayores reservas de litio del mundo, las ventas de autos eléctricos cayeron un 61,5% en los primeros dos meses del año a solo 144 unidades, según reveló la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).

Durante todo 2023, la cifra casi alcanzó las 1.600 unidades, lo que significó un récord y un alza de 22,6% anual.

En Perú, en tanto, el escenario ha sido particularmente diferente. La Asociación Automotriz del país (AAP) reveló que la comercialización de este tipo de vehículos se ubicó en 1.433 unidades durante el primer trimestre, “lo que constituye una cifra récord trimestral, superando en 50,4% lo vendido en similar período de 2023”.

El desempeño mixto se repite en la región, pero las grandes automotrices son las que están poniendo mayor atención a la demanda mundial y regional. La alemana Mercedes-Benz fue la primera compañía en levantar una alerta, luego de que a mediados del primer semestre le pusiera un freno a la electrificación de su flota.

Aunque la firma proyectaba que el 100% de las ventas de sus autos serían eléctricos en países de Europa y Norteamérica a 2030, en febrero aseguró que continuaría fabricando modelos híbridos y a combustión “por tanto tiempo cómo sea posible”, en respuesta a la baja demanda que, además, la llevó a bajar sus expectativas a solo un 50%.

En línea con esto, la china BYD retrasó el inicio de la construcción de su fábrica en Chile y emplazó al gobierno de Gabriel Boric a aclarar el contrato que firmaron con Corfo.

Del mismo modo, la gigante estadounidense Ford reveló al cierre del primer trimestre que las pérdidas se dispararon en el periodo a US$ 1.300 millones por cada uno de los 10 mil vehículos eléctricos que vendió, reduciendo las ganancias globales de la empresa

Por su parte, GM también advirtió esta situación y, aunque se ha negado a modificar sus proyecciones de producción, diversos especialistas de la industria han advertido que la competencia de fabricantes chinos y Tesla ha generado un impacto en sus resultados, lo que se verá una vez que entregue sus resultados para el período abril-junio.

La holandesa Stellantis, en tanto, es la que más ha resentido la caída de la demanda de unidades eléctricas. A fines del primer trimestre anunció la desvinculación de cerca de 400 trabajadores en Estados Unidos, cifra que equivale al 2% del personal de ingeniería, tecnología y software.

Según comunicó a fines de marzo, "a medida que la industria del automóvil continúa enfrentando incertidumbres sin precedentes y mayores presiones competitivas en todo el mundo, Stellantis continúa tomando las decisiones estructurales apropiadas en toda la empresa para mejorar la eficiencia y optimizar nuestra estructura de costos".

La alemana Volkswagen también redujo su perspectiva de margen para el año, como consecuencia de altos costos relacionados con un posible cierre de la planta de Audi en Bélgica después de una demanda “decepcionante” de algunos vehículos eléctricos y otros gastos no planificados.

Con todo esto contexto, resurge lo señalado por el presidente de Toyota, Akio Toyoda, a inicios de año: “Da igual lo que mejore el auto eléctrico, no pasará del 30%" en cuota de mercado, mientras "el otro 70% se lo repartirán los híbridos, los enchufables y el hidrógeno. Creo que el vehículo con motor de combustión seguirá viviendo".

Impacto en el litio

El litio es el mineral más apreciado actualmente, con un valor de unos US$ 40 mil la tonelada métrica. Sin embargo, durante los últimos meses su precio ha ido en picada.

¿La razón? La menor demanda de China y los diversos informes que se han levantado sobre la contaminación que genera su producción y posterior reutilización.

El precio del oro blanco se incrementó desde agosto de 2021 a noviembre de 2022, para luego retroceder hasta abril de 2020. Y aun cuando ha experimentado rebotes, desde junio de ese año su descenso ha sido constante, lo que podría impactar las economías líderes de la región, ubicadas en el Triángulo del Litio.

En ese sentido, Marengo explicó que una ralentización de la producción de litio por la menor demanda de vehículos eléctricos “impactaría de manera importante a las economías productoras y regionalmente”.

“Si pensamos en dónde están los yacimientos de litio -en el norte de Argentina y de Chile, y en el sureste de Bolivia-, son sectores generalmente de bajos niveles de ingresos donde la inversión que se está haciendo es muy importante y la toma de mano de obra para la explotación del litio es relevante. Si se paraliza la explotación de este mineral en estos sectores, el impacto sería muy grande”, agregó.

Para concluir, Marengo enfatizó que espera “una desaceleración (en la producción), pero seguramente seguirá el ritmo tendiente de incrementar la participación de las energías renovables respecto de la energía en base a hidrocarburos”

Dfsud.com