Cómo un estado de EEUU rico en petróleo se convirtió en epicentro de la minería del litio

  • 15 de septiembre, 2024
El futuro de la producción de litio en EEUU está cobrando impulso en Arkansas, a medida que empresas como ExxonMobil, Albemarle y Standard Lithium realizan importantes inversiones en el estado.

Esto se produce en un momento en que la demanda mundial de litio, impulsada por los vehículos eléctricos y las necesidades de almacenamiento de energía, sigue creciendo.

En 2023, el consumo mundial de litio alcanzará las 180.000 toneladas métricas, frente a las 142.000 toneladas métricas de 2022, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. Pero Estados Unidos produce menos del 1% del suministro mundial.

Aunque la mayor parte del litio del mundo todavía proviene de países como Australia, Chile y China, Arkansas podría cambiar eso.

Este estado de EEUU alberga la Formación Smackover, una formación geológica rica en salmuera de litio.

«La calidad de los recursos de litio es lo que hace que esta región sea fantástica», afirma Wesley Hamilton, Director Técnico y Vicepresidente de Investigación y Tecnología de Albemarle, el mayor productor de litio del mundo.

«Todo se reduce a dos cosas: la concentración de litio y la capacidad de extraerlo eficazmente de la salmuera».

Arkansas lleva mucho tiempo produciendo bromo, que se extrae de las mismas salmueras que ahora se explotan para extraer litio. La formación contiene más de 4 millones de toneladas métricas de litio, suficiente para alimentar millones de vehículos eléctricos y dispositivos, según Galvanic Energy. Esto ha despertado el interés de empresas que quieren aprovechar el potencial de la formación.

Exxon Mobil, por ejemplo, adquirió 120.000 acres en la formación Smackover en 2023 y pretende empezar a producir litio para baterías en 2027. La empresa afirma que producirá litio suficiente para abastecer la fabricación de más de un millón de vehículos eléctricos al año en 2030.

Standard Lithium, que opera en Arkansas desde 2020, también está ampliando sus instalaciones de extracción directa de litio (DLE) en El Dorado, gracias a una inversión de 100 millones de dólares de Koch Strategic Platforms. DLE se promociona como un método de extracción más ecológico, que utiliza filtros avanzados para reducir el uso de energía y agua.

Sin embargo, el camino no está exento de dificultades.

La tecnología DLE, aunque prometedora, aún no se ha probado a gran escala, y los precios del litio han caído bruscamente de más de 80.000 dólares por tonelada métrica en 2022 a unos 10.600 dólares en la actualidad.

Eso se debe al exceso de oferta, al crecimiento más lento de lo esperado de los vehículos eléctricos y a las nuevas tecnologías de baterías, según Benchmark.

«Los precios del litio están cayendo en picado, y muchas empresas independientes del sector no están generando los ingresos que necesitan», afirma Shon Hiatt, director de la Business of Energy Transition Initiative de la Universidad del Sur de California. «Esa volatilidad es un gran reto para las empresas que intentan escalar».

Además, China controla el 80% de la producción mundial de células de baterías, según el Atlantic Council, lo que aumenta la preocupación por los riesgos de la cadena de suministro estadounidense.

Aun así, empresas como Albemarle y Standard Lithium dijeron a CNBC que siguen siendo optimistas sobre el potencial de Arkansas para convertirse en un actor clave en el mercado mundial del litio.

«Estados Unidos tiene que dar un paso adelante», dijo Robert Mintak, director general de Standard Lithium. «Hemos apuntado a la formación Smackover en Arkansas porque creemos que es el mejor recurso para desarrollar».

Con información de CNBC.

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