Uranio, clave para la transición energética: Una oportunidad para Argentina, Por Carlos Saravia Frías
- 8 de enero, 2025
En este artículo el abogado Saravia Frías plantea un tema estratégico para el futuro de la minería argentina.
La comunidad internacional finalmente tomó conciencia de la necesidad de morigerar la emisión de CO2 al ambiente, la tan mentada transición energética, pero lo hizo estableciendo límites de emisión con fechas de cumplimiento basados en decisiones políticas exclusivamente que la convierten en objetivos, que de acuerdo a los especialistas no se van a cumplir en tiempo y forma.
Esto genera nuevamente, como con tantos acuerdos internacionales similares, frustraciones y descreimiento por parte de la sociedad civil. Para hacerlo seriamente, se necesita no solo decisión política, sino también el acompañamiento económico, con los adecuados incentivos (precios- impuestos), pero además con la utilización inteligente de los “aceleradores” que pueden realmente contribuir a lograr estos objetivos de manera realizables. Y aquí aparece el uranio en escena. Es un “combustible” que permite generar energía en cantidad y con nula emisión.
En los últimos tiempos, hubo una gran reticencia para su utilización y distintos países adoptaron políticas energéticas dispares. Desde China que desde hace 25 años diseñó un plan para instalar más de 20 centrales atómicas, en la actualidad en pleno desarrollo que le va a permitir erradicar en gran parte la generación con carbón; hasta Alemania, que con la gestión de Merkel influida por la parte “ambientalista” de su coalición de gobierno mandó desmantelar la totalidad de las centrales atómicas lo que sumado la al guerra de Rusia que le suspendió el suministro de gas, casi pone de rodillas al país, con una gran crisis de generación energética, y hoy pagan el precio con una gran desaceleración de la economía. Como dijimos antes, se necesita una gran coordinación de toda la comunidad internacional y el diseño de un plan global que permita llegar a una generación limpia con el menor costo económico para la sociedad en un tiempo razonable.
¿Pero qué papel puede jugar la Argentina en este escenario? Por lo pronto, contamos con un gran potencial uranífero en nuestro territorio, que a la fecha fue largamente explorado en Chubut, Santa Cruz y Mendoza y algo menos en Rio Negro, Catamarca, La Rioja y Salta, que hoy yace inerte en las entrañas de nuestro suelo.
¿Cómo ponemos en valor todo este potencial?
Ante todo decisión política, que aparentemente a nivel nacional ya existe con el anunciado “Plan Nuclear Argentino”, que si bien hasta el momento no se conocen detalles de su contenido, por lo menos marca un camino. Este plan debería asegurar la “materia prima local”.
Para ello necesitamos de la coordinación de todos los jugadores involucrados (stakeholders).
La CNEA cuenta no solo con know how y ha desarrollado durante años toda la tecnología down stream, lo que le ha generado una gran credibilidad no solo en la comunidad científica sino también en la población en general; pero cuenta, por otro lado, con dos yacimientos de gran importancia como Sierra Pinta y Cerro Solo, que permitirían desarrollar el up stream. La CNEA debería ser el gran “articulador” de este proceso, y como reza el dicho popular -con un botón basta para muestra-. Hoy Sierra Pintada, que estuvo en producción hasta los 90, se encuentra en funcionamiento y produciendo el uranio que se reprocesa de las colas para “remediar” el sitio. Acá se le presenta una gran oportunidad a la CNEA, para que junto con el sector privado se sincere esta situación se modernice la planta que hoy existe, y empecemos a proveer el uranio que hoy importamos en un 100%.
El sector privado puede aportar el conocimiento y el financiamiento necesario para poner en marcha una planta con altos estándares internacionales que nos de la tranquilidad necesaria.
Las provincias que hoy tienen fuertes restricciones como Mendoza y Chubut, empezar a trabajar en la adaptación del marco normativo, para que la actividad privada q hoy controla vastas áreas mineras, pueda explorar y avanzar en la definición de recursos que permitan integrarlos a la futura producción, generando mano de obra en lugares donde no hay muchas alternativas económica (meseta central de Chubut y Santa Cruz).
La Comunidad, particularmente del área de influencia directa de los proyectos, vea el beneficio de actividad minera a través de empleo digno, y el desarrollo de proveedores locales, como así también la “remoción” del componente contaminante (uranio y torio) que se encuentra en estado natural, generando radioactividad.
Finalmente, el Estado Nacional, a través de la Autoridad Regulatoria Nuclear, debería emitir la normativa necesaria para asegurar a los productores de materia prima, que una vez garantizado el suministro local, puedan exportar libremente el uranio, para de esa manera hacer un aporta el transición energética global, ya que Argentina es signatario del Tratado de no proliferación lo que asegura “uranio limpio”.
Se nos avecinan tiempos desafiantes, y a Argentina se la abren oportunidades inmejorables, no dejemos pasar el tren de la historia.
Carlos Saravia Frías
Abogado. Titular Estudio Saravia Frías
Ex Secretario de Minería de la Nación
Prensa GeoMinera