La era entre la incertidumbre y la claridad, por Carlos Campolongo
- 8 de enero, 2025
Es difícil ponerle un nombre característico al tiempo que vivimos.
¿Somos contemporáneos de un “mundo” o época, que cierra? ¿un mundo viejo que no acaba de morir y otro que no acaba de nacer? Después de la modernidad en varias actividades la casi única ocurrencia gramatical fue el prefijo post. “Postindustrial”, (D. Bell), al que siguió “Postmodernidad” (J.F.Lyotard). Otros pensadores han intentado titularlo por algunas de sus características dominantes. Zygmund Bauman refiere a lo “líquido”. Y siguiendo en esta aventura podemos contener un mundo “postideológico”; y hasta con un temerario camino hacia lo “postpolítico” o “postdemocrático”.
Es seguro que a muchos nos resuenen las poéticas estrofas de Catulo Castillo en el tango Desencuentro
“Estas desorientado y no sabes
Que trole hay que tomar para seguir.
Y en ese desencuentro con la fe
Queres cruzar el mar y no podes.”
Se palpan cambios, rupturas, cambios de valores y creencias, experiencias sobre la felicidad y el dolor. Mutan pasiones y sueños. En los vínculos humanos desde los más íntimos o los grupales o laborales de adoptan comportamientos diferentes. Muchas vivencias difieren a las generaciones más jóvenes de las mayores. Cada vivencia puede comunicarse de manera diferente, claro según personalidades adquiridas.
El mundo y nosotros contemporáneos vivimos tiempos transicionales, pasando de un modo de ser a otro, a veces sin demasiadas certidumbres. Se aplican cambios vertiginosos e invade según personas o grupos sensaciones de turbación y atolondramiento por las dislocaciones de esos nuevos modos de vida.
En la globalización y sus discusiones nuestro país no puede evadirse de ciertas novedades, nuevas situaciones y desafíos. Pero más allá de escenarios globales deberíamos poner el acento en la creatividad e innovación ante esos nuevos desafíos. Los trazos que se abordan en estas líneas no están ni cerca de abordar la totalidad de complejidades que se van entramando en el primer cuarto del Siglo XXI.
Esta publicación llegó a sus 300 ediciones en casi veintidós años y medio. Su fundador tuvo desde un principio el objetivo principal de especializarse periodísticamente en la temática de la industria minera. Que es colmada por el gobierno anterior y el actual de anuncios sobre inversiones y proyectos para el crecimiento y diversificación del desarrollo para una actividad que podría ser muy beneficiosa para una pronta expansión y beneficios que debería redundar en favor del país. En plazos que ayuden a disminuir las cifras de miseria y pobreza que nos asolan desde hace mucho tiempo.
Pero la extracción de los recursos naturales por distintas decisiones de los empresarios es una actividad en muchos casos silente. Y como consecuencia ese vacío de comunicación corre el riesgo de ser ocupado por la desinformación, la ignorancia, y también la manipulación tergiversadora. Sin comprender que la comunicación en estos tiempos, tan mediáticos, sería conveniente divulgarlos a la opinión pública.
Este encuadre nos permite hacer hincapié desde una perspectiva político social más amplia, en mi opinión, poniendo de relieve dos aspectos importantes que además de la preocupación – necesaria pero no suficiente – en la macroeconomía es urgente programar el diseño y construcción de un proyecto nacional. Modelo argentino en el cual no haya una negativa a priori a retomar diversas alternativas integradoras que sean oportunidad para sustitución de importaciones. No se trata de simplificar lemas como el “vivir con lo nuestro”. Pero eso no se da mágicamente sino con instituciones que existen, pero no cumplen sus funciones por ejemplo el Consejo Federal de Inversiones.
La urgencia porque las demoras degradan cada vez a grandes poblaciones de nuestra sociedad, sobre todo jóvenes, que hace casi tres décadas ni estudian ni trabajan, a los que asedia la humillación, la falta de horizonte más despejado y claro. Y en ellos, solo como pinceladas de trazo compongo con una actualización en los sistemas de educación, salud, y seguridad. El concepto de desarrollo humano. O sea más que una idea tecnocrática sobre el desarrollo. Humanismo y técnica no son continente opuestos, serían la simbiosis adecuada.
Los dirigentes políticos, empresarios y sindicalistas deben ser actores comprometidos con políticas sostenidas en el tiempo en un marco de paz y fraternidad. Este último concepto bastante débil si, como contrapartida observamos la expansión sin límites de distintos tipos de violencia, estímulos a los juegos de azar, etc
Tampoco puedo pasar por alto el mejoramiento y la restauración de las creencias en todas nuestras instituciones. Y los que gobiernan sean ejemplo de rectitud y honestidad. Combatir y sancionar como corresponda la corrupción entre la economía y la política
La posmodernidad no puede desvincularse la virtud, la creatividad, el pensamiento y el consenso en las decisiones estratégicas. Consenso muchas veces se invoca como transparencia pero que en realidad manipula la opacidad de la gestión pública o privada. Agentes que desde el punto de vista ético se convierten en cínicos o hipócritas.
Las posiciones como muchas veces en nuestra historia se debaten entre una noción puramente individualista de la persona sin la contrapartida del concepto de la fraternidad. Hasta cierta pérdida del sentido común mínimo para el funcionamiento adecuado del cuerpo societario. Un eclipse de los comportamientos virtuosos entre la política, la economía y la ética social.
Desórdenes, hasta la anarquía en las responsabilidades de todos aquellos que deben orientar una política a la prevención e inclusive a la punibilidad en la comisión de delitos. Y aquí apunto a las responsabilidades que atañen a gobernantes por no cumplir con su profesión y vocación política.
En consonancia con lo expresado. Abordar la inseguridad creciente, especialmente en poblaciones muy jóvenes a los que inicia, cada vez más tempranamente en el comercio de estupefacientes a como “soldaditos” como medio para tener un “sueldo”. Se declara la “guerra” como concepto que luego se disipa por los nexos con alguna política, cuerpos de seguridad y algunos miembros del poder judicial.
Era de tensiones y estrés. Con dificultades para comprender nuevos fenómenos, comportamientos humanos colectivos, mutación de hábitos familiares o individuales. Desorientaciones que no nos permiten una mayor estabilidad emocional y bastante desconcierto. En el postmodernismo todo aparece efímero.
Las metas y destinos, sobre todo en nuestro país, suelen sumirse en polarizaciones extremas que mutan, sucesos de los que nos sentimos distantes. O nos conectamos digitalmente. La anomía y el desorden agudizan la incertidumbre, en muchos aspectos reinan como un sin sentido.
Una característica saliente de la llamada posmodernidad, es la velocidad y ciertas cuestiones que aparecen y desaparecen con gran velocidad. La perdurabilidad, que no niega la evolución, es en sí misma un rasgo que llama la atención. ¿Cambiará este vértigo? No lo sabemos.
Sí hay cambios también en las nuevas tecnologías que conectan, o puede decir contacta de manera diferente. Claro la pregunta es si esta interconexión deja en pie una característica de los vínculos sociales y las actividades económica.
Aquí nos cruzamos con las concepciones que el tiempo saben considerarlo en el mediano, el corto y el largo plazo. Estos naturalmente en un marco de pensamiento estratégico dentro de un mundo uya geopolítica ya no tiene nada que ver con la dominante en la sustitución de importaciones o presionan a favor de un proyecto de país productor sólo de
Obviamente que ciertos cambios y disrupciones tienen que ver con los medios de comunicación especialmente de aquéllos que no les interesa orienten profesionalmente entre lo que está bien y lo que está mal. Donde los extremos se dan en la ausencia de responsabilidades, pero en confundir el campo de la deliberación y hasta de la polémica con una llamativa fuerza el uso de la mentira, o fakes news ya que por un lado puede pensarse que las NT amplían la posibilidad de la libre expresión, pero muchas veces se confunde la polémica y la falta de ideas y argumentación por la destrucción, daño o insulto del que piensa distinto. Allí anidan lo gérmenes del debilitamiento de la vida democrática abriendo el sendero al autoritarismo, el capricho o cierta tentación mesiánica.
Se habla de un mayor acceso a la información. Protección del planeta cambios necesarios en la conciencia ambiental y mitigar el cambio climático.
La corrupción es un tema muy relevante y complejo que afecta muchas sociedades en todo el mundo. En nuestro país se viene expandiendo intensamente en distintas jerarquías y responsabilidades ya sea de provincia, municipio. Es un abuso de poder o posición para obtener beneficios personales o para favorecer a otros. La corrupción política por parte de gobernantes o funcionarios públicos para obtener beneficios personales. Corrupción económica abuso de empresas o beneficios birlando o eludiendo normas, leyes, obligaciones.
Antes de finalizar me gustaría comentar que en los cambios que hemos señalado sobre las nuevas tecnologías (NT). Se da un fenómeno que varios pensadores denominan como aceleración. Los efectos de las NT y muchos de sus efectos inciden voluntaria o involuntariamente en una crisis de confianza. Al punto que hemos llegado muchas veces no se distingue lo verdadero de lo falsa. Es un problema muy complejo que abarca las denominadas fake news (falsas noticias) el encubrimiento tras el anonimato de trolls, granjas que se dedican a crear mensajes injuriosos, insultantes, falsos, etc. Me pregunto si esas NT con su aceleración supera la capacidad de adaptación de muchas personas. Contribuye todo esto a una crisis de confianza en las instituciones, los líderes y medios de comunicación. Además, nuestro país sufre una polarización tan radical y extrema en donde el argumento es reemplazado por el “efecto emocional”. Esto contribuye a la incertidumbre en diversos campos. La intensificación de esa polarización no garantiza la libertad de expresión, tampoco la responsabilidad por los discursos. En un mundo aparentemente superinformado, pero ininteligible. Sobre cuando la brecha entre ricos y pobres. Sin olvidar otros cuidados comunes que la humanidad sobre el cuidado del ambiente, la prevención de pandemias como las secuelas y cambios que dejo el Covid 19.
¿Vamos hacia más luz, ensanchando horizontes o regresamos a lo más retrógrado de ciertas épocas pasadas?
Cesa el tiempo
Contra las leyes
“A partir de hoy pende de un cordón de crin
En torno a mi cuello el reloj de las horas;
A partir de hoy cesa el curso de las estrellas, Cesan el Sol, el canto del gallo y las sombra,
Y todo lo que alguna vez me anunció el tiempo,
Todo eso es ahora mudo y sordo y ciego;
Silenciosa se me vuelve toda naturaleza
Al tictac de la ley del reloj”
(Friedrich Nietzsche)
Carlos Campolongo
Prensa GeoMinera