Tiempo en Chile: En exclusiva, el Embajador de Argentina en Chile y una propuesta llamativa para que el Paso de Agua se desarrolle con más potencia

  • 22 de enero, 2025
Jorge Faurie habló sobre minería y hasta de la negociación que protagonizó con Los Pelambres. El Túnel de Agua Negra y las posibilidades para que el proyecto resucite. Todas las respuestas.

Por Natalia Caballero

El embajador de Argentina en Chile, Jorge Faurie, recibió a Tiempo de San Juan en la Embajada Argentina. Durante la media hora que duró la cita, el diplomático, habló de todo y ofreció una novedosa propuesta para que Agua Negra se desarrolle como un paso habilitado durante más tiempo. También analizó las posibilidades del Túnel de Agua Negra y dijo que la principal traba es lo presupuestario. Una entrevista jugosa en la que hasta contó una anécdota sobre la época en la que tuvo al Papa Francisco como profesor en el colegio Inmaculada.

-Argentina tiene 78 pasos de los cuales 21 están habilitados algunas veces y cinco están habilitados en forma permanente. Para los sanjuaninos, el Paso de Agua Negra es de vital importancia y no es de los que está habilitado permanentemente ¿cree que puede ir mejorando la cantidad de tiempo habilitado con obras de ambos países?

-Creo que todos los pasos que generen una mayor conectividad con Chile son importantes. Hay algunos que tienen una relativa tradición histórica, en función de nuestro pasado como es claramente el caso de Cristo Redentor y otro lo van ganando a medida que sean utilizados por los argentinos para llegar a Chile y, sobre todo, lo que es muy importante, la capacidad de movilizar carga. Desde ese punto de vista, el Paso de Agua Negra presenta un relativo desafío por la altura a la que se tiene que subir, pero obviamente es una posibilidad realmente importante y va a depender de la demanda de los usuarios el generar utilización fuera de los horarios que hoy estamos conociendo. Estamos hablando de un tráfico de vehículos particulares, además de los camiones que hay, pero la demanda fundamental es de vehículos particulares y allí es donde es un juego del mayor costo operativo que tiene, si se justifica o no, que se habilite fuera de la temporada de verano.

-El Túnel de Agua Negra fue un proyecto que para los sanjuaninos estuvo allí durante mucho tiempo y que ya casi creyendo que en algún momento se iba a dar con la financiación del BID. ¿Cree que este es un proyecto muerto o cree que hay posibilidades?

-Va a depender mucho de la demanda de usuarios para justificar créditos que son realmente importantes. En el caso de Agua Negra, el crédito que el BID otorgó, fue el lado chileno quien entendió que tenía que retirarse porque de acuerdo a sus previsiones presupuestarias no estaban en condiciones de seguirlo adelante. En el caso argentino, era un realmente un esfuerzo grande desde el punto de vista presupuestario, pero nosotros nos mantuvimos en esa en esa propuesta, pero Chile entendió que tenía otra asignación de recursos.

- ¿Hay alguna reunión prevista por este tema o no hay demanda por el momento?

-Fuera del sector propio de San Juan, que siempre va a tener este proyecto como una cuestión de interés, y si bien a nivel nacional figura en agenda, cuando se llega a este tema, llegamos a los recursos presupuestarios y es en ese punto cuando la parte chilena dice “no estamos interesados”.

-Argentina y Chile somos países con sendos intercambios comerciales ¿Cómo se vienen dando estos intercambios y cuál es el papel que tiene la Región Cuyo?

-En los 5.763 kilómetros de frontera compartida que tenemos, obviamente la región de Cuyo históricamente es la puerta de entrada y salida rumbo a Chile. Creo que hay que capitalizarlo aún más, pero teniendo en cuenta que el gran exportador de la zona argentina, más allá de lo que se produce regionalmente, está concentrado más en la zona de Buenos Aires o del Gran Buenos Aires, es un arco que se extiende hasta Rosario, a los que hay que inducir de la conveniencia de venir, ofreciéndoles facilidades para qué utilicen la salida, pero, en definitiva, vamos a estar utilizando puertos chilenos. Esto es positivo desde el punto de vista que abarata el costo de un determinado producto, el dar la vuelta por el Estrecho de Magallanes o salir por vía Mediterráneo u otra ruta similar, le agrega siempre alrededor de 9 a 12 dólares a la tonelada de carga, por lo tanto hay que hacer una maximización de lo que se ofrece yendo por vía terrestre, saliendo por Cristo Redentor o por Agua Negra, pero hay que hacerlo eficiente y el camión que en cualquier caso tiene que llevar el máximo de carga posible, para que el flete se licue dentro de lo que se lleva. Allí es muy importante Agua Negra, que ofrece algunos desafíos desde el punto de vista físico para pasar con mucha carga.

-Entre San Juan y Chile se puede dar una sinergia especial porque en ambos lados de la cordillera de Los Andes se hace minería ¿qué tipo de relación hay en lo que respecta a minería?

-Chile tiene un desarrollo minero muy importante, por lo tanto, me parece que lo razonable es ponernos de acuerdo, pero no a nivel gobierno, porque todos los documentos posibles han sido firmados a lo largo de 30 años, lo que hay lograr es que el sector privado se movilice y que las empresas –muchas de ellas de capitales extranjeros- quisieran continuar operando del otro lado. Opera que de un lado de la cordillera es un régimen unitario, del otro lado de la frontera es federal y cada provincia tiene diferentes legislaciones.

-Quizás el RIGI puede significar una unificación

-El RIGI es un régimen de inversión, pero al mismo tiempo las provincias tienen que mirar en materia minera.

-Usted tuvo un papel muy importante en la negociación por el caso Los Pelambres. ¿Usted cree que esa fue una crisis importante en los últimos 20 años en la relación entre Argentina y Chile?

-Todos los países que tienen una frontera tan extensa como la que tenemos; que tenemos una historia compartida porque no nos olvidemos que la independencia de Chile se consolida a partir de la llegada de la Expedición Libertadora del general San Martín; todos estos elementos marcan un relacionamiento histórico en el cual hay intereses que conciliar, que a veces tienen percepciones diferentes, pero no es este el más importante sino que a medida que vamos andando por el camino vamos encontrando qué cosas hay que resolver.

Nosotros pertenecemos Argentina y Chile al Cono Sur, una región que en estas décadas está llamada a tener un papel muy importante, primero porque tenemos recursos naturales, tenemos poblaciones que tienen un grado de formación, tenemos mercados relativamente dinámicos y en crecimiento, por lo tanto tenemos una proyección frente a un escenario global que está complejo, en el que hay sectores en guerra, hay conflictos de gran envergadura de potencias que pretenden asumir el rol del que lo tenía precedentemente. Esas tensiones benefician de algún modo a nuestra región América del Sur, que está exenta de grandes conflictos, que tiene un déficit todavía de incorporación de población para que todos tengan un similar nivel o un mejor nivel de vida, pero que es posible dado los recursos. Por ello creo que Argentina y Chile tenemos que tener posiciones coincidentes, no solo a nivel del diálogo bilateral, sino también en la presentación ante el mundo ante organismos multilaterales, organizaciones internacionales u otros no solo para buscar planta, para proyectos que puedan interesarnos a ambos, sino para decir desde el Sur nosotros tenemos esta propuesta. La forma de ver la vida o el futuro entre un argentino y un chileno no es tan diferente, el estilo de vida, lo que aspiramos para nuestra familia, lo que lo que queremos para nuestra sociedad, no difiere tanto entre un argentino y un chileno y particularmente entre un chileno y alguien argentino de la zona limítrofe, lo relevante es que miramos al mundo de una manera similar, entonces aprovechemos para presentarnos de alguna manera que para otros interlocutores -sobre todo para otros inversores- miren.

-Cuando asumió la presidencia Javier Milei hubo algunas turbulencias en la relación entre Argentina y Chile ¿cómo está en este momento la relación bilateral entre ambos países?

-No me atrevería a decir turbulencias, son claramente diferentes miradas de cómo proponen encarar sus sociedades, qué le proponen a sus respectivas sociedades como modelo, pero hoy el mundo y nosotros los argentinos miramos muchísimo la Unión Europea, a los países que la integran y en la Unión Europea conviven países socialdemócrata, países socialistas, países de centroderecha que han logrado identificar que no tienen que ponerse a discutir ni a vender el modelo ideológico sino a ver cuáles son los intereses en común o cuáles son los problemas a resolver para ambas partes. Yo creo que Argentina y Chile están llamados a ese rol y lo estamos haciendo de esa manera: ver cuáles son los temas que tenemos en común, ver cuáles son las diferencias y cómo las resolvemos y tener en cuenta que la sociedad entre Argentina y Chile es muy importante para darle equilibrio a toda la región de América del Sur. Brasil es un gran país, es siete veces la República Argentina en producción, en PBI, en población, mucho más que respecto a Chile, por eso tenemos que ofrecer nosotros dos una mirada conjunta y después dialogar con un Brasil, que quizás tiene todavía una mirada más vinculada a la idea de ser la economía 9, 10 u 11 en el mundo. Mientras ellos siguen en ese diálogo, nosotros tenemos que definir una masa común de intereses compartidos y de propuestas que después también, dialoguemos con Brasil.

-Por último y esta pregunta tiene que ver con su historia, leí que fue alumno del Papa ¿qué nos puede compartir sobre esa relación?

-Sí. Estaba en primero, segundo y tercer año del secundario, año 1965, 1966 y 1967 y el actual Papa, su Santidad, no era todavía cura ordenado, fue cuando estaba terminando sus estudios y casualmente él en el ‘67 se va de Santa Fe del colegio La Inmaculada a Córdoba para terminar sus estudios sacerdotales y en la mecánica de los jesuitas, ellos a cada uno de los años de primero, segundo y tercero lo dividían entre los curas que ya eran ordenados y lo que nosotros llamamos los Maestri, eran entre 10 y 12 de nosotros por grupo. A mí me tocó, como le decíamos en aquel momento: el cura Bergoglio. Cada semana o cada 10 días nos llamaba en horario de clase, debo reconocer. Yo no tenía problemas de estudios, pero algunos compañeros que eran un poco más vagos, que no le gustaba Matemática, no les gustaba Química, negociaban con el cura sea Bergoglio o cualquier otro para que los sacaran del horario de Química o para no tener que estar en la clase en la que estaba flojo, era un diálogo en el que él preguntaba. Éramos personas en la pubertad, en la primera juventud, sobre nuestros problemas o sobre nuestras inquietudes nos daba consejos. Debo reconocer que Bergoglio, hoy su Santidad, es un hombre de una memoria prodigiosa. Yo lo fui a saludar como Canciller, me tocó hacer un diálogo con el cardenal Sodano sobre cuestiones de Estado entre el Estado Vaticano y la Argentina. Era una visita a Roma y parte del programa, además de ir a una misa que oficiaba el Papa, incluyó que los miembros de la delegación acompañados por el Secretario de Estado fuéramos y le diéramos la mano, cuando llegué su frase fue: - Vos igualito que siempre, no cambias más y seguí caminando. Un hombre realmente que reconozco no solo por su extraordinaria formación sino también por su memoria tan prodigiosa.

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