China responde con dureza a EE.UU. y crece la incertidumbre por las represas en Santa Cruz

  • 14 de octubre, 2025
La relación entre China, Estados Unidos y la Argentina volvió a tensarse.

Sergio Bustos

Luego de que el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, asegurara que Javier Milei “está comprometido con sacar a China del país”, la embajada china en Buenos Aires publicó un fuerte comunicado que reavivó la disputa geopolítica y dejó en suspenso el futuro de las represas hidroeléctricas Cóndor Cliff y La Barrancosa.

Estas obras, ubicadas sobre el río Santa Cruz, dependen del financiamiento chino a través de un swap de divisas que aún no fue activado. La condición es la firma de la Adenda 12, un acuerdo entre ENARSA y las contratistas que todavía no fue suscripto. “Sin Adenda, no hay fondos”, advirtieron fuentes vinculadas al proyecto.

La tensión escaló tras la entrevista de Bessent con Fox News. “Milei ha hecho las cosas correctas. Él llegó para romper 100 años de ciclos negativos para la Argentina. Es también un gran aliado para Estados Unidos. Está comprometido con sacar a China de su país”, afirmó el funcionario norteamericano.

La respuesta de Pekín no tardó. “Las provocadoras declaraciones que el secretario del Tesoro de Estados Unidos formuló recientemente volvieron a dejar de manifiesto la mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría”, expresó la embajada china en un comunicado. Además, acusó a Washington de actuar con “ánimo de confrontación e intervencionismo en los asuntos de otras naciones soberanas”.

El texto también subrayó que “Bessent parece ignorar que China viene impulsando valiosas acciones de cooperación con los países de la región sobre la base del respeto, la igualdad y el beneficio mutuo”. En uno de los pasajes más duros, la representación diplomática afirmó: “Estados Unidos se dedicó durante años a imponer su hegemonía y controlar a los países de la región, con actos evidentes de bullying”.

La embajada remarcó además que los países de América Latina “tienen derecho a elegir con independencia y libertad a sus socios de cooperación”, y pidió a EE.UU. “dejar de sembrar discordia y crear problemas donde no los hay”.

Mientras tanto, las obras en Santa Cruz permanecen paralizadas. Aunque el Gobierno provincial anunció la reincorporación de trabajadores, el envío de 2.100 telegramas a exoperarios fue solo una instancia preliminar para medir disponibilidad de mano de obra local. ENARSA estima que los trabajos recién podrían retomarse a fines de 2025.

Desde la Casa Rosada intentan bajar el tono. Guillermo Francos, jefe de Gabinete, aseguró en Radio Rivadavia: “No creo que una parte del acuerdo sea excluir a China de la Argentina. Puede ser que en algún tema tengamos una relación más próxima con Estados Unidos, pero en lo comercial no tienen nada que ver”.

A pesar de esos esfuerzos, la combinación de presiones externas y falta de definiciones internas pone en duda el futuro inmediato de uno de los proyectos energéticos más ambiciosos del país. Sin la Adenda 12 firmada, los fondos chinos no llegarán y el cronograma seguirá congelado.

La disputa geopolítica entre Washington y Pekín encuentra en Santa Cruz un escenario inesperado. Entre telegramas, comunicados diplomáticos y negociaciones postergadas, el futuro de las represas depende cada vez menos de la ingeniería y más de la política internacional

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