Cómo capitalizar la disparada del oro invirtiendo desde la Bolsa
- 7 de noviembre, 2025
En los últimos tiempos el oro se convirtió más que en una reserva de valor en una inversión de tipo estratégico. Las opciones que brinda el mercado local
Por Rubén Ramallo
El oro ha vuelto a demostrar por qué es el activo de refugio por excelencia. En un contexto global de elevada incertidumbre geopolítica, tensiones inflacionarias y la consecuente debilidad de las monedas fiduciarias, el "metal amarillo" ha roto máximos históricos, consolidándose como uno de los activos de mejor rendimiento del mercado. De hecho, con una cotización en los mercados internacionales que supera los u$s4.000, muestra una suba en un año del orden del 50%.
Este rally no es solo una noticia para los bancos centrales o los grandes fondos, sino una puerta abierta para el inversor minorista que busca proteger su capital y, al mismo tiempo, obtener una rentabilidad en dólares, sin la necesidad de comprar y custodiar oro físico.
Para el inversor local, existen múltiples alternativas, que van desde la compra de alhajas, de lingotes de extrema pureza, los cuales implican la necesidad de ponerlos a buen recaudo a otras opciones.
Existe otra posibilidad que evita este riesgo y es hacerlo a través de algunos de los instrumentos que brinda la Bolsa porteña. De hecho, el mercado local ofrece vehículos eficientes para subirse a esta ola alcista. Entre ellos se destacan dos herramientas clave: los CEDEARs que replican el precio del oro o el rendimiento de mineras, y los ETFs (Exchange Traded Funds) especializados en el rubro.
El Brillo de los CEDEARs del Oro: Exposición Pura y Minera
Cabe recordar que los Certificados de Depósito Argentinos (CEDEARs) son instrumentos que permiten a los inversores locales comprar, en pesos argentinos, una fracción de acciones o ETFs que cotizan en mercados internacionales (principalmente Estados Unidos). De esta forma, se accede a la cotización en dólares del activo subyacente, con el plus del tipo de cambio Contado con Liquidación (CCL).
En el caso de los ETF (Exchange Traded Fund) o Fondos Cotizados, estos son un instrumento que replica el rendimiento de un índice, sector o commodity (materia prima), pero que cotiza en la bolsa como una acción. Actúan como una canasta de activos diversificada.
Precisamente, dentro del universo del oro, existen dos tipos principales de CEDEARs:
CEDEAR de ETF de Oro Físico (GLD), que tiene como instrumento básico el SPDR Gold Shares, que es el ETF de oro más grande y líquido del mundo.
Su principal ventaja es que ofrece una exposición casi directa y pura al precio del oro físico. El ETF está respaldado por lingotes de oro real almacenados en bóvedas y según los expertos es la forma más fiel de replicar la suba del metal.
Perfil: Ideal para el inversor que busca refugio y una correlación muy alta con la cotización internacional de la onza.
CEDEARs de Empresas Mineras: Estos activos representan a compañías que se dedican a la exploración, extracción y procesamiento de oro. Su rendimiento depende no solo del precio del metal, sino también de la eficiencia operativa, los costos de producción y la gestión de la empresa.
Dentro de este rubro se destacan tres compañías en particular: Barrick Gold Corp (B), que es uno de los gigantes mundiales, con operaciones diversificadas y Harmony Gold Mining (HMY), que es una importante productora sudafricana.
Cuánto acumulan en el año
Estos tres CEDEARs muestran rendimientos más que satisfactorios para sus inversores, ya que en el caso del ETF GLD, la suba es superior al 90%, en tanto que el correspondiente a Barrick Gold trepa un 163% y el de Harmony Gold otro 152 por ciento.
Si estos porcentajes se miden en dólares, tomando como referencia al contado con liquidación, las subas son del orden del 53% para el ETF y en promedio del 110% para ambas compañías mineras.
Conclusión Estratégica: El Oro como Escudo y Motor
El oro no es solo un activo para "tiempos de crisis". Es una herramienta estratégica que, en el contexto actual, actúa como un potente escudo contra la inflación y la inestabilidad global, mientras que sus derivados bursátiles —CEDEARs de ETFs como GLD y de mineras con fuertes ganancias como Barrick o Harmony— lo transforman en un motor de rentabilidad en dólares para las carteras locales. La inversión en estos instrumentos permite participar de la fiebre del oro con la flexibilidad, liquidez y accesibilidad que ofrece la Bolsa de Valores
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