El dirigente ambientalista, Jorge Daneri, analizó la situación provocada por los devastadores incendios en el Amazonas y advirtió que sus consecuencias afectarán gravemente a Entre Ríos y al país.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Daneri sostuvo que "la situación se puede ver por dos ventanas: por un lado una decisión política del actual gobierno de Brasil de declarar zona liberada a una zona definida como un área de sacrificio para el agronegocio y los negocios de la agroindustria en manos de las corporaciones que lideran este paquete tecnológico transgénico, y de las grandes corporaciones de la minería; y por otro lado la ventana donde este mercado de muy pocos está arrasando de manera devastadora toda la diversidad cultural y biológica que hoy es Amazonia".
"Es un escenario político y ecológico extremadamente delicado", definió.
Frente a la pregunta de qué se puede hacer, el dirigente planteó "la necesidad de construir un tratado de paz con la naturaleza". "Hay un desafío en Sudamérica y el mundo de reconstrucción de las filosofías jurídicas y políticas de un relacionamiento con los otros reinos de vida, y hoy estamos en las antípodas de eso, más allá de discursos o de actitudes delirantes como las que tiene la extrema derecha que hoy gobierna Brasil", reflexionó.
En este marco, confirmó que "este incendio es producto de la deforestación, no es por el fenómeno del cambio climático, sino que claramente son incendios intencionales que acompañan un modelo de expansión de la frontera ganadera y agrícola; y con una actitud por parte del Estado del descontrol total, del vaciamiento presupuestario, de un ataque directo a los científicos de excelencia de Brasil, y un ataque directo a las organización ecologistas de su país, con las declaraciones del presidente Bolsonaro".
En ese marco, sostuvo que "de alguna manera, Bolsonaro expresa las ideas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y hay una actitud negacionista" pero advirtió que "lo interesante es que esta realidad que está sucediendo va a poner en crisis el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, lo cual es saludable porque hay varios países de Europa que frente a lo que está pasando en el Amazonas están replanteando absolutamente todo y analizan no avanzar ni firmar acuerdos de libre comercio que son funcionales y que profundizan la tendencia devastadora".
"Europa está pidiendo soja, madera, minerales y esto es demoledor. Ante esto, las actitudes de Alemania y Noruega de no seguir financiando proyectos en el Amazonas es un llamado de atención respecto a que el contexto es muy malo", aseveró.
Frente a este escenario, planteó que "en Sudamérica no tenemos estadistas hoy, no tenemos ni a Raúl Alfonsín ni a José Sarney para convocar a la unión sudamericana, que además está casi destruida por los gobiernos de derecha, pero este es un ejemplo claro y palpable de que tendría que convocarse urgentemente a una reunión de la unión sudamericana, o refundarla, por lo menos con un conjunto de líderes políticos de Argentina y otros países afectados que puedan llegar a la Corte de Justicia de La Haya, porque esto es devastador".
Acotó que "hablamos de desolación, devastación y destrucción inducida de la diversidad cultural de los pueblos originarios, de todo lo afro, de los pequeños y medianos campesinos que ocupan este país fantástico. Una de las primeras políticas de Bolsonaro fue voltear toda la legislación protectora de los pueblos originarios y de las áreas naturales protegidas de millones de hectáreas que Lula había logrado declarar, y donde muchos de estos incendios se están desarrollando".
"Esto no es casualidad, que se haya triplicado o cuatriplicado la cantidad de incendios comparado con el año pasado y que haya más de 70.000 focos de incendio en lo que va de 2019, implica una clara lectura de una política que niega esto y mira para otro lado, e incluso promociona esta anarquía para que se produzcan estos hechos", lamentó.
Refirió que "la situación se extiende por varios países, en Bolivia se habla de más de medio millón de hectáreas, en la zona de Santa Cruz que es el área de mayor producción de la soja" y por ello consideró que el presidente boliviano "Evo Morales podría ser uno de los líderes que convoque a estos ámbitos regionales para motorizar un freno a esto".
Ante esto, advirtió que "no dimensionamos el impacto geométrico de lo que está pasando, y uno de los países más impactados por esto será Argentina tanto en el modelo vigente actual del agronegocio, impulsado por Luis Miguel Etchevehere, como de cualquier escenario alternativo de agroecología o de transición democrática a otros modos de producir, porque las sequías gigantescas que esto puede llegar a producir, los niveles de bajantes enormes de las cuencas y los ríos, la falta de humedad, etc, etc".
"No tomamos dimensión de lo que esto significa. En Argentina es más del 70% la superficie que está en proceso de desertificación, y si Amazonia sigue en esta tendencia los procesos de desertificación, de pérdida de suelo y de pérdida de capacidad de producción agraria serán muy graves; y estamos hablando a cinco, 10, 15 o 20 años, esto es mañana en términos geológicos", analizó.
En ese marco, alertó que a raíz del cambio climático "en Argentina, el área más afectada por la elevación del mar será la provincia más afectada será Entre Ríos; todo el Delta Entrerriano en la zona de Gualeguay, Gualeguaychú, Villa Paranacito e Ibicuy será lo más afectada y no estamos teniendo una política de adaptación a esta realidad de ninguna naturaleza"-
"Entre Ríos estará terriblemente afectada por estos escenarios, y ni hablar también la provincia de Buenos Aires", concluyó
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